En la última, Jiang Cheng no está solo.
Abre los ojos y gimotea. Ni siquiera tiene que mirar hacia abajo esta vez, sabe que encontrara un cuerpo intacto que se siente demasiado ligero y joven para llevar la carga de cinco vidas. Se levanta en silencio y sale de la habitación con una facilidad que ya tiene aprendida. Esta vez no hace falta ningún plan, se limitará a repetir lo que hizo la primera vez y permitirá que todos sean felices sin él.
Esta casi a mitad del pasillo, caminando rápido y sin hacer ruido a través de las grietas y sombras de la noche para evitar ser descubierto. Mira hacia las habitaciones tan familiares que albergan a un hombre insignificante que no merece respirar, da un paso más y…
—¿Vas a matarlos otra vez? —La voz lo hace detenerse. Reflexiona sobre las palabras, las procesa. Conoce demasiado bien ese tono. La intención y el significado detrás del otra vez. La inclinación de conocimiento que desearía que no estuviera allí porque es demasiado intensa y demasiado cruel.
Jiang Cheng es demasiado mayor como para andarse con rodeos, así que se limita a responder: —Te acuerdas —Antes de darse la vuelta y mirar a Lan XiChen.
—Sí, —Él exhala. Jiang Cheng asiente y lo estudia. Lan XiChen tiene el mismo aspecto, pero no exactamente. Sigue siendo el joven más guapo que ha visto, con su aspecto regio y sus rasgos perfectamente esculpidos. Su rostro posee la suavidad y el brillo que sólo se consiguen con la juventud y una belleza que nadie posee de la forma natural que tiene Lan XiChen. Pero sus ojos. Estos le recuerdan a los ojos que vio hace líneas de tiempo atrás en el espejo, cuando él mismo se despertó por primera vez con todos sus recuerdos y el conocimiento inherente de que esta era una maldita oportunidad para volver a vivir y no tenía otra opción más que tomarla.
—¿Qué es lo que recuerdas? —Jiang Cheng lo sabe, pero necesita una confirmación.
Lan XiChen traga saliva antes de contestar con una voz rota, —Todo. Ya has vivido cinco veces los mismos acontecimientos y de alguna manera has salvado a todos en casi todas ellas.
Jiang Cheng cierra los ojos y toma una respiración profunda. Su corazón le duele porque no le desearía esto a nadie. El peso de saber. Una pequeña parte de él, la que se ha vuelto agrietada y frágil y ligeramente desquiciada después de pasar demasiado tiempo respirando, piensa; bien, alguien también lo está experimentando. Abre los ojos otra vez, sacudiéndose los pensamientos rencorosos y la culpa antes de decir: —De acuerdo.
Se quedan allí de pie en silencio por un momento. Jiang Cheng piensa en otra cosa que decir. Pero, ¿qué podría hacer él? ¿ofrecer su comprensión? Parecería demasiado superficial y resultaría inútil. ¿Someterlo y dejarlo allí para que él pueda continuar con sus planes? Sería demasiado cruel. No sabe que hacer así que no hace nada y sólo se queda allí, esperando a que Lan XiChen decida lo que vendrá a continuación… Jiang Cheng está demasiado cansado de ser quien tome todas las decisiones.
—No sé porque recuerdo. —Finalmente Lan XiChen dice, como si Jiang Cheng no se lo hubiera estado preguntado ya durante cuatro vidas el por qué diablos el destino eligió usarlo como saco de boxeo y lo maldijo con los recuerdos de todos sus errores, —Pero lo hago, y no dejare que hagas esto solo.
La promesa es dicha con vehemencia y con una mirada inquebrantable que hace que Jiang Cheng entrecierre los ojos con sospecha. Lan XiChen está al tanto de todos los crímenes que ha cometido y cuáles de ellos cometió para salvar a sus seres queridos. Es todavía difícil aceptar las palabras de un hombre que en su última vida dejo el mundo después de que el mismo Jiang Cheng le quitara la vida a la persona que XiChen amaba. Jiang Cheng termina asintiendo con un suspiro y preguntándole cuál es su plan.
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Cuatro de Cinco
FanfictionEn la primera vida, Jiang Cheng vive y muere solo. Sin ver ni una sola vez a las personas que ama. Pero cuando cierra los ojos por última vez en este cuerpo, lo hace con una sonrisa en su rostro, pensando; Ellos vivieron. También llamada: 4 veces e...