Capítulo 2.

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¡!un capítulo de louisxchica, es parte fundamental de la historia pero les ruego me disculpen:(¡!
Cualquier error, avísenme, por favor.

"Porque, tal vez, la muerte sea el siguiente paso a la libertad"

-¡Louis!- gritó una pelinegra de ojos rasgados y aroma a jazmines -aroma que a Louis le recordaba a los jardines de su abuela-, el alfa sonrió, volteando hacia ella. Sus brazos se abrieron invitando a la joven a poder colarse entre estos.

La tomó entre sus brazos y hundió la cara en su cuello, ahí donde el aroma se concentraba. La joven sonrió y acarició los castaños cabellos del noble alfa. Algunos alumnos viendo aquella escena con ternura, admirando a la pareja.

Louis es el alfa que todo omega podría desear, traía a la mayoría de omegas -y betas- suspirando por el ojiazul. No podían evitar sentir celos de la pelinegra que había captado su atención. Pero reconocían que la omega era una joven maravillosa, inteligente y sin miedo a nada, eran hechos el uno para el otro.

Fue la que dio el primer paso porque si no iba ella, ¿quién? De ahí se hicieron amigos, y con el tiempo, llegaron a algo más. Una pareja admirada, el alfa siendo un encanto que apoyaba a su omega que amaba de la libertad que el ballet la hacía sentir.

Hacía un año que el ojiazul le propuso matrimonion a la pelinegra, y seis meses de que vivían juntos ya. Louis estudiaba derecho y Haru, la omega, estudiaba danza -algo que desde pequeña amaba-.

-Te tengo una sorpresa, alfita- sus ojos quedaron atrapados entre unas arruguitas por la sonrisa, una maravillosa vista para Louis. Suspiró enamorado..

-Ah, ¿sí? Muero de ansias por ver lo que tienes preparado para mí, bonita- dejó unas suaves caricias en su mejilla derecha, sus ojos brillaban al verla y se sentía tan afortunado de tenerla.

Él podía pasar horas observándola mientras ensayaba, o cuando ya participaba. No tenía ojos para nadie más, sólo para ella. Y era recíproco, la omega podía pasar horas observando al ojiazul estudiar sobre casos -y esas cosas que no entendía- porque lucía tan tranquilo aunque siempre mantenía su ceño levemente fruncido, o sus labios siendo remojados de vez en cuando por su lengua.

Louis se encontraba manejando, apenas salió del trabajo fue directo a su coche sin querer perder tiempo y llegar lo más rápido posible a su casa. Sus dedos golpeaban el volante, estaba ansioso por llegar a casa y ver a su novia. Ansiaba ver a Haru con esa pijama tan tierna y sus pantuflas de conejo y recostarse juntos a ver algún drama de esos que a la omega le gustaba.

Una vez estuvo frente a su casa, un aroma dulce llegó a sus fosas nasales. Olfateó gustoso, sintiéndose cálidamente atraído, entró. La joven omega iba saliendo de la cocina justo cuando entró, esta sonrió y corrió hacia él envolviendo las piernas al rededor de su cintura.

-¡Lou!- dijo alegremente la omega, llenando de besos la cara del alfa, quien los aceptó gustoso.

-Hola, amor. Yo también estoy muy feliz de estar en casa contigo- rió bajando cuidadosamente a la omega, depositando un beso en su frente.

La omega lo dirigió a la mesa bien decorada y le hizo tomar asiento, ella acomodó los platos para después proceder a servir la comida. El ojiazul miraba todo maravillado, pocas veces compartían este tipo de cenas y siempre le hacían sentir genuina emoción.

-Dios, esto es tan maravilloso- murmuró emocionado el ojiazul, la omega alzó la cabeza con sus ojitos brillando de emoción. Él tomó su mano, dando suaves caricias- Y es aún más maravilloso el que estemos juntos, Haru. Pero dime ¿cuál es esa sorpresa de la que me hablaste?

and it's my place now if i got you. lwt+hesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora