Señora Malfoy

Reencuentro familiar primera parte

Reencuentro familiar primera parte

Harry

En su habitación en el ala oeste de la mansión Harry Malfoy despertaba con la misma sensación de incomodidad que todas las mañanas lo acompañara desde que dijo adiós a su familia.

Harry beso a Scorpius, recordando los besos de su madre y los abrazos de su hermana, aunque Pansy lo intento asesinar el no podía olvidar todos los buenos momentos que pasaron.

-es hora de enfrentar mi pasado bebe- dijo el mago fértil a su hijo que balbuceo y sonrió.

Los ojos plateados del bebe brillaron y agarró con su manita un mechón del cabello de su gestante. Harry sonrió, se apartó un mechón y recordó que su madre jamás tuvo ni un cabello fuera de su lugar, era tan elegante.

-hoy voy a ir con tus abuelos- dijo el mago al bebe que lo miro otra vez- luego enfrentare a tu abuelo Lucius, el debe decirme donde está mi marido.

A media mañana Harry dejo a Scorpius en manos de Trise y con el corazón en la mano se apareció en los terrenos aledaños de su hogar.

Harry tembló de miedo y avanzo, sintiendo como la barrera lo reconocía como un miembro del Clan Parkinson. Desde que venciera a Voldemort a los 17 años no había pisado su hogar de la infancia, entre la fama no deseada y los besos con Draco no había querido enfrentar a sus padres, no quería ver sus reacciones al saber que fue el fue el responsable de encarcelar a su hija.

Toco la puerta y espero a que algún elfo le abriera.

-amo Harry- saludo Evon con alegría.

-hola Evon, puedes avisarles a mis padres que estoy aquí- pidió al elfo que se desapareció- se valiente Harry, recuerda que Draco siempre lo es, lo honraras si eres valiente.

Unos minutos pasaron y Harry se desesperó, acaso sus padres lo odiaban tanto que no querían verlo, el pensar en eso lo entristeció y bajo la cabeza, no quería quedarse solo.

Alice

Sentada en una banca de terciopelo la bruja contempla su reflejo en el espejo, un regalo de su marido cuando recibieron a su pequeño Harry.

Aunque el pequeño morenito no fuera su hijo biológico lo amaba de la misma forma que a Pansy, después de todo lo recibió apenas unas horas después que Severus lo rescatara de las ruinas de la casa Potter.

-ama Alice, el amito Harry esta en la sala- anuncio el elfo.

-gracias Evon, prepara una torta de melaza- pidió con inusitada amabilidad- y dile al señor que debe bajar a la sala.

Alice sonrió, se coloco una mascada sobre su blusa de seda y respiro profundo.

Lo que Harry menos esperaba era un abrazo de su madre, pero allí estaba el perfume de rosas y camelias y la textura de la mascada. Ahora lo único que necesitaba era tener a Draco y su vida seria perfecta.

-Harry, aunque no lo quieras siempre me tendrás- dijo la bruja y abrazo al mago fértil que se sorprendió- no importa la estúpida que hagas, siempre estaré para ti, mi pequeño leoncito.

La imagen de su esposa e hijo abrazados fue lo que obtuvo Perseus cuando se atrevió a bajar. La verdad nunca podría perdonar a Harry por no defender a su hermana, pero tampoco era ciego a las acciones de su hija, lanzo las 3 maldiciones imperdonables y conspiro con el señor tenebroso.

En cierta manera era justo los 10 años de prisión a los que el wizengamot la condeno. Pero jamás diría eso en voz alta, después de todo era un malvado mortigafo y un sangre pura orgulloso.

-papá- la dulce voz de Harry saco a Perseus de sus pensamientos.

-hola, hijo- fue el escueto saludo del mago...

Continuara