Ley de amantes

I

"Las doncellas casaderas de este reino bendecido por los espíritus y ánimas de sus bosques. Deberán hacer una ofrenda y celebrar un rito de agradecimiento en nombre de su reina y el pueblo.

Toda aquella que esté en edad de desposarse tendrá que internarse en el bosque durante 3 días y tres noches sin nada más que una túnica ligera de seda blanca en representación de su espiritualidad,una canasta hecha por por sus propias manos en ella portaran un objeto de gran valor, frutos y semillas, vasijas vacías y una daga.

Deberán cubrir su rostro con alguna máscara o velo fino pues si las jóvenes llegaran a encontrarse en el camino sus vidas se cruzaran y ninguna podrá ser feliz esta es una forma de burlar al destino, pero no por durante mucho tiempo asi que dependera de ellas ser precavidas.

Los preparativos deben comenzar dentro de las próximas dos semanas bajo la bendición de los últimos días de la abundancia de primavera y la maduración del verano."

Al fin tras terminar la reina de leer el decreto (por décima vez en el día) en la última región de su pueblo la gente comenzaba a dispersarse ya que no querían retrasar a las entusiasmadas mujeres.

—Vamos Aldirs que no nos queda mucho tiempo para conseguir todo lo que necesitas.

—Mamá aún tenemos tiempo antes del alba y no nos faltan muchas cosas, regresemos a casa ya.

—¿Sabes acaso cuántas otras jóvenes están alistándose para casarse en todo el reino?

—Deben ser demasiadas, pero, seguro se prepararon desde hace tiempo, si no entonces no lo desean tanto como dicen.