Look how we've grown
And I wanna stay with you
Until we're grey and old
Just say you won't let go
Just say you won't let goHago un pequeño descanso en nuestro concierto improvisado para beber algo de agua. Estela no para de reirse de Jesús y sus quejas.
-Callaros ya chicas que me duele la cabeza- suelta irritado.
-Jesús, sabes la de gente que pagaría por oirnos cantar?- Le suelto yo haciendome la molesta.
A Estela se le escapa una risita.
Una hora más tarde seguimos c
-Me duelen las piernas- me quejo nada más bajar.
-Deja de quejarte que aún nos queda un montón- Me reprocha Jesús.
Estela y yo nos dirigimos al aseo ya que encima las dos tenemos la menstruación. Escaleras abajo un chico nos cruza una mirada durante una milésima de segundo, de inmediato puedo sentir los ojos de mi mejor amiga en mi nuca sin tan siquiera girarme puedo descifrar que el chico le ha gustado. Es bastante mono pero no veo que tenga nada que me llame la atención, me recuerda mucho al prototipo de Estela y eso me hace sonreír levemente.
-Ni se te ocurra quitármelo guarra- Me dice medio de broma.
-JAJAJA, sabes perfectamente que paso de eso y más después de lo de Álvaro- me río.
-Algún día lo tendrás que superar Marina-
Me ha dolido, se que no iba con mala intención pero el simple ademán de hablar de él me da escalofríos, no quiero recordarlo y menos ahora, necesito tener la mente despejada y clara.
Álvaro fue mi primer y último novio serio, se que os había dicho que pasaba de eso y lo hago pero el fue una excepción, estuvimos saliendo a penas 9 meses y aunque experimente cosas que nunca había hecho fue todo tóxico y malsano. Él me gusto muchísimo, no llegue a enamorarme pero hice algo peor, crear una dependencia emocional.
Me puso los cuernos.
Era esa clase de chaval superficial mimado que no sabe valorar nada de lo que tiene. Yo lo sabía y aun así me dejé llevar supongo que es lo que nos pasa a todas, además mi tenis y mi calidad de entreno se vio muy perjudicada, dormía poco, había días que faltaba, no comía bien, pero aprendí de ello. Aunque desde entonces he sido incapaz de entablar conversaciones con chicos y los evito a toda costa.
Sin darme cuenta me he sumido en mis pensamientos y he perdido de vista a Estela, la llamo un par de veces pero no responde. Supongo que estará comprándose algo asique entro al aseo.
Ya saliendo para reunirnos a la hora quedada la veo salir con esa sonrisa pícara mirando el teléfono.
Me gira el móvil y puedo observar en la pantalla a un niño que me recuerda a alguien.
-Me recuer- Sin darme tiempo a articular la pregunta me responde.
-Sí, es el chico que nos cruzamos antes, cuando te fuiste al aseo fui a charlar con él, fue taaaaan simpático- Dice colorada.
-Estela deja de ligar anda- le vacilo.
No me sorprende nada lo que me ha contado, otra cualidad suya es ser sociable y simpática y le gusta hablar con la gente sin el miedo a ser juzgada. Me alegro por ella y nos subimos a la furgoneta.
Resulta que hemos llegado tarde y Jesús lleva esperando un buen rato. Con solo ver su cara nos damos cuenta y decimos al unísono.
-Lo sentimos-
-Sois más petardas- dice con media sonrisa en la cara.
Sorprendidas y aliviadas subimos, y seguimos el largo camino a Madrid.
Pasamos el rato hablando de los chicos y chicas que irán al torneo y la verdad es que conocemos a casi todos, también hemos jugado a varios juegos de adivinar por la ventana, Estela se ha dormido tumbada encima de mí mientras yo he conversado un poco mi entrenador sobre cosas triviales.
Estábamos apunto de llegar pero entre unas cosas y otras ya se nos había hecho la hora de comer. Paramos en un restaurante muy cercano al club. Dios ya estábamos casi, a penas quedaban minutos para llegar, toda la vida y estaba ocurriendo.
-Planeta tierra llamando a Marina - Me llama Estela.
-Perdón que me decías--Te estamos preguntado qué quieres tomar marina- resuelve Jesús.
-Ah, un plato de pasta por favor- digo educadamente.
A continuación me vuelvo a sumergir en mis pensamientos y en las espectativas que tengo de este viaje, y por segunda vez Estela me vuelve a interrumpir.
-Marina, los estás viendo!?!
-¿A quién a quién?
Me señala con un dedo una dirección y en girarme me quedo paralizada.Por si no lo había mencionado Álvaro también jugaba al tenis y se había clasificado.
Sin palabras, esa era mi única reacción.
Da igual el tiempo que pase, en ese instante se te llena la cabeza de momentos vividos tanto buenos como malos.
Intento mantener la mente fría y hacer como si nada.
-¿Estás bien?- Me pregunta mi mejor amiga.
-Claro que sí- miento.
Por desgracia me conoce demasiado bien y sabe que es un golpe bajo y no me lo esperaba.
-Vamos un segundo al baño Jesús, enseguida volvemos- Dice Estela.
Sin saber muy bien que pretende la sigo hasta el aseo.
ESTÁS LEYENDO
LAS APARIENCIAS ENGAÑAN
Lãng mạnMarina una chica de 16 años siempre ha tenido las ideas claras, jugar al tenis. Desde pequeña ha controlado todo a su alrededor hasta que situaciones y personas le hacen darse cuenta de que hay mucho más allá, prácticamente un mundo por descubrir. ...