El aroma húmedo de las calles inundaba sus fosas nasales, creando un ambiente reconfortante junto a la vista que podía obtener gracias a las luces de los postes que aquella tenía, obtenida a través de la ventana del auto.
De repente, tuvo el ansia de probar aquel líquido marrón que tanto disfrutaba diariamente. Por lo que, a mano ciega, buscó aquella bebida que de seguro tenía el termo que lo acompañaba.
Era una de esos momentos donde inconscientemente se detenía a mirar un punto fijo, y sin poder evitarlo, se sumergía en su propia cabeza, recontando pequeños pero importantes momentos de su pasado.Aquel primer día en el apocalipsis.
Su primer día en la comisión.
Cuando descubrió que estaba en el cuerpo de un niño.
Su primer caso de psicosis de la paradoja.
La vez que casi pierde una pelea.
Su primer baile.
Esa despedida.
Tres años habían pasado desde aquellos sucesos en los que habían salvado al mundo de dos apocalipsis y restablecido líneas de tiempo. Incidentes que él y sus propios hermanos habían provocado.
Sin previo aviso, sus pensamientos fueron esfumados cuando cayó en cuenta que el líquido que había tocado su paladar definitivamente no era café.
- Esto es té. - Miró el termo desconcertado antes de señalarlo hacia la persona sentada en el asiento del copiloto.
- No esperes que beba café a las 10 de la noche. - Contestó la chica de cabello negro, mismo que ya estaba llegando a caer por sus hombros.
Y en uno de esos años ella había vuelto.
No tenían una explicación del todo clara con respecto a su regreso, lo único que sabía era que estaba agradecido de que ella encontrara el televador y lo usara a su favor para volver a su lado.
Después de que soltara un espiro de decepción, le entregó la botella fijando su mirada a el edificio que tenían al frente.
- ¿Qué tiene de malo el té? - Se sirvió de este mismo.
- Simple, no es café. - Respondió simple con su característico ceño fruncido al mantener su mirada fija al edificio.
Sin embargo, ella no era la única que había vuelto.
Seis y Tres también hicieron parte del regreso. Cada uno adaptándose a esta realidad donde podían ser normales.
Tres adaptó su nombre a Fleus, con el cual se inscribió a innumerables cursos de diferentes aprendizajes, con el fin de aprovechar la libertad que ahora tenía para poder aprender todo lo que le traía de curiosidad de niña.
Ethan fue el nombre que eligió Seis para poder formar su vida trabajando en el acuario de la ciudad, en donde gracias a su conocimiento brindado por Reginald, exponía aquellos estantes marinos a visitantes, aprovechando así para admirar aquellas criaturas; aunque no podía evitar irritarse un poco cada vez que su fiel amigo y ahora compañero de piso Klaus lo visitara al trabajo, pero su amada Fleus nunca faltaba para calmarlo, dado a que vivía en el mismo apartamento y también lo visitaba al trabajo.Y con respecto a Ocho...
Los dos niños se fijaron en un guardia de seguridad salir del edificio con las llaves en sus manos, mismas con las que cerró aquella propiedad, para luego bajar las pequeñas escaleras silbando e irse en su auto.
Tan solo unos momentos después, dos hombres con armas salieron del supuestamente cerrado edificio y empezaron a hacer guardia en la entrada.- ¿Lista? - Le preguntó a la chica, quien después de respirar profundo, le devolvió la mirada.
Se podría decir que el futuro que Klaus había deparado para ella y Cinco no es tan diferente a lo que es el ahora.
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Sparrow Academy | Cinco Hargreeves (Completa)
FanfictionCuando pensaron que todo se había resuelto, los hermanos Hargreeves se ven nuevamente en problemas, y esta vez una nueva academia hace parte de ellos. Portada: Cómic perteneciente a Gerard Way "Hotel Oblivion". Los personajes no me pertenecen.