S.

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la primera vez que me regalan rosas,
desgraciadamente, ya no estás aquí,
me cogiste la mano pero
me la soltaste en mitad del camino.
Llegaste a mi vida
y me enseñaste,
que darlo todo por alguien
no sirve de nada cuando
no es recíproco.
Una rosa, te la dedico a ti,
porque me abriste los ojos
y gracias a ti,
aprendí que todo llega en su momento,
y que, cuando te dije que me iba a doler mucho cuando te ibas a ir, estaba en lo cierto porque nadie,
nunca,
ha dolido tanto.
Y sé, que aunque no vayas a volver,
nadie llenará el vacío que has dejado.
Gracias.

VENENO. [Alexa M. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora