Capítulo 13: ¡Visita al Infierno!

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CAPÍTULO 13: ¡VISITA AL INFIERNO!

"¿Grover?"

Al ver que llamaba a alguien, Artemisa miro en su dirección y lo soltó tras ver a los sujetos que estaban parados a pocos metros de ellos. Concretamente, a tres de ellos.

"Son los idiotas que está buscando Dionisio." Pensaría la Diosa con simpleza, mirándolos con algo de asombro.

Cuando se dio media vuelta para enfrentar a Bell nuevamente, vio que ya no estaba en el lugar. Artemisa dio un gran suspiro de cansancio cuando vio como Bell estaba alzando su mano en gesto de saludo a los tres jóvenes.

Finalmente, Artemisa negó con la cabeza y se acercó al grupo con la idea de terminar la charla lo más rápido posible. Ya había perdido mucho tiempo por estar vagando en el mundo mortal.

Cuando Artemisa se acercó lo suficiente para escuchar la conversación, alzo una ceja en consecuencia.

"¡No, no me toques! ¡No me toques!" Amenazaría Grover a un sujeto cualquiera, mientras lo miraba de mala gana.

Bell estaba observando la discusión con los ojos en blanco, porque Annabeth ya le había comentado la causa de la pelea.

"¡No me toques, porque-"

"¡Te estoy sosteniendo, antes de que te caigas por lo drogado que estas!"

"¡No, yo no me caigo! ¡Suéltame antes de que te-"

"A ver, a ver. Esperen un poco." Diría Bell, observando a Percy que parecía querer decir algo. "¿Qué pasa?"

"Nada, que se deje de joder. Es un nene, no es mayor." Exclamaría Percy con una mirada muy eufórica, indicando que también estaba drogado.

"¡Es verdad, viejo!" Exclamaría Grover, mirando a Percy.

"Espera, espera. ¿Estás de acuerdo con toda esta pelea?" Preguntaría Bell, mirándolo como si fuera un idiota.

"Por supuesto que no estoy de acuerdo. Grover es un nene, y este idiota se va a meter en problemas legales."

"¡Es verdad!" Exclamaría Grover, estando de acuerdo con su defensor.

"¡Anda, anda a tragar pelos desordenados!"

"¿Qué?" Preguntaría Percy, para luego reírse de forma sarcástica y comenzar a acercarse amenazadoramente. "¿Tragar qué?"

"¡Anda a tragar agua, hijo de Poseidón!"

Antes de que la cosa se pusiera más fea, Bell intervino entre los dos y miro a sus dos amigos como si fueran unos idiotas. "Estamos en medio de un local, dejen de comportarse como unos idiotas. Esto va para los tres." Concluiría Bell, dirigiéndole una mirada al sujeto desconocido.

"¡Pero yo estoy tranquilo! ¡El problema surgió por culpa del patas de avestruz!"

Bell tuvo que detener aún más a Grover por lo que el sujeto le había dicho.

"¡No, eso es mentira! ¡Tú viniste y fuiste el que inicio la violencia!" Exclamaría Grover con furia por como lo había llamado.

"¡No, no! ¡Yo estaba hablando tranquilamente con unas mujeres y-"

"¡¿Qué metes a las mujeres?! ¡¿Qué las metes?!" Grover interrumpió al sujeto, haciendo que este último perdiera la paciencia.

Grover recibió una fuerte cachetada del hombre, haciendo que todo se descontrolara.

"¡¿Eh,!? ¡Basta! ¡¿Qué haces?! ¡¿Cómo me vas a pegar a mí?!" Grover se abrazaría rápidamente a Bell. "¡El único que me pega acá es Bell, ¿entendiste?! ¡Estas tarado, ¿eh?! ¡Tú eres nuevito oca, ¿entiendes?! ¡Yo ya estoy desde hace unos días, y no voy a permitir que te lleves a mis mujeres!"

Bell Cranel y los Olímpicos: La Profecía del Oráculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora