Capítulo IV:"Las hojas caen"

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Capítulo IV: "las hojas caen"

Yo... Algún tiempo atrás creí conocerte; creí ser la persona correcta que te escuchaba, que te sonreía, que te entendía y que te amaba. Pero ahora, ya no lo sé.

Cada momento a tu lado era tan especial, cada risa, cara llanto, cada segundo era especial. Porque yo te amé.

Me siento tan devastado, ¡de verdad creí que podía confiar en ti!, ¿o no fue acaso lo que me dijiste algún día? ¿No dijiste que siempre estaríamos juntos? ¡Dime que no todo lo que susurraste aquella vez fue simple polvo!

No quiero ver la realidad, no quiero ver que las personas mienten. ¡No me quiero creer que eras una simple hoja!

Eras más bien como una flor, la más hermosa que existía en el mundo... Cualquiera que posaba los ojos en esa flor deseaba obtenerla; pero nadie sabía que era venenosa. Todos miraban sin saber... Miraron sin mirar y eligieron sonreír.

Y yo... Aquella flor me mostró el lado más lindo que podía tener... Nunca conté con que pudiera envenenarme también.

Alice, mi querida Alice. No te reprocho nada; tan sólo quisiera yo saber la respuesta a todas esas interrogantes.

¡Tan sólo quiero saber si aún me amas!

No me hagas creer que tus palabras son de polvo; que una vez que se las lleva el viento se van para nunca volver.

¿Dónde están las promesas?

De verdad que yo te quería con toda el alma, como se quiere sólo una vez. Pero la vida hizo perder mi suerte y me dejó sin tu querer. Sin darme cuenta te echaste a volar, y desde aquel entonces aún te espero... No puedo resistirme a la soledad.

¿Dónde estás que no he de oír tus risas? El dolor que siento es tan grande que ni siquiera puedo llorar, quisiera llorar y ya no tengo más llanto. Te quería yo tanto, y te fuiste para nunca volver.

Me heriste, rompiste mi corazón y me dejaste. ¿No puedes ver lo importante que es para mí? Vamos ¡tráelo de de vuelta! Porque no sabes lo que significa para mí.

Creímos saber todo el uno sobre el otro... Y mírame ahora, estoy aquí como un tonto; creyendo que todavía estás a mi lado, diciéndome que me quieres; y aunque sólo sea un simple recuerdo... Me alegra creer que tal vez no todo haya sido mentira... Eso es lo que creo.

Sólo una vez he amado, sólo una vez y nada más. Sólo una vez en mí brilló la esperanza, la esperanza que alumbraría a mi corazón... ¿Quién se imaginaría que todo fuese como una simple hoja?

-hey Nick-me llama Alice mientras corre hacia mí. Su expresión es algo triste, no sé el porqué. El atardecer pinta de un color anaranjado el pasillo. Alice se detiene a tal vez tres metros de mí.

-¿por qué tan lejos?-doy un paso.

-¡detente ahí!-exclama sollozando, me quedo petrificado... ¿Qué está pasando? Sonríe.-¿será egoísta de mi parte hacer que no sufra?

-¡Alice!-suelta una risita, agacha la mirada; observo cada una de sus lágrimas caer al suelo.

-¡Te amo Nick!-abro mucho los ojos-pero... No sé si la palabra tiene algún significado real... Nada de lo que diga ahora tendrá sentido, lo sé... Sólo quiero que sepas lo mucho que te amo y que siempre te amaré-la voz se le quebranta-no importa cuán lejos estemos; mis sentimientos no cambiarán-se tira de rodillas al suelo-¿qué más quiero que yo poder estar junto a ti? Pero si la vida me ha de decir que no... ¿Qué hago Nick? ¿¡Qué hago para no apartarme de ti!?-exclama casi gritando-¡nada! No quiero sufrir, no quiero que sufras pero ¿sabes? El dolor es indispensable para el cambio.

-no es amor-vuelve la mirada hacia mí; sorpresa es lo único que refleja. Sus ojos azules empapados de lágrimas-es tan simple descifrarlo. Una persona tan inteligente como tú debería saberlo... Es sólo simple egoísmo-aprieto los puños con fuerza.

-¡ni yo me conozco Nick! ¡Ya no sé qué es lo que está pasando!

-¿y si por qué no simplemente caemos del árbol? Como las hojas... Alice... ¿Sabes que no es egoísmo? Efectivamente... Nosotros-camino lentamente hacia ella, me pongo de rodillas en el suelo y la abrazo.

-¿por qué tenemos que caer del árbol? ¿Por qué el viento ésta vez no está a nuestro favor?

-esto no es el adiós Alice.

-ven conmigo Nick... Yo no soy nadie sin ti-la abrazo aún más fuerte-no puedo ser alguien sin ti Nick.

-no Alice.

-me voy Nick, y esta vez me voy para nunca volver-se separa de mí y sale corriendo. Y yo me quedo aquí de rodillas sobre el suelo.

¿Qué fue todo eso? ¿Qué fueron esas lágrimas? ¿Acaso he alucinado?

Me pongo de pie y camino hacia mi clase, tomo mis cosas y salgo. Me dirijo hacia algún lugar... Tomo mi móvil y llamo a Alice.

-¿Nick?-contesta al teléfono.

-¿podría por lo menos ir contigo hasta nuestra despedida?

-sí... Pero antes quiero verte, veámonos a las 7 en el parque ¿está bien?

-me parece bien.

-bien, entonces nos vemos-cuelga. Demasiado tarde, pero finalmente he comprendido todo, nada fue una farsa.

Camino lentamente por la calle dirigiéndome hacia el parque; llego y me detengo al inicio del camino. El viento sopla y desprende las hojas de los árboles... Y entre aquellas hojas aparece Alice al otro extremo del camino, llevando puesto un lindo vestido color blanco; blanco en su totalidad.

El cielo me observa y la tierra observa al cielo.

-Nick-dice, camina a paso lento.

-Alice-sonrío levemente, aunque las ganas de llorar me invaden... Simplemente no puedo hacerlo. Llega hasta mí y me abraza, correspondo a su gesto.-¿no habrá alguna forma en que no nos separemos?-digo en voz baja.

-no lo creo Nick. ¿Sabes? He notado que nosotros somos como las hojas; el árbol es la vida. Crecemos poco a poco, pero llega un momento en el que necesitamos inconscientemente un cambio, pero a veces nos aferramos a nuestra forma de vivir que es necesario que una fuerza mayor como el viento nos de un pequeño empujón para que salgamos de ahí y volemos hacia lo desconocido.

Ni una sola lágrima se derramó... Sólo... Sólo hubo un abrazo. Ahora caminamos hacia la estación... Donde ya no habrá más amor.

Esperamos a que llegue el tren.

-¿no habrá forma de que te quedes?-sonrío, hace lo mismo.

-no lo creo. Prometo que volveré, lo haré algún día Nick-el tren llega, nos ponemos de pie. La gente comienza a bajarse, esperamos un poco y caminamos hacia la puerta.

-adiós Nick-dice sin mirarme, antes de que entre tiro de ella y la beso. Nuestros labios chocan... Y nuestros corazones se abrazan.

La calidez de sus labios hacen que el beso sea muy dulce, y sin nada de brusquedad, un simple y sencillo roce de labios.

Se despega de mí y sonríe.

-volveré-entra, las puertas se cierran y el tren comienza su marcha. Corro a lo largo de la estación, el tren cada vez va más rápido... Corro lo más que puedo, Alice se asoma por la ventana; articula la palabra "adiós"... Choco contra la baranda y... Simplemente miro como se aleja hasta ya no verla.

Regreso a casa, camino hacia el árbol y me tumbo de espaldas viendo hacia el cielo sobre el pasto.

-¿es injusto?-suspiro. Meto mi mano a mi bolsillo, siento algo... Lo saco. Una hoja... Una hoja de otoño. Una lágrima recorre mi rostro. Ella ya voló... Y yo aún sigo aquí... Aquí ahora solo... En mi árbol, viendo como las hojas caen.

Las hojas de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora