Este episodio contiene temáticas de traumas sexuales que pueden incomodar a algunos lectores.
Eloy.
Se quedó un instante reposado en la puerta, necesitaba calmarse, su corazón palpitaba rápidamente en su caja torácica, sus emociones a flor de piel, la intensidad entre él y el alfa era extremadamente escalofriante, excitante y retorcida, estaba seguro que el alfa también podía sentirlo de no ser así lo hubiera alejado pero no lo hizo de alguna manera siendo reconfortante.
Desquiciado, actuó con imprudencia, aventarse al alfa fue totalmente imprudente pero joder fue desquiciadamente excitante jugar con fuego, sabía que debía controlarse si no quería terminar por quemarse ¿podría?¿podría controlarse cuando era malditamente tentativo y extasíante provocar esas reacciones en el platinado? Esperaba poder hacerlo, el no tenía la intención de ser imprudente pero le resultaba difícil cuando estaba frente a él, a Eloy le costó alejarse de la puerta pero debía hacerlo, tenía cosas que resolver y una de ellas era Douglas, el vuelo a Japón que la noche anterior había sido cancelado se pospuso para hoy por lo que debía escuchar la respuesta de Douglas.
Él no era creyente pero rezo por que Douglas mantuviera la boca cerrada frente a sus padres.
Fue en busca de Douglas, lo encontró en el salón principal, en el momento en que sus ojos se encontraron la tensión apareció en el ambiente, golpeó como un tsunami a Eloy, se sentía horrible recibir la mirada de desaprobación de Douglas ¿porque? ¿Por qué importaba tanto como Douglas lo mirara? Era molesto, absurdo y molesto.
— ¿A que hora sale el vuelo? — quería disipar la tensión, algo imposible.
— En unas horas. — dijo tajante, aparto la mirada, sabía que sus ojos pardos mostraban irá, la ira que lo consumía.
— ¿Lo pensaste? — una parte suya se arrepintió por preguntar.
— No estoy de acuerdo con esto. — hubo un silencio, mordió su mejilla por dentro casi degustando sangre, se sentía frustrado por las palabras que pronunciarían su boca — pero se que es un necio y no podré detenerlo — sus ojos vagaron en el suelo hasta encontrar los de Eloy, ojos que irradiaban un brillo enceguecedor, un brillo esperanzador.
— ¿Entonces eso quiere decir que no les dirás a mis padres? — no pudo contener el entusiasmo que esa respuesta le generó.
— Por el momento no.
— Está bien, es más de lo que esperaba.
— Cuando regrese solucionaremos esto, este usted dispuesto o no. — aseguró con voz firme y Eloy no fue capas de rebatir - la situación es delicada, no quisiera dejarlo solo pero asumo que tiene un plan por si las cosas se complican. — hizo una pausa se preguntó si estaba delirando, no podía creer las palabras que salían de su boca — seleccione a los mejores guardaespaldas para que cuiden de usted hasta mi regreso pero no me iré tranquilo sabiendo que tiene a un alfa por mas cadenas que tenga — su mandíbula comenzaba a dolerle por la tensión ejercida — prométame que mientras no esté no se acercara a él.
—... — Eloy abrió y cerró la boca sin decir nada, lo pensó un momento, no quería prometer algo que fuera incapaz de cumplir pero no podía ser inflexible, no cuando Douglas estaba cediendo a su capricho ¿Por qué él no podría hacer lo mismo?.
— Solo le pido que no se acerque en mi ausencia, es peligroso que este a solas con ese alfa.
— ¿Eso te dejará tranquilo?
— Si, parte de mi lo estará.
— Esta bien, lo haré, prometo mantener distancia del alfa.
