VI.

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3, 6, 5, 2, 4, 7.

Seis dígitos.

— Lo siento mucho, él normalmente no es así. — El rubiecito que apenas llegaba con su comida, intentó excusar a su amigo a como dé lugar.
— Se preocupa muchos por sus calificaciones y hoy le hice saltarse una clase, eso es todo.

Hyunjin no prestaba atención a lo que Felix decía en absoluto porque tenía mucho en que pensar ahora mismo, su neuronas aún no completaban la sintaxis para unir los cabos y armar una teoría.

Ambos chicos, Eric y Felix quedaron esperando una reacción o alguna respuesta por parte de Hyunjin.

— Está bien, no hay porque afligirse. — Retomó la compostura en un pestañeo.
— Sientense a comer, no queda mucho tiempo de almuerzo.

De ahí siguieron pláticas vanales entre sus amigos mayores y esos dos sentados frente a él, ocasionalmente reía cuando tenía que hacerlo para no perderse en la conversación pero en realidad su mente estaba en otro lado.
Sus ansias crecían y la imagen del chico castaño que salió corriendo en pánico se había quedado plasmada en su memoria.

¿Qué pudo haber ocasionado ese comportamiento?

Al meter la mano a su bolsillo y tocar el teléfono ajeno en él, sus dedos picaron como si estuviesen en llamas, tenía la contraseña y solo bastaba digitarla para comprobar que era la correcta. Sin embargo le detenía el remordimiento, una parte de él le estaba reprochando haber tomado ese teléfono sin permiso y ser responsable de la desesperación de Seungmin.

Lástima que Hwang Hyunjin jamás le hacía caso a esa parte de él.

El almuerzo terminó pronto y los chicos empezaron a retirarse del comedor de vuelta a clases, Hyunjin iba a la par de Eric pero decidió dejarle de último momento para alcanzar a Lee, necesitaba hacerle una pregunta.

— ¿En qué te pudo ayudar? — Le detuvo en medio del pasillo atrayendo un poco la atención.

— Necesito que me ayudes con algo. — Y dicho esto sacó el singular iPhone decorado con pegatinas y magullado que Felix reconoció de inmediato.

— Es el teléfono de Seungmin. — Dijo él rubiecito en el acto.

— Lo sé, eh, quería preguntarte si sabes que es está aplicación. — La pantalla de dicho aparato se iluminó dejando ver una notificación oculta con el emblema de una perrito Shiba.

— No, no la conozco. — Negó el jovencito.
— Pero ¿Porque tienes tú su teléfono?

— Uh, es una broma entre los dos. Un pretexto para hablar con él, reunirnos afuera de la escuela o algo por el estilo. — Ese había sido su plan en un inicio cuando no quiso llevárselo en primer lugar.
— Pero porfavor, no le digas que lo tengo yo, ¿Si? Creo que es mi único chance de acercarme a Seungmin sin que me rechace.

EXTRACURRICULAR [Stray Kids AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora