Parte 2 - La ley del mundo.

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Horas antes del anuncio oficial, Daddy y Mystia...

- Es una larga historia.

Daddy había usado un dron modificado para alterar la señal de los otros drones.

- Puedes contarme mientras caminamos...

- Que molestia.

- ¿Qué dices?

- Mira, no tardarán en llegar problemas, así que sigue mis órdenes.

- Tsk.

- Si que eres terca.

- Los drones no nos molestarán, tu lo has dicho.

- Por ahora, como te dije... Es mi último.

- Sigo sin entendeeeer.

- Que infantil.

- Pues cuéntame.

- Está bien, pero antes.

Daddy usaba el otro dispositivo, un pequeño aparato que mostraba cierto tipo de hologramas.

- ¿Qué es eso?

- Cambiaremos nuestra apariencia.

- ¿Ah?

- ¿Qué prefieres, morena o rubia?

- ¿Que?

- ¿O acaso estilo asiático, o de raza negra?

- No... No te estoy...

- Decídete.

- Bien, bien, asiática está bien.

De repente, un holograma cubría a Mystia.

- ¿Qué...?

Mystia observaba como su ropa y su tono de piel cambiaba.

- ¿Qué diablos hiciste?

- Usé un arma de un amigo para cambiar tu apariencia, como dije serás buscada en poco tiempo.

- ¿Esa cosa es un arma?

- Si.

- ¡No tiene sentido!

- Imagínate poder infiltrarse en un lugar prohibido, con esto podrías hacerlo fácilmente.

- Oh... Cierto...

- Mi amigo se especializa en armas, se le ocurrió hace un tiempo, así pude abandonar ciertos lugares.

- Hee...

Mystia no dejaba de admirarse.

- ¿Qué te parece?

- ¿Qué, qué me parece?

- .......

- ¡Está genial!

- (Eso parece haberla calmado.)

- Me siento exótica.

- Ya... Suficiente.

- Entonces, ¿ahora qué?

- Me transformaré luego... La energía podría agotarse.

- Entonces porque la usas conmigo ya.

- Mírate lo feliz que estabas...

- Viejo verde.

- Que no es eso.

- Eso parece.

- Lo digo porque no te enfocas en la realidad, ahora eres un criminal, y debes escapar.

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