♡06.

2.9K 324 270
                                    

No juegues conmigo por favor

.
.
.
.

Faltaban pocos días para la última competencia de baile del año, también aquella seria la ultima en el que el alfa participaría.

Se graduaría ese año y tendría que decirle adiós al equipo de baile, su querido equipo de baile, había vivido tantos momentos inolvidables junto a ese equipo, cada vivencia marco su adolescencia, pero sobre todo aquella, donde lo conoció a él.

Su querido Lee Felix.

Era increíble para el lo perfecto que era el omega, jamás en su vida había conocido a un omega con el, tan único y maravilloso. Siempre quiso acercársele e intentar algo con el, lastima que aquel enano alfa Changbin se le adelanto y consiguió lo que todo alfa en la escuela deseaba.

Enamorar a Lee Felix.

Le molestaba, era realmente tedioso para el ver a Changbin y Felix siendo tan cariñosos y dándose besitos cada dos por tres, ¡el quería el lugar de Changbin!, deseaba ir a buscar al omega a su salón todos los días, comer juntos, besarse y darse mimos.

¿Por qué el universo era tan injusto?

— Hyunjin — le llamo su profesor de danza — ve a buscar a Felix, se esta tardando mucho.

De un solo saltó se puso de pie y emprendió camino en búsqueda de su lindo Felix, hacía rato que el omega fue al baño y no volvía ¿le habría ocurrido algo?, esperaba que no fuera el caso.

Pero como fuera el pedido del profesor le había dado la oportunidad de hablar con Felix y no la desaprovecharía.

Iba planeando temas de conversación cuando estando a poca distancia del baño lo escucho.

Ruidos extraños.

Más bien, gemidos.

Temiendo que sus suposiciones fueran reales se acerco más a la puerta del baño para oír mejor.

— Binnie~¡aah! M-Mas fuerte, ¡p-por favor, amor! Aah~

Ya no le quedaba ninguna duda, Felix y Changbin estaban teniendo sexo en baño, le dieron muchas ganas de vomitar pero se contuvo.

Su corazón estaba hecho añicos.

Se dio la media vuelta y salió rápido del lugar, no quería oír más al amor de su vida gemir el nombre de otro, era desagradable y muy doloroso.

No le importaron los gritos del profesor a sus espaldas, tomo su mochila y marcho de la escuela, ya no quería ni tenía ánimos de estar en clase. Seguramente se llevaría una gran reprimenda al día siguiente por marcharse así de la escuela, pero en ese momento la verdad es que no le importaba.

Solo tenía una cosa en mente.

Minho.

Necesitaba a Minho.

Corrió con todas su fuerzas hasta llegar a la casa de Minho, el mayor debía de encontrarse solo en su casa, ya que sus padres aun estaban trabajando a esa hora. Sus pulmones le ardían, pero no le interesaba en lo más mínimo aquel dolor, para él el dolor de su corazón era mucho más grande.

¿Segunda opcion? ¡Jamas! ; banginho | hyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora