Parte Única

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I

No tenía una fecha exacta a la que podría apuntar diciendo que ese día se habían hecho amigos, aunque sabía que todo había empezado en el campamento, cuando hablaron acerca de Hinata. Aquella noche, mientras todos estaban preparándose parta dormir, Tsukishima había empezado otra conversación.

“Azumane-san” haba oído detrás de él, y cuando volvió su rostro lo vió sentado en su futon con teléfono en mano y, extrañamente, sin Yamaguchi a su lado.

“¿Necesitas algo, Tsukishima-kun?” Preguntó, y mentiría si dijera que no se había sorprendido e incluso asustado por que el rubio le hablase.

“Tu número” dijo, secamente, haciendo un ademán de lanzar el teléfono, para después lanzarlo realmente a la mano del castaño, quién lo atrapo en un gesto limpio, pero con su mente intentando procesar las palabras dichas. Primero se quedó mirando por unos segundos al teléfono (que tenía un tierno colgante de dinosaurio), y luego a los ojos ámbar que lo observaban seriamente detrás de aquellas gafas, Asahi habría podido jurar que un brillo de inseguridad se dejó ver por unos segundos para desaparecer inmediatamente. “Está bien si no me lo quieres dar” Dijo, alzando la barbilla y escupiendo las palabras.

“¡No es eso!” Casi había sido un grito, sintió la mirada de Suga en la espalda. Ignoró el sentimiento, mientras mantuvo, valientemente, la mirada del rubio. “Solo me tomaste por sorpresa…" Dijo, por fin apartando la mirada y abriendo el teléfono para ingresar su número y su contacto, pero antes de regresar el objeto al dueño, se giró hacia su bolsa de viaje, agachándose y rebuscando, la mirada de su amigo ya no estaba en él, pero definitivamente la de Tsukishima sí. Por fin encontró el aparato entre sus pertenencias y se acercó a gatas hacia el futón del más alto. “Yo también quiero tu número” dijo, irguiéndose sobre sus rodillas y extendiendo ambos celulares. “S-si me lo quieres dar, claro” dijo, de pronto invadido por los nervios.

“Claro que quiero” Las palabras habían sido dicho en un tono tan bajo que por un momento Asahi dudo que realmente hubieran sido pronunciadas, hasta que vió como empezaba a ingresar su contacto, para entonces regresar su teléfono al dueño. Asahi sonrió al ver el número del contrario, y antes de poder razonarlo un segundo, mandó un mensaje.

[Azumane Asahi] [10:38 p.m.] Hola

Escucho a Tsukisihima resoplar enfrente de él. Pero no molesto, no realmente.

[Tsukishima Kei] [10:38 p.m.] ¿Estás hablando enserio?

Fue el momento de Asahi de soltar una risita.

[Azumane Asahi] [10:38 p.m.] Perdón, no pude evitarlo, además tenía miedo de haberte dado mal mi número.

[Tsukishima Kei] [10:39 p.m.] Me hubiera dado cuenta. Te lo habría pedido de nuevo.

[Azumane Asahi] [10:39 p.m.] Me alegro que te lo haya dado bien, si no te hubieras dado cuenta lo torpe que soy.

[Tsukishima Kei] [10:49 p.m.] No eres torpe.

Un ligero cosquilleo en el estómago lo detuvo por unos segundos, estaba a punto de responder el mensaje cuando Daichi había gritado que era momento de dormir, sólo atinó a decir un vago buenas noches antes de salir corriendo hacia su respectivo futón. Nadie planeaba hacerlo enojar, así que en cuestión de segundos todos estaban con la cabeza en la almohada.

Mensajes Furtivos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora