Capítulo 10; Irina.

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Irina.


Las tormentosas horas se convirtieron en días y los días transcurrieron convirtiéndose en una semana. Ulrich no aparecía, no habían noticias ni indicios de él, parecía habérselo tragado la tierra, algo totalmente aterrador y mortificante. Si, Irina era consciente de la mierda que lo rodeaba, estaba al tanto de cuántas veces él fue raptado por la otra rama familiar pero aquellos intentos quedaban frustrados al cabo de dos días, no había nadie ni nada que pudiera pasar por sobre Oliver Fischer, él siempre estaría un paso delante de los que quisieran dañar a su amado sobrino, excepto esta vez, esta vez no pudo encontrarlo.

En aquellos tortuosos días descartaron uno por uno a los sospechosos, no habían pistas, ni extorción, la situación era cada vez más desesperante, Oliver por primera vez no sabía que hacer e Irina a estas alturas pensaba lo peor. Si nadie le había hecho daño solo quedaba una opción y de solo pensar que Ulrich fuera capas de terminar con su vida le hundía el corazón en un agobiante dolor. No podía imaginarse una vida sin él, sin sus besos, sin sus abrazos sin sus "te amo" carajo, la voz de Ulrich resonó en su cabeza, lo extrañaba, jodidamente, lo necesitaba, lo amaba, condenadamente lo amaba.

Rezaba todas las noches sin falta para que él volviera a sus brazos, para que la vida lo trajera a ella en una pieza.

Joder!

¿Cuánto tiempo más debía resistir esta incertidumbre? Era jodidamente enloquecedora, lo necesitaba, necesitaba al menos saber que estaba con vida, aunque en lo profundo de su ser sabía que él aún respiraba, ambos tenían una conexión tan inmensa y entrañable como la de un omega y un alfa, ella era beta y aunque Ulrich quisiera marcarla como suya no haría ningún efecto por eso haber desarrollado tal conexión que compartían la hacía sentir orgullosa.
Desde el primer momento que cruzaron sus miradas Irina supo que él sería su primer y único amor, creció junto a Ulrich, conocía a Ulrich de pies a cabeza, el trauma y el peso de su historia, todo, con el tiempo se volvieron inseparables, poco les costó desarrollar sentimientos el uno por el otro entregándose completamente a ellos. Su relación era como cualquier otra, tenían sus altibajos, estar con una persona que intentaba lidiar con sus emociones y traumas no era fácil ¿pero que relación lo era? Ellos lograban ajustarse y siempre estaban el uno para el otro, mientras Ulrich lidiaba con su propia mierda Irina intentaba lidiar con la suya, los celos llegaban a ser enfermizos a veces, era demasiado posesiva, no supo cuando desarrolló tal posesividad hacia Ulrich o quizá siempre fue así solo que Ulrich lo sacaba a relucir, sabía que podía confiar en él, él no era el problema, el problema era el resto cuando intentaba conquistar a su hombre, su hombre era condenadamente atractivo para alfas, betas y omegas, agradecía que tuviera fobia a los omegas, si, un pensamiento totalmente egoísta pero no podía imaginar si en algún momento aparecía un omega que le cambiará el mundo, su fobia era la garantía de que jamás la abandonaría por un omega, si, habían betas y alfas pero los más peligrosos para una relación alfa-beta era un jodido omega, lo jadían todo, ella misma lo vivió en carne propia cuando su padre las abandono a ella y a su madre por una puta omega, hizo que su padre se olvidara que alguna vez tuvo una hija, amaba y admiraba a su madre Ana Vogel por su fortaleza y por seguir adelante a pesar de su corazón roto, recordaba la imagen de su madre totalmente destruida, hundida en la depresión, llorando todas las noches, de no ser por Oliver quien sabe donde estarían ahora, Oliver era la única imagen paternal que consideró desde entonces, era un hombre único le tenía un gran aprecio, él se desvivía por sus seres queridos, siempre defendió a Ulrich a capa y espada, era sorprendente que esta vez no pudiera hacerlo, lo que hacía que todo fuera más preocupante.

Irina pasó toda la semana acostada en la cama de Ulrich, rodeada de sus cosas, de él, estaba enloqueciendo, se sentía morir por dentro, la desesperación crecía junto con pensamientos negativos a cada hora, estaba al borde de las lágrimas, otra vez, se hubiera largado en llanto si no hubieran tocado a la puerta.


 𝙷𝚊𝚍𝚘.  (ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora