Faces 3.

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Un animado Darwin se encontraba animadamente caminando hacia la parada del autobús mientras silbaba canciones.

Apenas estaba lejos del centro comercial a unas tres cuadras, de paso aprovecho para comprarse un algodón de azúcar morado.

Vaya sorpresa, en la parada se encontraban su hermano y su novia hablando animadamente. Acompañarlos no le haría mal. 

Hacia bastante tiempo que no veía a Penny, que alegría.

Camino casi corriendo hacia ellos y cuando sintió las miradas de ellos verle de lejos, levanto su mano agitándola mientras corría sonriente. 

— ¡Hermano! ¡Penny! ¡Que gusto verlos! — Se escucho aquella voz infantil al lado de la banqueta para tres, donde estaban sentados la pareja. —

— Oh, hey Darwin. — Le miro algo sorprendido ante su llegada. ¿No que Tobías le invito a la cita y estarían allí bastantes horas? Al parecer le minito. Ah... — 

— Oh, hola Darwin. — Saludo al recién llegado mientras acomodaba detrás de su oreja un mechón de su mediano cabello. — 

— ¿Qué haces aquí? — Pregunto el felino algo confundido.  — 

— Solo quiero pasar tiempo con ustedes chicos, vamos. — Se puso entre medio de ellos dos obligándoles a hacerle un lugar para que se sentara en el medio. — Y... ¿Qué tal su día? — Siguió con esa típica tranquilidad que le caracterizaba. —

— Bien, supongo.  — Hablo la única chica de la parada. —

—Eso mismo te pregunto a ti hermano...  — Hablo el azulado. —

Darwin le miro curioso. ¿Acaso estaba molesto con el? 

No lo soportaría.

— ¿Acaso te molesta mi compañía? — Dejo a la luz ojos algo llorosos mientras miraba a su hermano, el cual se mordió el labio levemente. —

Penny quería irse. 

— Hey Gum...  —Llamo su atención. — Mi papa me mando un mensaje avisando que le espere en el estacionamiento del centro comercial. —Se levanto de la banca siendo observada por los dos hermanos. — El me pasara a buscar. — Mintió. —

 Gumball le miro algo sorprendido. ¿Le estaba mintiendo solo para estar lejos de el? 

— Pero... Penny.  — Intento hacerla cambiar de opinión, sin embargo ella le dio un beso en la mejilla y se marcho caminando en la dirección donde el pez había llegado. —

— Que extraña...  — Opino Darwin viéndola sin interés irse y desaparecer entre las cuadras. — Ni siquiera me saludo. — Hizo un leve puchero. —

Gumball clavo sus garras en el banco de madera aguantando las ganas de gritarle.

— Sabes porque no lo hace.  — Darwin sonrió unos segundos orgulloso. —

— Porque nunca le agrade. — Saco la lengua a su hermano mirándole con burla. —

Gumball rodeo los ojos y en un silencio cómodo esperaron el autobús, que vino diez minutos luego que Penny se fuera. Después hablaría Gumball con ella.

— A si que... ¿Qué sucedió con Tobías? — Saco el tema una vez que ya se hayan sentado en dos asientos libres. —

Darwin ni siquiera le miro pero ya veía una curvatura de disgusto en sus labios al decir su nombre.

¿Toby...?  Bueno, se cree que iba a caer fácil, pero tu y yo sabemos que eso no es verdad. —Sonrió con un extraño brillo en sus ojos, que a Gumball le traía recuerdos. —

Gumball sonrió algo nervioso sintiendo un sonrojo apoderarse de sus mejillas.

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— ¡Niños! Que bueno que llegaron, la cena esta lista. — Se escucho una feliz madre gata hablarle a sus recién llegados hijos. —

— Hola mamá. — Saludo cansado el felino. —

— ¡Hola señora mamá! — Se escucho al pez el cual seguía igual de animado que desde la mañana. —

No es la gran cosa, ya todos estaban acostumbrados del buen humor del mas amable de la familia. 

— ¿Qué hay de cenar señora mama? — Pregunto el niño, sacándose su buzo, quedando en remera amarilla pastel. —

— Puré de papas con pollo. — Sonrió levemente la gata, sacando del horno el pollo. — 

— ¡Mmm! Suena bien. — Finalizo la conversación el pez, sentándose en la mesa junto a Anais. —

La gata reviso que ya todos estén en la mesa y trajo la comida lista a la mesa. Sirvió tranquilamente a toda su familia y luego a ella. 

Ya todos sentados, empezaron a comer en un silencio cómodo. Y Darwin tuvo una gran idea.

— Hoy tuve un gran día.  — Comenzó una charla. — Estuve casi todo el día con mi nuevo amigo, Julius. — Comento sonriente. —

Anais y Gumball se atragantaron abruptamente por tal comentario. ¿Julius? El es uno de los peores brabucones de la escuela...

— ¿El brabucón...? —Pregunto la coneja luego de haber tosido lo suficiente. —

Ahora eran sus padres los atragantados.

— ¡¿Brabucón...?!  — Se escucho la chillona voz de la madre, y Darwin le miro inmediatamente. — C-cielo, mmm, creo que deberías juntarte con gente... Ya sabes, mas "decente"... — Trato de sonar calmada mientras tomaba agua. —

Darwin vio las caras de desaprobación de su familia y se levanto abruptamente de la silla, llamando la atención de todos los presentes.

— No tengo hambre.  — Corrió su plato aun con comida hacia su padre. — Se que lo comerás. —

— Pero cariño, apenas diste un bocado... — Le miro preocupada su madre, pero Darwin ya había comenzado a subir las escaleras hacia su habitación. —

— Comí un algodón de azúcar mientras veníamos a casa. — Ni le miro, ya había llegado a la segunda planta. —

No esta vez. 


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Laughing on the outside. BOMBWIN.Where stories live. Discover now