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El azabache dejó a un lado que los seis clones ya se encontraban frente a ellos, justo por delante de la entrada a la pequeña casa a las afueras de la aldea. Dicha cabaña era familiar, ya que su padre la utilizó cuando era apenas un niño y lo llevaba al lago a practicar el Katon: goukakyuu no jutsu, aún tenía dichos recuerdos en su mente los cuales nunca podría borrar, extrañaba aquellos días, pero sabía que no podría volver a repetirlos.

Todavía se sentía mal con el recuerdo de su hermano mayor, quien tuvo que vivir siendo odiado a pesar de ser un heroe bajo las sombras. Las decisiones que Itachi tomó, no podía cambiarlas y poco menos las que él tuvo para acabarlo bajo una gran mentira, su objetivo fue vencerlo, pero nunca se imaginó cuan arrepentido terminaría tras saber una verdad devastadora.

Naruto, observó en silencio por unos cuantos segundos a aquellos clones que aún no sabían del todo lo que harían, tenían una idea ya que eran el mismo con los mismos pensamientos que el original, pero estar frente a la cabaña que ocuparían provocaba una extraña confusión dentro de su cabeza. Incluso el ver a los otros tres clones de Sasuke los confundía aún más, ya que se suponía que lo único que querían era medir la capacidad de aguante de chakra del azabache, entonces, ¿para que necesitaban que estuvieran encerrados en un diminuto espacio?

—Creo que suficiente espacio tienen para que se acomoden, no es muy grande, pero tampoco es muy pequeño. Hay futones grandes en las cajoneras, con eso bastará y la comida esta almacenada en la parte de la cocina —explicó el azabache, entregando una pequeña llave a quien nombró como S1 o su primer clon—. Supongo que saben cocinar ya que tienen mis habilidades y bueno, no tengo nada más que decir con respecto a la cocina —hizo una mueca al ver a los tres clones del rubio, ya sabía que ellos no podrían cocinar porque su compañero vivía únicamente de ramen.

Tendrían que saber como dividir la comida durante el tiempo de su estancia y como separar las tareas que realizarían cada uno de ellos, lo cual iba a ser difícil por la capacidad tan diminuta de Naruto de realizar los que haceres del hogar. Su pequeño departamento siempre permanecía sucio y lo limpiaba que que tenía que hacerlo, ya que si fuera por él, en verdad viviría en un basurero sin problema alguno.

Nunca se imagino tener que vivir con Naruto, tampoco el crear ese tipo de escenarios, pero en esas circunstancias tenía que imaginarselo, ya que sus clones eran en cierto punto una extensión de él que al final del día o más bien, de esa clase de prueba, le otorgarían el muy poco anhelado favor de compartirle sus memorias con los clones del rubio.

—Bien, pues lo único que tengo que decirles es que sepan comportarse y que no hagan nada tonto o impulsivo. Recuerden que compartiremos el mismo techo que con Sasuke y todo lo que suceda entre ustedes regresara a nuestras memorias —advirtió un poco nervioso, ya que él sabía que podía soportar el estar con Sasuke sin admitir sus sentimientos, pero no podía controlar a los clones que vivirían bajo su mismo techo.

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