Personal Trainer.

Único capitulo (parte dos.)

Taehyung una vez llegó a su casa—sonrojado de pies a cabeza—desdobló el papel de su bolsillo. En el papel se leía claramente "Solicitó: dos frascos de laboratorio, requeridos para los análisis de orín y materia fecal. Uno de los frascos debe contener formol. Los análisis deben de ser realizados con cuidado, porque sino tendrás que hacerlos de nuevo. Desinfectar muy bien áreas íntimas..."

Y no quiso seguir leyendo, Jungkook era demasiado sin filtro, carecia de sutileza.

—Aish, tan explícito, que vergonzoso—murmuró él castaño frunciendo sus labios.—No es como si nunca me hubiera realizado un análisis. Sin embargo, muy profundamente, admiraba lo minucioso del pelinegro. Se preguntaba si solo se había graduado de personal trainer o se había especializado en algo más. Definitivamente había pasado por más de un lugar para tener esa profesionalidad.

Se apresuró a tomar el bolso que llevaba a la universidad para sacar sus cuadernos de Historia del Arte y realizar las tareas requeridas. Horas más tarde con sus pendientes finalizados, guardó los resaltadores en su estuche y preparó su bolso para el día siguiente.

Jungkook le había mencionado que tenía que anotar los alimentos que consumía habitualmente.

Escribió los que más solía comer. De todas formas en los análisis de sangre y orina saldría más específicamente de qué se encontraba deficiente. Cuando acabó la lista la guardo en la funda de su celular.

Durante la tarde Taehyung se la paso ordenando su cuarto, o mejor dicho su pequeño departamento. El cual había comprado él mismo, con sangre, sudor y lágrimas. ¿Por qué se desvivía tanto si tenía una buena suma en la herencia que le habían dejado sus padres? No quería tocar ese dinero. Había prometido que sería independiente. Además no se sentía preparado para usar ese dinero, ni tampoco la deshabitada casa que también le habían dejado sus padres. Evitaba los recuerdos a más no poder.

Habían pasado cuatro años, pero la herida seguía tan abierta como si solo hubiera pasado un día.

Siendo las once de la noche, su cansado cuerpo cayó sobre la cama como un saco de patatas, uno muy pesado, la cama se hundió casi absorbiéndolo. Su cuerpo estaba demasiado sudado por haber trapeado, lavado los trastes y la ropa, también limpio el baño y cada esquina del pequeño departamento. Motivo por el cual se levantó como un resorte dirigiéndose al baño, sintió su cuerpo más pesado que de costumbre por el cansancio. Frente al espejo ya desnudo, desprecio cada proporción de sí mismo.

—Joder, ¿quién podría amar algo como tú?—murmuró Taehyung a su propio reflejo, mientras una sonrisa forzada tiraba sus comisuras. Apretó uno de sus rollos descuidadamente con fuerza, mientras sus ojos iban a sus piernas, esos huecos deformes denominados celulitis, odio a cada uno de ellos. Sin querer luchar con el odio que se tenía a sí mismo, se metió en la ducha de una vez. Estaba demasiado cansado como para seguir mirándose despectivamente.

Pero Taehyung como muchos; siempre destacaba lo que no entraba en los estereotipos divulgados, pero jamás destacaba lo que era bonito en él.

(...)

El mejor amigo de Taehyung—Park Jimin—se encontraba con una ansiedad terrible por no haber podido acompañar a él castaño a conocer a su primo. Y no estaba conforme con la respuesta que le había dado Tae, un "me fue bien" no calmaba su curiosidad, para nada. Por lo que con casi zancadas paso por los pasillos de la universidad hasta llegar a una de las tres clases que compartían juntos, "Historia del Arte".

Logró localizar al castaño. Estaba conforme de que al menos había llegado más temprano para poder conversar, por lo que unos pocos alumnos se encontraban dentro del salón.