☺☻☺☻
Un animado Darwin se encontraba animadamente caminando hacia la parada del autobús mientras silbaba canciones.
Apenas estaba lejos del centro comercial a unas tres cuadras, de paso aprovecho para comprarse un algodón de azúcar morado.
Vaya sorpresa, en la parada se encontraban su hermano y su novia hablando animadamente. Acompañarlos no le haría mal.
Hacia bastante tiempo que no veía a Penny, que alegría.
Camino casi corriendo hacia ellos y cuando sintió las miradas de ellos verle de lejos, levanto su mano agitándola mientras corría sonriente.
— ¡Hermano! ¡Penny! ¡Que gusto verlos! — Se escucho aquella voz infantil al lado de la banqueta para tres, donde estaban sentados la pareja. —
— Oh, hey Darwin. — Le miro algo sorprendido ante su llegada. ¿No que Tobías le invito a la cita y estarían allí bastantes horas? Al parecer le minito. Ah... —
— Oh, hola Darwin. — Saludo al recién llegado mientras acomodaba detrás de su oreja un mechón de su mediano cabello. —
— ¿Qué haces aquí? — Pregunto el felino algo confundido. —
— Solo quiero pasar tiempo con ustedes chicos, vamos. — Se puso entre medio de ellos dos obligándoles a hacerle un lugar para que se sentara en el medio. — Y... ¿Qué tal su día? — Siguió con esa típica tranquilidad que le caracterizaba. —
— Bien, supongo. — Hablo la única chica de la parada. —
—Eso mismo te pregunto a ti hermano... — Hablo el azulado. —
Darwin le miro curioso. ¿Acaso estaba molesto con el?
No lo soportaría.
— ¿Acaso te molesta mi compañía? — Dejo a la luz ojos algo llorosos mientras miraba a su hermano, el cual se mordió el labio levemente. —
Penny quería irse.
— Hey Gum... —Llamo su atención. — Mi papa me mando un mensaje avisando que le espere en el estacionamiento del centro comercial. —Se levanto de la banca siendo observada por los dos hermanos. — El me pasara a buscar. — Mintió. —
Gumball le miro algo sorprendido. ¿Le estaba mintiendo solo para estar lejos de el?
— Pero... Penny. — Intento hacerla cambiar de opinión, sin embargo ella le dio un beso en la mejilla y se marcho caminando en la dirección donde el pez había llegado. —
— Que extraña... — Opino Darwin viéndola sin interés irse y desaparecer entre las cuadras. — Ni siquiera me saludo. — Hizo un leve puchero. —
Gumball clavo sus garras en el banco de madera aguantando las ganas de gritarle.
— Sabes porque no lo hace. — Darwin sonrió unos segundos orgulloso. —
— Porque nunca le agrade. — Saco la lengua a su hermano mirándole con burla. —
Gumball rodeo los ojos y en un silencio cómodo esperaron el autobús, que vino diez minutos luego que Penny se fuera. Después hablaría Gumball con ella.
— A si que... ¿Qué sucedió con Tobías? — Saco el tema una vez que ya se hayan sentado en dos asientos libres. —
Darwin ni siquiera le miro pero ya veía una curvatura de disgusto en sus labios al decir su nombre.
— ¿Toby...? Bueno, se cree que iba a caer fácil, pero tu y yo sabemos que eso no es verdad. —Sonrió con un extraño brillo en sus ojos, que a Gumball le traía recuerdos. —
Gumball sonrió algo nervioso sintiendo un sonrojo apoderarse de sus mejillas.
(☺☻☺☻)
— ¡Niños! Que bueno que llegaron, la cena esta lista. — Se escucho una feliz madre gata hablarle a sus recién llegados hijos. —
— Hola mamá. — Saludo cansado el felino. —
— ¡Hola señora mamá! — Se escucho al pez el cual seguía igual de animado que desde la mañana. —
No es la gran cosa, ya todos estaban acostumbrados del buen humor del mas amable de la familia.
— ¿Qué hay de cenar señora mama? — Pregunto el niño, sacándose su buzo, quedando en remera amarilla pastel. —
— Puré de papas con pollo. — Sonrió levemente la gata, sacando del horno el pollo. —
— ¡Mmm! Suena bien. — Finalizo la conversación el pez, sentándose en la mesa junto a Anais. —
La gata reviso que ya todos estén en la mesa y trajo la comida lista a la mesa. Sirvió tranquilamente a toda su familia y luego a ella.
Ya todos sentados, empezaron a comer en un silencio cómodo. Y Darwin tuvo una gran idea.
— Hoy tuve un gran día. — Comenzó una charla. — Estuve casi todo el día con mi nuevo amigo, Julius. — Comento sonriente. —
Anais y Gumball se atragantaron abruptamente por tal comentario. ¿Julius? El es uno de los peores brabucones de la escuela...
— ¿El brabucón...? —Pregunto la coneja luego de haber tosido lo suficiente. —
Ahora eran sus padres los atragantados.
— ¡¿Brabucón...?! — Se escucho la chillona voz de la madre, y Darwin le miro inmediatamente. — C-cielo, mmm, creo que deberías juntarte con gente... Ya sabes, mas "decente"... — Trato de sonar calmada mientras tomaba agua. —
Darwin vio las caras de desaprobación de su familia y se levanto abruptamente de la silla, llamando la atención de todos los presentes.
— No tengo hambre. — Corrió su plato aun con comida hacia su padre. — Se que lo comerás. —
— Pero cariño, apenas diste un bocado... — Le miro preocupada su madre, pero Darwin ya había comenzado a subir las escaleras hacia su habitación. —
— Comí un algodón de azúcar mientras veníamos a casa. — Ni le miro, ya había llegado a la segunda planta. —
No esta vez.
☺☻☺☻
YOU ARE READING
Laughing on the outside. BOMBWIN.
AventuraRiendo por fuera, llorando por dentro. ☻Porque después de todo, solo quiero morir, a tu lado.☻ Julius solo quiere alejarse de Darwin, el niño que ríe para todos a todo momento. Pero hay algo que le deja incertidumbre a el brabucón sobre aquel niño.