El décimo Vongola apretó sus sábanas entre sueños y se giró un par de veces durante la noche, su respiración era algo errática y por la expresión que tenía en el rostro se notaba que estaba pasándolo mal. Pequeños murmullos comenzaron a escapar de sus labios mientras seguía en el mundo de los sueños o en estos casos debería decir pesadillas, aunque por alguna razón sentía que aquello no era una simple manifestación de sus miedos creado por su subconsciente.
La voz que le llamaba constantemente entre lágrimas hacía eco dentro de su ser, pudo observar a más personas tiradas en el suelo mientras todo se encontraba rodeado de llamas, una mano sobre la suya llamó su atención y con las pocas fuerzas que mantenía susurro.
"Por favor......llévalo lo más lejos que puedas"
La persona que se encontraba a su lado se negaba a marcharse así que le insistió nuevamente e intentó mostrarle una sonrisa a pesar del dolor que sentía en esos momentos. Pronunció unas palabras más, las cuales no pudo escuchar y esa figura tomó algo en brazos para marcharse, no sin antes observar nuevamente en su dirección.
Los gritos se hicieron presentes en la lejanía y ese fue el detonante que le despertó abruptamente, intentaba controlar su respiración mientras el sudor resbalaba por su rostro. Su cuerpo temblaba levemente al pensar en esa pesadilla, normalmente hubiera despertado a Reborn con el escándalo que había provocado pero ahora que la maldición fue retirada dormían en distintas habitaciones.
No sabía si estar agradecido por eso, ya que este tenía su tamaño original y emanaba un aura que le hacía ver más intimidante. Despertar con una arma sobre su sien o un golpe habría sido peor, pero en esos instantes la idea no le pareció tan mala.
Porque de esa manera las lágrimas que caían sin cesar se detendrían....
"Debo estar loco por pensar en Reborn como una solución" se dijo a sí mismo mientras limpiaba su cara con el dorso de su mano, observó la cómoda de su habitación y notó que su reloj marcaba las 5 de la mañana.
Suspiró para luego levantarse de su lugar y se dirigió a la cocina, se encontraba tomando un vaso de agua cuando de pronto escuchó aquella voz profunda que era su perdición, "en todos los sentidos posibles" pensó esto mientras adoptaba una postura recta por el susto que este le había dado.
"Oye..."
"R-Reborn no me des esos sustos!"
El hombre ignoró sus quejas y se recargo del marco de la puerta, su mirada seguía fijamente los movimientos del peli castaño, cosa que lograba ponerle de los nervios y el hecho de que el peli azabache no dijera ni una palabra luego de un simple ''oye" le mantenía expectante. Era imposible adivinar lo que pasaba por la mente de su tutor espartano, un paso en falso y estaría acabado.
"No te haré nada Dame-Tsuna"
"Tampoco leas mis pensamientos!" Se acercó un poco aunque no lo suficiente para cruzar el espacio que daba hacía el pasillo, no se atrevía a mirarlo directamente pero tampoco pasaría de él como si no existiera.
"Porque estabas llorando?" le preguntó con su semblante que denotaba seriedad.
"N-No estaba llorando, que te hace pensar eso?" una risa nerviosa escapó de sus labios al decir esas palabras, a quien engañaba?.
Una vez que el Hitman tenía un objetivo en mente no pararía hasta obtener lo que quisiera, las horas podrían pasar y estaba seguro de que el mayor no se movería de su lugar.
".....Tuve un sueño extraño" confesó al paso de los segundos mientras agarraba el borde de su camiseta con sus manos temblorosas.
Aquel gesto no paso desapercibido por el sicario, normalmente no le importaría pero dado a que era Tsuna eso podría significar algo más así que decidió seguir indagando un poco más.
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Tu Eres Mi Cielo
FanfictionUn sueño extraño comenzó a repetirse en su cabeza desde las últimas semanas y Tsuna no comprendía el motivo. Pero su super intuición le indicaba de que algo muy grande estaba por ocurrir, no sabía si esto era algo bueno o malo. Aunque que podía ser...