Shikazan

Plan Arruinado

Una luz blanca inunda todo el cuarto. Fuertes gritos se escuchan a lo lejos. No puede abrir los ojos, ¿Qué pasa? Se pregunta. Tampoco puede moverse, no porque estuviera atada o sostenida a algo, simplemente no puede moverse, siente un líquido, el líquido en donde se encuentra sumergida. No puede comprender lo que pasa y los gritos no la dejan pensar sobre lo que está sucediendo. El sonido empieza a crecer. De un momento para otro la luz blanca como la nieve se vuelve de un rojo intenso, a su vez una alarma empieza a sonar. Los gritos eran cubiertos por aquella alarma. Sentía que sus oídos reventarían en cualquier momento. La calma en la que flotaba mientras el caos se oía fue interrumpida. Se empezó a tambalear de un lado a otro, sentía como se golpeaba con las paredes de lo que parecía ser una capsula, misma en la que dedujo está atrapada. Quien quiera que la había encerrado ahí, estaba segura que era quien la estaba llevando a otro lado. El sonido aumentaba, los golpes que sufría su cabeza se sentían mejor ante el incesante ruido que había afuera. La combinación de ambas cosas iba a terminar con ella de forma brutal, lo único que logro pensar es ¿Qué está pasando?

Sintió que algo le apachurro el abdomen y abrió sus ojos. Negro. Alika está en su habitación, la puerta se encontraba abierta y su reloj de pared marcaban las 4:39 de la mañana. Bajo su cabeza y vio a su hermano. Este se hallaba acostado junto a ella abrazándola fuertemente. La miro a sus ojos. Parecía apunto de llorar. Está preocupado por su hermana. Con una voz seca le dijo a Alika.

–No llores más

A Alika no le dejaban de salir lágrimas. Había vuelto a tener ese sueño. ¿Por qué? ¿Qué significa? ¿De verdad era un sueño? Se preguntaba siempre que lo tenía. Pero esta vez se sintió más aliviada que otras veces, pues la primera vez que ve a su hermano al despertar. Alika ya no lloraba por el sueño que acababa de tener, lloraba de consuelo por tener alguien que la quería como su hermano.

–¡Dherek! –grita su madre –¿Qué harás hoy?

Mientras ella se encontraba en la cocina haciendo el almuerzo de Dherek, él se estaba alistando para salir.

–Iré a la escuela y luego al taller.

–Hoy saldré antes del trabajo ¿Quieres que pase por ti cuando salgas?

–No gracias, iré a dar una vuelta después con los chicos.

–Está bien, no vuelvas tan noche por favor.

–Si madre

–Por cierto –Dice mientras se asoma por la puerta –¿Tienes el recipiente rojo?

A Dherek se le vino el recuerdo de aquella criatura, se paralizo un momento y no se dio cuenta, pero se puso muy pálido.

–No mamá, no lo tengo –Dijo con una voz entre cortada.

Su madre se preocupó y antes de entrar, Dherek le dio la espalda a puerta y empezó a revisar su mochila. Talvez no era momento para hablar, pensó su madre, quien se fue preocupa, su hijo ya no hablaba con ella y no sabía que hacer al respecto.

–Entonces al poner presión en el objeto B... –Hablaba un profesor en un salón casi vacío. Estaban cerca de 6 personas aparte del profesor sentadas en sus pupitres. Unos dormían, otros solo platicaban entre sí y otro está besando a su novia como si no se hubiesen visto en mucho tiempo.

Aristo se encontraba haciendo una lista de los objetos que usaban normalmente a la hora de explorar. Esta vez estaba más frustrado por haber dejado muchas cosas que eran difíciles de conseguir y algunas otras eran bastante caras.

–Me pregunto si Dherek podrá conseguir más cuerda –Dice en voz baja mientras mira a la ventana, el sol esta intenso hoy. Aristo vuelve a pensar en la criatura, lo lleva inquietando últimamente –¿Qué era eso? –se preguntaba, Pero se preocupaba más por Alika, no la ha visto desde aquel día que se separaron, pero intuye que está bien, si no lo estuviera o ni siquiera hubiera aparecido, Dherek hubiera corrido directamente a él todo preocupado y preguntando por ella. Eso daba algo de tranquilidad a Aristo, aunque no completa.