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La tercera vez, todo se va al infierno.

Jiang Cheng abre los ojos y no puede ponerse de pie. Es un niño pequeño. Su hermana es joven de nuevo y la brecha entre sus padres aún no se ha extendido por el hijo de un amor imposible. Decide que arreglara esto antes de que suceda.

Jiang Cheng crece. Vuelve a aprender a caminar, hablar y a luchar. Es molesto tener a su propio cuerpo reteniéndolo, ser tan dependiente de los demás cuando ya ha sido un hombre adulto tres veces. Aun así, lo toma como la oportunidad que es y planea.

Él recuerda la fecha en que su padre solía encerrarse durante horas en su habitación con una botella de licor fuerte y, la historia que Wei Ying le contó una vez después de seis frascos de Sonrisa del Emperador en los Recesos de las Nubes hace tres vidas. Jiang Cheng falsifica una carta y espera que no sea demasiado tarde.

No es tarde. De hecho, llega justo a tiempo. Su padre se marcha con un sequito de discípulos y su madre esta furiosa. Se disculpa silenciosamente con ella mientras la mano de una confundida YanLi.

Wei Ying llega en los brazos de Wei Changze. Cangse Sanren es hermosa y tiene una brillante sonrisa despreocupada que podría rivalizar con el sol. Jiang Cheng capta la expresión de su padre y mira hacia otro lado.

Ellos deciden quedarse.

Crecer con Wei Ying y con sus padres no es como esperaba. Cangse Sanren y su A-Niang se convierten en amigas cercanas. Un día, Jiang FengMian llega con Wei Changze y las ve hablando, bebiendo té bajo una glorieta. Jiang Cheng se percata de como su A-Die mira la garganta de su madre mientras ella se ríe libremente. El sonrojo en las mejillas de su padre hace a Jiang Cheng esperar por lo imposible.

Sus padres duermen en la misma habitación y le regalan tres perros —Wei Ying los adora.

 

Jiang Cheng recuerda algo de su última vida y revisa los registros de su mente. Recuerda los rumores y a Wei Ying contando los rumores de muerte y traición desde el punto de vista de una niña. Toma su espada y viaja hacia Yueyang. Es un viaje lento, su núcleo todavía no está completamente desarrollado. Después de días de búsqueda, lo encuentra.

Cuando ellos regresan, su madre llora y grita en su cabello y su padre los abraza con fuerza; las manos de Wei Ying y A-Jie apretando las suyas.

Ellos adoptan a Xue Yang. Le enseñan a cultivar y probablemente lo alimentan con muchos dulces.

Su Shixiong y el pequeño Xue Yang lo miran con estrellas en sus ojos cada vez que practican su cultivo juntos o contesta las preguntas acerca de las cosas que ellos no han aprendido todavía.

 

En esta vida, Jiang Cheng es el número uno.

Todos saben acerca de él y este es un error de cálculo que no consideró. Mientras viaja a Qishan de nuevo y tiene casi la misma conversación con Wen Qing, no se percata de que está siendo seguido.

Son emboscados y aquellos quienes no son asesinados son llevados de regreso a la Ciudad Sin Noche. Escapa junto a Wen Ning después de que Wen Qing los enviara lejos. Vuela hacia casa y rápidamente les explica a sus padres lo que sucedió. Su madre lo llama tonto y él está de acuerdo.

Tratan de defenderse, pero son demasiados. La última vez, ellos tenían el elemento sorpresa. Ahora, ni siquiera las matrices de protección que volvió a establecer en esta vida pueden ayudarlos.

Jiang Cheng, Wei Ying, A-Jie, Xue Yang y Wen Ning son enviados lejos en un bote con Zidian alrededor de ellos. Jiang Cheng piensa en que los dioses deben estar riéndose de él mientras su hogar en llamas desaparece de la vista.

 
 
La guerra estalla temprano y sus padres están muertos. Jiang YanLi es enviada a Meishan y los cuatros chicos se unen a la nueva Campaña para Derribar al Sol.
No es una guerra, sino una masacre. Los Wen están en todas partes y todos los líderes de secta se han ido. Sólo quedan jóvenes inexpertos. Jiang Cheng observa los rostros de niños asustados muriendo en una batalla que él mismo trajo.

 
Wei Ying pierde su núcleo luchando contra Wen ZhuLiu. Jiang Cheng le confía a Lan WangJi a su hermano sin núcleo mientras va a Gusu a ayudar a Lan XiChen.

Gusu cae cuando Wen Xu clava su espada en el corazón de Lan XiChen. Jiang Cheng piensa en que preferiría mil vidas viendo a Lan XiChen vestido de rojo arrodillándose al cielo, listo para pasar su vida con alguien que no es él, que verlo bañado en rojo con ojos apagados y sin vida mirándolo. Xue Yang toma su mano y lo aleja del campo de batalla.

 
Con la perdida que causo asentada pesadamente sobre su espalda, obtiene un dizi. Tocando melodías siniestras que envenenan su núcleo, cambia la marea a su favor y sonríe cuando ve el miedo en los ojos de cada uno de los perros Wen.

Jiang Cheng se convierte en Sandu Shengshou, el cultivador demoniaco.

Su núcleo comienza a pudrirse, sus estados de ánimo son más inestables que nunca, cada pensamiento oscuro de cada una de las vidas se arremolina en torno a su mente, enloqueciéndolo lentamente. Recuerda los cadáveres de sus padres en su primera línea del tiempo, el grito de dolor de Wei Ying mientras perdía su núcleo en esta, la idea de que nunca conocería a A-Ling en este cuerpo—siguen rondando.

Lan WangJi no le deja ver a Wei Ying. Jiang Cheng no discute con él por ello.

Xue Yang le pide que le enseñe el cultivo demoniaco. Jiang Cheng mira su rostro de bebé, todavía tan joven e inocente. Niega con la cabeza y sigue limpiando la flauta.

La batalla final llega y marcha hacia la Ciudad Sin Noche con su ejército de muertos. Jiang Cheng encuentra a Wen RouHan y observa como los cadáveres podridos de dos niños pequeños lo desollan vivo.

La última cosa que escucha antes de que todo se vuelva rojo y luego negro, es a Wen RouHan gritando por piedad.

Cuatro de CincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora