¿Segunda opcion? ¡Jamas! ; banginho | hyunho

♡03.

Romperme el corazón se volvió tu especialidad

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— Minho, ¿ya estas lis- ¡LEE MINHO!

El grito de su progenitora hizo a Minho despertar de un salto, la baba aun escurría por su mentón y su cabello estaba hecho un nido de pájaros, al verlo su madre chillo, estaba demás decir que se encontraba molesta.

— ¡¿Qué haces durmiendo?!, ¡Vístete carajo, los Hwang llegan en 10 minutos!

Sin ánimos de nada Minho se arrastro para salir de la cama, y con movimientos pesados abrió su armario buscando ropa por la cual sustituir el pijama, si fuera el se quedaría en su cómodo pijama de algodón con panditas estampados, pero su madre le mataría y quería al menos llegar a la universidad.

— ¡MINHO SI NO TE APURAS TE MATO!

No lo entendía, conocían a los Hwang desde hace años, había confianza, incluso si bajaba en ropa interior sabía que ellos no se molestarían, creía que su madre estaba haciendo demasiado escandalo solo por una simple cena.

— ¡MINHO!

— ¡YA ESTOY LISTO!

Termino de acomodar su camisa y bajo rápidamente al comedor, donde su madre ya se encontraba recibiendo a los 4 integrantes de la familia Hwang.

— ¡Jae, Jinnie! No saben el gusto que me da verlos.

Su madre, tan cariñosa como siempre, abrazó a Jinyoung y Jaebeom —los padres de Hyunjin y Yeji— que eran amigos de la familia desde hacia más de 10 años. Amistad, que esta demás decir, empezó por dos cachorros que eran inseparables y no querían estar lejos del otro demasiado tiempo, por supuesto, ya todos sabrán que estos dos cachorros eran nada más y nada menos que Hyunjin y Minho.

— ¡Hyunah!— exclamo Jinyoung abrazando fuerte a su amiga — Dios, nosotros también los extrañamos ¿por que ahora es tan difícil vernos?

— Desde que nuestros cachorros crecieron estamos más ocupados, ¿te acuerdas cuando eran pequeños y no podían estar separados? ¡teníamos que turnarnos para que durmieran en la casa del otro!

— Eran tan adorables.

No puede ser, aquí vamos de nuevo.

Minho tuvo unas inmensas ganas de correr y esconderse, y es que cada que se reunían a sus padres les encantaba recordar viejas historias de Hyunjin y el cuando eran pequeños, era incomodo, más ahora que eran predestinados. Sus padres solían bromear al respecto, diciendo que cuando eran niños pensaban que serian predestinados por los unidos que eran, si supieran la verdad.

— Bueno, bueno, ¿vamos a comer ya o que? — dijo Minho incomodo.

— ¡Oh, Minnie! Te pusiste rojito — señalo su madre.

— Mamá por favor...—con su mirada le suplico a su madre que parará.

Aunque no sirvió de nada.

— Vamos cariño, no hay nada de que avergonzarse, solo hablábamos de lo lindos que eran Hyunjinie y tu cuando se daban bebitos ¿cierto que eran lindos, Hyojong?