Siempre adelante

El velorio

Me desperté y salí cuidadosamente de los brazos de Jaden, no se despertó, se ve que estaba muy cansado. Tome mi bata y fui hasta el baño, me tome una ducha de agua caliente, casi hirviendo, de esas que me relajaban mucho. Se me callo una que otra lágrima que yo no podía detener. Cuando termine cerré la ducha y me envolví en la bata, fui hasta la habitación y llame a Jaden para que se fuera bañando.

- Mi amor, levántate.-dije moviendo su hombro.

- Si, ya... Ya voy.-dijo abriendo los ojos.

- Está bien, dije mientras me vestía, me puse el vestido negro que usé en el velorio de mi padre, largo y con una pequeña abertura en el lado derecho. Coloque mi pelo dentro de un sombrero negro con un pequeño velo y unos tacos, también negros.
Baje a desayunar mientras Jaden de bañaba, le había dicho que se ponga el traje negro de mi padre, que mi madre guardaba de recuerdo de su casamiento.

- Buen día hija, ¿Estás pronta?

- Si, Jaden se está bañando en un ratito bajara.-dije y me senté a desayunar-. ¡Mamá! Tu... ¿Te vas mañana verdad?-dije triste.

- Si,-dijo y agacho la cabeza.- Son sólo unos meses hija, prométeme que te cuidarás, no harás nada raro, si quieres Jaden puede quedarse contigo aquí en la casa, y pueden ir unos días a su casa, y así.

- Si,-la abracé fuerte.- te amo mamá.

- También yo hija.-se le calló una lágrima.

- No llores mamá, estaré bien.-sonreí.
A los segundos bajo Jaden con el traje.

- ¡Que apuesto!-dijo mamá y rio.

- ¡Mamá!-conteste.

- Cariño, ven desayuna.-le dijo mamá a Jaden.

- Claro,-dijo Jaden apenado y se sentó.- gracias por lo de apuesto.-rió.
Minutos después estábamos ya en el velorio, sentados. Habían pocas personas, entre ellas un grupito de amigas que Lili había echo en estos pocos días, lo que me pareció raro fue que había una chic desconocida llorando desconsoladamente como si fuera su hermana.

- Hola, ¿Conocías a Lili?-le pregunté acercándome a ella.

- Hola, si...-dijo y se secó las lágrimas.

- ¿De dónde la conoces?

- ¿Eras su mejor amiga verdad?

- Si, y ¿tu quien eres?-pregunté confundida

- Yo... Creo que ella nunca te lo contó por miedo a perderte, Yo era su novia.-dijo y se puso a llorar.
Mis ojos se abrieron como dos pelotas de golf.

- Tranquila,-la abracé.- ya no llores, esta bien.- me caían las lágrimas.
Me senté junto a ella y Jaden y mamá a mi lado.

- Lili era muy importante para algunas personas.-comenzó a hablar el cura.- ella era una buena persona, no merecía esto. Lauren y su hija le van a decir unas bellas palabras.
Mamá se paró y comenzó a hablar.

- Lili, ella era una excelente persona,-comenzó mamá.- ella era muy importante para mi, para mi hija, y para muchas personas. Su vida fue muy dura, sus padres murieron en un accidente, desde ahí ella vive con nosotras. Y al parecer no hace muchos días había encontrado el amor.-la muchacha comenzó a llorar.- Pero ella esta bien, esta con sus padres ahora, que en paz descanse.-mire a mi madre y le sonreí.

- ¿Lili?-me pare.- Lili era todo para mi, no se sí yo estuviera aquí de no ser por ella,-comencé a llorar, se me hizo un nudo en la garganta.- ella...

- Tranquila cariño.- Jaden se paró y me abrazo.- Lili era demasiado para Anna.-dijo Jaden y ambos nos sentamos.

- Bien, chicos.-dijo el cura.- Como dijo Lauren ella está con sus padres así que no debemos preocuparnos ya que esta bien.
¿Cómo quería que no me preocupara? En fin, todos comenzamos a dejar rosas en su tumba, y nos retiramos.
En ese día no salí de mi habitación, llore como una loca, y Jaden me banco todo el día, estuvo abrazándome, dándome ánimos, en fin, siempre a mi lado.