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POV Juliana

A la mañana siguiente después de desayunar los chilaquiles especiales de la señora Silvina, Valentina y yo salimos a caminar como lo acordamos. La vista era increíble, pero lo que más me sorprendió fue encontrar el río que pasaba por la propiedad.

Juliana:-Wow ¡no puede ser! Es una belleza-corrí hasta la orilla, Valentina me siguió. Me miró y sonrió.

Valentina:- ¿es hermoso no?

Juliana:-Pues ahora entiendo por qué has decidido vivir aquí, este lugar es tan hermoso. Y se ve lo suficiente hondo para nadar, está increíble.

Valentina:- ¿te gusta nadar?

Juliana:-Es de los pocos deportes que disfruto.

Valentina:-Eso es genial, a mi también me gusta mucho. Podemos venir a nadar una tarde, es mejor cuando el sol ya ha calentado lo suficiente el agua,  se siente delicioso.

Juliana:-Si si, ésta si te la acepto feliz. Ah pero no traje bañador-me entristecí.

Valentina:-Bueno, eso tiene solución porque yo fácil te presto alguno, tengo nuevos incluso, entonces por eso no te preocupes.

Sonreí alegre.

Valentina:-Bueno, caminemos bordeando el río si prefieres-seguimos andando.

Yo quería iniciar con algunas preguntas, pero rápidamente me di cuenta de que sería Valentina quien marcaría el ritmo de nuestras conversaciones, aunque parecía bastante dispuesta a hablar sin tapujos. Durante el recorrido me contó por qué había decidió estudiar en la Beaux Arts de París.

Valentina:- Al principio el arte fue un escape para mí. Desde niña me gustaba dibujar y pintar, pero después de la muerte de mi mamá, fue mi terapia. Yo me sentía perdida, mi papá estaba muy ocupado tratando de superar su propio duelo y ayudando a crecer su fortuna, así que lo más sencillo para él fue enviarme a un internado de renombre en Canadá, algunas hijas de sus socios también estudiaron allí.

Yo escuchaba con atención, mientras caminábamos con calma. Valentina sabía que había comenzado a grabar.

Valentina: - No podía sentirme más sola en ese lugar, al principio sencillamente no encajaba. No era el idioma, ni el frío de Canadá, era que me sentía muy triste, y mis amigas, unas niñas al igual que yo estaban muy aburridas de esto. Supongo que es normal porque al final esa edad es para divertirse. Mi salvación sin duda fue la clase de arte. Tomé ese taller con los ojos cerrados, porque era justo lo que necesitaba, muchas horas en silencio, concentración y tiempo a solas. Lo que sucedió en realidad fue que allí hice a mis mejores amigas, conseguí al profesor Dave que se convirtió en uno de mis mas grandes apoyos y me enamoré perdidamente del arte. Las acuarelas fueron de mis preferidasen este periodo, también incursioné un poco en la actuación con mis amigas Guadalupe y Federica, bueno, ya me estoy desviando del tema, el punto es que cuando me gradué del high school y volví a México, mi papá quería obligarme a estudiar periodismo o finanzas, era lógico, en su mente tenía que prepararme para conducir el imperio Carvajal, yo me rebelé, cobre el dinero del fideicomiso que me había dejado mi mamá y con ayuda de mis abuelos maternos me mudé a Francia, ya era mayor de edad, el no pudo hacer nada. Me aceptaron de escuela de bellas artes de París y chan chan... nació una estrella jajaja.

Valentina me miro con gracia

Valentina:-No, la verdad si me costó un montón pero ya ves que no me ha ido nada mal, como que si tenía madera.

Juliana:- Bueno, no quiero sonar como una fan loca o algo así, pero tengo que confesarte que tengo fotos en la estatua del parque de los enamorados, es de mis preferidas. Ahora que está tan de moda el arte abstracto y lo minimalista y no se qué, encontrarse esculturas con tanto detalle es una belleza y los detalles de la pareja, wow se ve muy real, incluso pensé que pudiste haberte inspirado en el beso, la obra de klimt, aunque lo superas por mucho jajaja.

LA ENTREVISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora