LA ENTREVISTA

8

POV Jacobo:

¡Chivis! ... ¡Silvinaaaa! Grité desesperado mientras llevaba a Valentina en brazos. La mujer corrió hacia mí con cara de espanto

Chivis: ¿Qué pasó? ¿Qué pasó? Oh por Dios.

Jacobo:-Escúchame, tengo que llevarla a clínica, creo que está descompensada y hay vómito por todo el baño.

Chivis:-Yo voy contigo puedo limpiar eso al volver, por Dios mi niña-las lágrimas caían por el rostro de chivis.

Jacobo:- No, escúchame-Silvina me siguió hasta la camioneta donde senté a Valentina que se quejaba débil- Ya reaccionó, solo está débil, yo puedo llevarla porque necesito que te quedes a recibir a la periodista se llama Juliana Valdés-terminé de abrochar el cinturón de Valentina y corrí hacia el asiento del piloto. Chivis asintió y aceleré rápidamente.

A medio caminó escuché la voz de la castaña a mi lado

Valentina: -Jaco, Jaco ¿A dónde vamos?

Jacobo: -Necesito que te vea un médico. !Es increíble Valentina! me ausento una noche y te consigo así-le di un golpe al volante nervioso.

Valentina:-Jaco no, por favor, llévame a la casa.

Jacobo:- ¡No! Te puedes volver a desmayar o... ¡qué se yo!

Valentina suspiró frustrada, pero supe que había entendido que no retrocedería.

Después que el médico la evaluó le inyectaron por la vena vitamina B6 para su hígado y otros sueros líquidos para evitar la deshidratación por todo lo que había vomitado.

Doctor Dugarte: -La trajo a tiempo, pudo haber sufrido un  paro respiratorio o cardiaco.

Jacobo:-Gracias doctor-dije entre expresión de alivio y dolor.

Doctor Dugarte: -Después que terminemos de pasar los medicamentos y repose otro rato ya puede llevársela.

Entré en la habitación, Valentina dormía. Me partía el corazón verla en ese estado, yo quería ayudarla, pero ésta vez su dolor parecía incurable. Era verdad que ya no estaba enamorado de ella como una vez estuve, pero igual era muy importante para mí. A ella nunca le importó que yo fuera sólo un chofer, era mi amiga incondicional y yo sería igual para ella. El sexo fue otra cosa, ambos éramos jóvenes y estúpidos, me dolió entender que había formado parte de una etapa exploratoria pero siempre agradecí la honestidad de mi castaña con ojos de cielo. Las mujeres iban y venían, pero Valentina no era prescindible a estas alturas de la vida la sentía más como mi propia hermana, sin embargo muchos no lo entendían.

Valentina: -Jaco-me llamó. Corrí a su lado.

Jacobo:-Aquí estoy Valen.

Valentina:-Llévame a casa please.

Jacobo:- Cuando terminen de pasar esos líquidos-señale las botellas en el paral que iban a un poco más de la mitad-nos vamos a casa-Ella sonrió con una mueca.

Valentina:-Gracias Jaco-volvió a cerrar los ojos y sujetó mi mano-me quedé ahí junto a ella.

Cuando salimos de la clínica eran las cuatro de la tarde, habíamos pasado todo el día allí. Chivis me había confirmado la llegada de la periodista y que todo estaba en orden en la hacienda. Debía recordarle a Valentina de la presencia de Juliana Valdés porque ella ni lo había mencionado. Íbamos en el auto de regreso, mi castaña ya con mejor semblante.

Jacobo:- Valen, Chivis me confirmó que Juliana Valdés ya se encuentra en la casa, llegó esta mañana.

Valentina:-Mieeerda Jaco, no lo recordaba. Bueno ¿cenas con nosotras verdad? No me vas a dejar sóla en esto.

Jacobo:-Por supuesto que no. Le pedí a Chivis que preparara enchiladas, pero nada de vino ni alcohol para ti. ¿lo entiendes verdad?

Valentina:-Si, lo entiendo. Pero creo que hambre si tengo un poquito-me sonrió con mirada traviesa y me dio mucha alegría.

Jacobo:-Eso es bueno mi Valen, muy bueno.

POV Valentina

La mira de Jacobo era dulce, mi amigo era tan compasivo conmigo, sabía que hubiese querido gritarme después de aquel susto que le hice pasar, pero el jamás haría eso conmigo. Entre la borrachera y todo lo ocurrido había olvidado por completo la llegada de Juliana Valdés, sentí un poco de verguenza de no haber podido recibirla ¿que pensaría la periodista? seguro lo que muchos pensaban, que era una pesada que me hacía la muy importante. Bueno, igual ya era tarde para eso, pues así habían ocurrido las cosas. Igual era bueno marcar cierto aire de distancia desde el principio, la presencia de Juliana no iba a implicar que me dedicara la totalidad del día a estar en entrevista con ella, era bueno marcar el ritmo.

Agradecí que Chivis hubiese enviado aquella muda de ropa con unos de los choferes, no sabía donde estaría Juliana Valdés al llegar y si llegaba a cruzarmela con aquella pijama con la que Jacobo me sacó en la mañana de la casa, seguro se asustaría y correría de allí antes de tiempo. Se me escapó una risa ante mis propios pensamientos.

Jacobo: -¿Qué piensas?

Valentina:- En la pijama con la que llegué  a  la clínica.

Jacobo:-A mi me parece que aún te lucen las pijamas de Mickey Mouse- se soltó una carcajada- lo que no tiene mucho sentido es llevar una niña con pijama de Mickey mouse completamente intoxicada por alcohol y drogas. 

Valentina:- ¿drogas? ¿es en serio Jaco? sabes que he fumado desde...bueno mejor ni te digo, te creo que me critiques por el whisky y te doy la razón, pero a mi María no la metas en esto.

Jacobo:-Bueno el doctor Dugarte no la llamaría así, menos mal tenemos acuerdo de confidencialidad en toda esta zona.

Valentina:- Dugarte sabe que estoy pasando por una época dificil Jaco, pero sabes qué, no quiero hablar más sobre esto.

Jacobo:-Antes de que armes una escena te cuento que le pedí a Chivis que recogiera todo el alcohol de la casa, incluyendo ese whisky de malta de tu biblioteca y habitación. Colabora Valentina, por favor, prefiero que fumes, pero no puedes beber así.

Valentina: -Jacobo tu mismo has compartido de ese whisky conmigo.

Jacobo:-Y me disculpo por eso, ya no volveré a invitarte un trago más, por favor Valen, prometemelo.

Valentina:-Tu mismo lo dijiste, mis promesas respecto a esto no tiene validez, pero lo intentaré y espero que con eso sea suficiente de esta conversación.

Jacobo:-Lo és.

La culpa reapareció pero no dije nada, sabía perfectamente dónde escondía mi reserva de cierta sustancia ambarina y sedante.