The Prince of tennis: The Prince and the Back of the New princess

*El viaje*

    
                     ~Capítulo 10~

Me encontraba recostada en la cama de Lu Xia leyendo mientras escuchaba música con los audífonos puestos.

No hacía mucho que había llegado a casa, al igual que Lu Xia parecía que había llegado minutos antes que yo no lo sé.

LU XIA

Veía como Mei se acercaba y se despedía de todos

Poco después me fui junto al equipo y llegue a casa. Así que preferí tomar mi raqueta y empezar a entrenar

Poco después de a ver llegado escuché el sonido de la puerta abrirse era Lu Mei despidiéndose de Siyang. Después de eso el se fue y ella entro a la casa.

                         * * *

—¿Qué haces?—escuche la voz de Lu Mei detrás de mi

—Entrenando—dije sin siquiera voltear

—Pues no me dejas leer tranquila—rodé los ojos

—Déjame probar—voltee y vi como se quitaba los audífonos y dejaba su libro en la mesa más cercana con sumo cuidado al igual que los audífonos

Pare y vi como ella se acercaba así que le di la raqueta.

—pensé que no la usarías—sonrió y reí

De pronto sentí como una pelota me había golpeado el brazo

—EY— me quejé —eso es por quitarle la cinta —y rio

Aun lo recuerdo

—Esta.¿Esta bien?,¿No?—dijo y negó—sigamos mirando—seguimos avanzando.

Habíamos entrado a una tienda deportiva buscando raquetas ya que las nuestras estaban ya en mal estado.

—mira—señaló y me tomo del brazo—esta—me dio la raqueta y la tome—se ve bien además es como la anterior ¿Te gusta?— seguía mirando la raqueta claro era casi igual a la anterior pero aun así era perfecta escuché que me llamaban y vi que era Lu Mei haciéndome una seña para que fuera

—mira— me enseño una raqueta pidiéndome mi opinión—no lo sé—seguí buscando y la encontré—esta—dije y se la enseñé era igual a su anterior raqueta, pero aun así seguíamos buscando unas iguales a las anteriores. Desde que papá nos dejó comprar nuestras primeras raquetas solos así lo habíamos hecho claro que cada vez los acoplábamos a nuestra manera de jugar entre más.

—Tengo buen gusto no lo niegues—dijo señalando mi raqueta— amas esas raquetas desde que las elijo—río

—Tenemos—corregí—además no soy el único que le gustan esas raquetas la tuya es igual—me excuse—es cierto—hizo un mohín—la única diferencia es el color—rio—ni siquiera eso parecen iguales—reí al igual que ella

—tienes razón—pensó—le daré algo de mi estilo a la tuya—dijo pensativa después de seguir buscando otras cosas necesarias, caminando rumbo a casa.

—Creo que ya sé—paro y me hizo sostener su helado—pero...

No te lo vallas a comer— me advirtió—saco de su bolsa una cinta color lila y se sentó en la banca más cercana—ven—me acerque a ella—dame la raqueta—ella me quito los helados y la saque me devolvió los helados, quitándome la raqueta poco a poco acomodaba la cinta para la empuñadura.

—CHA NAN—me enseño la raqueta y negué—pero...—me interrumpió—No me vengas con que queda mal—me volvió a interrumpir—No se la vayas a quitar, te doy un raquetazo—amenazo y yo asentí