1. Uber

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Sábado 1:00 am.

Una noche fría en Miami, yo manejaba mi Suburban a la espera del llamado de algún pasajero en la aplicación. Ser uber no era para nada lo que había imaginado que estaría haciendo luego de venir desde Colombia a los Estados Unidos, sin embargo era un trabajo honrado que dejaba muy buen dinero, sobre todo los días lluviosos como hoy.

Saldré con mis amigas, no me esperes en casa, llegaré algo tarde, Te amo Pochitas - decía el mensaje en whatsapp de parte de mi novia.

Sonreí al ver su fotografía de perfil, ella había cambiado la imagen de una mariposa, a su rostro, y se veía espectacular, me hubiese gustado no haber aceptado la solicitud de aquel viaje para poder ir con ella, pero trabajo es trabajo, y debía mantenerme en esta ciudad para cumplir mi sueño de ser una bailarina reconocida.

Llegue a la dirección solicitada, sin antes desear una feliz noche a mi novia.

Visualice a una chica alta, de largas piernas, zapatos Gucci y grandes anteojos oscuros que extrañamente estaba usando a la 1:15 de la mañana. Le hice un cambio de luces y me estacioné al lado de la acera.

Buenas noches, Daniela? - pregunte impresionándome al notar que aquella chica también era latina y no una estado unidense como pensé en un comienzo.

Si, soy yo - respondió en español la Chica subiendo a mi automóvil en la parte de atrás.

Mire por el retrovisor a aquella mujer, la cual sacó sus anteojos dejando ver sus ojos almendrados llorosos. Dios se me partió el alma ver aquella escena, sin embargo no quería ser importunista, por lo cual fije mi vista en el teléfono, notando como el viaje que ella había solicitado era hasta el otro extremo de la ciudad.

Rayos, pensé que podría tener una noche tranquila de sueño reparador antes de mis clases de baile de las 9:00 am, sin embargo este viaje me tomará por lo menos dos horas de ida y 1 de regreso a casa.

Esta todo bien?- me pregunto la chica al ver como aún no partíamos.

Si, solo estaba configurando la aplicación, disculpa Daniela - dije sonriéndole a través del espejo.

Dani, llámame Dani, estaremos dos horas juntas, creo que deberíamos entablar una conversación, como todo el mundo lo hace con sus ubers no crees? - sonrío aquella chica de manera triste.

No soy tanto de hablar, pero si de escuchar -mencione - y por como vienes, quizás sería bueno que te desahogaras con una desconocida que nunca en la vida veras nuevamente. - dije en broma queriendo saber el motivo de su tristeza.

La chica sonrió melancólicamente y se acomodó en el asiento, sin embargo no mencionó nada luego de unos minutos. Por lo cual solo me dediqué a conducir donde el gps me indicó.

Había incomodado a mi pasajera con el maldito comentario, muy bien Poché, perdiste un viaje de 5 estrellas.

De vez en cuando mi vista se posaba en aquella muchacha quien iba con su mirada perdida en las calles de Miami, haciendo que su rostro fuese iluminado por las luces que alumbraban la ciudad y los pocos autos que nos acompañaban. Si hubiese tenido mi cámara a mano, y la conociera, hubiese sido la foto perfecta para una galería de arte. Su perfil era tan hermoso, y su maquillaje era de envidiar, sin embargo sus ojos estaban tristes. Y me intrigaba saber como alguien tan hermoso puede albergar tanto en su corazón.

1 hora de viaje en silencio era lo que llevábamos en total, ninguna palabra salió de su boca, es más, según yo, ella estaba durmiendo apoyada en el vidrio de mi auto.

1:39 llevábamos en el mismo auto, y todo comenzó a descontrolarse. Su celular comenzó a sonar, el tono predeterminado del iPhone inundó de música al auto antes de que ella se secara algunas lágrimas que silenciosamente caían de sus mejillas.

One Shot [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora