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Abrió sus ojos con lentitud. Estaba desconcertado completamente, no sabía dónde se encontraba y lo único que podía ver eran millas y millas de árboles. Lo último que recordaba era haberse quedado dormido y ahora aparecía en medio de una arboleda en Dios sabía dónde. Miró el panorama por un buen rato; se quedó sentado asimilando que ya no estaba en su casa con sus amigos y la realización lo golpeó momentos después: no estaba en su casa.

En el momento en que ese pensamiento se asentó correctamente en su mente, la ansiedad empezó a ganar la potestad de su cuerpo y su cabeza dio varias vueltas antes de quedarse mirando fijamente a un punto donde juraba que había visto algo pasar. Llámenlo paranoico, pero la situación estaba muy por encima de él.

── ¿Chicos? No me gusta esta broma, salgan por favor.

Kun estaba entrando en pánico a tal punto. Decidió caminar un poco después de unos minutos, esperando que de verdad fuera una broma; miraba los árboles esperando ver algo familiar porque necesitaba saber si, aunque fuera, conocía el lugar. Nada, ni una voz que le contestara, ni una cara familiar, ni el lugar le sonaba. Se encontraba completamente solo en aquel sitio, sólo escuchaba el aletear esporádico de un ave pasajera y eso no ayudaba a sus nervios.

── Chicos de verdad no me está gustando esto, salgan por favor.

Silencio, nadie le respondió y eso sólo alimento su desesperación. De repente sintió la misma maldita inquietud que había sentido antes de dormirse; el sentimiento era asfixiante, sentía como si estuviera ahogándose bajo el agua mientras la presión hacia añicos su cuerpo, se le dificultaba siquiera tragar un poco de aire, necesitaba salir de ese lugar. De repente sintió como sus piernas se movieron solas: corrió sin rumbo, simplemente esquivaba los árboles con esperanza de no caerse; corría sin importarle lo que le pasara. Con el tiempo la sensación se volvió menos agobiante y al estar más consciente de lo que pasaba a su alrededor escuchó algo detrás de él y no pudo evitar aumentar la velocidad mientras sus nervios se disparaban nuevamente, lo que fuera que lo perseguía era más grande que él y no se iba a arriesgar a mirar atrás.

Su respiración era errática y estaba empezando a sudar dando veracidad de su cansancio, realmente esperaba poder encontrar una salida y terminar con esa pesadilla. No tenía ni idea de lo que estaba pasando y eso sólo le daba ganas de llorar, él solo quería pasar un buen rato con sus amigos, ¿por qué diablos pasaba esto?

Vio el borde de la tupida arboleda, eso significaba una salida. No pudo evitar sentirse esperanzado, que su corazón se aligerara en su pecho y darse cuenta de que sus piernas empezaban a doler por tanto correr; sólo quería terminar con todo aquello, su emoción se encontraba al tope cuando estaba por salir, pero ese bonito sueño de salir de allí se vio derrumbado al darse cuenta de que simplemente era un claro en el bosque, y lejos de haber salido de aquel lugar, sólo se había metido más dentro de él. Todo se estaba volviendo estresante y no podía dejar de correr, si lo hacía tenía el presentimiento de que sería la última vez que lo haría. Estaba exhausto, ya no podía más, su cuerpo estaba pegajoso, sus piernas flaqueaban de vez en cuando y definitivamente no estaba respirando bien, pensó en rendirse seriamente, de verdad lo hizo.

Hasta que chocó con algo. Cayó al suelo y miró a su alrededor, al estar ya en el claro no entendía con qué podría haberse chocado...

── ¡Kun ge!

Miró a su lado y Lucas estaba extendiéndole la mano para ayudarle a pararse nuevamente. El menor tenía lágrimas en los ojos, se veía que la angustia estaba por derrumbarlo; Lucas era uno de los más sensibles de entre ellos, así que esa situación debía estar haciendo su cabeza un desastre. Miró hacia atrás y puedo ver a Jaehyun tratando de correr, parecía que se iba a caer en cualquier momento; Jungwoo y Yuta estaban en mejor forma que él así que estaban menos cansados.

𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕 ⁿᶜᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora