Faces 4.

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Otra clase aburrida. Esa vieja no se jubilaba mas, pensaba Darwin mordiendo su lápiz con dedicación. 

Luego de la noche anterior, no se volvió a tocar el tema de la cita fallida entre Tobías y Darwin, el cual seguía como siempre. En realidad, era Tobías el que se sentía avergonzado.

No había nada entretenido en la clase... Oh, esperen, su hermano. 

— Pss... — Llamo la atención de su hermano, el cual estaba al lado de su banco. Al tener su atención paso un papelito azul pastel que tenia una nota. —

Gumball con sigilo agarro el papel rápidamente observando su contenido. No evito sonreír y largas risas retenidas. Darwin sonrió.

Segundos luego, Gumball doblo en dos otra nota escrita por el, luego se la paso de igual forma a su hermano.

Ahora era Darwin el cual contenía la risa al desdoblar la nota.

"Esta mañana le vi lamiendo los bordes de la taza donde el director Brown toma café"

Darwin tapo su boca con algo de asco y diversión. Esa señora estaba loca. Ahora era su turno.

"Es una real"

Pero lamentablemente la nota quedó incompleta, ya que repentinamente aquella profesora arrebató de las manos la nota donde habían escrito anteriormente.

— ¿Escribiendose notas en clases Wattersons? — Les miro seriamente y luego leyó la carta, ardiendole el rostro de vergüenza. — ¡A-A LA OFICINA D-DEL DIRECTOR BROWN, A-AHORA! — Grito escandalosamente sacándole dos muecas a los nombrados. —

Vagamente comenzaron a caminar hacia el lugar indicado y al llegar entraron sin tocar la puerta, gran error.

— ¿Director Br— Las palabras del gato se detuvieron en su boca al ver al nombrado besando una foto la cual no sabían de quién era. — Umm... Volveré a entrar... — Cerro la puerta dos segundo y toco. — ¿Director Brown? —

— Pasen Wattersons... — Se escuchó detrás de la puerta. —

Entraron y se sentaron en los asientos libres.

— Sere rápido, nos pasamos notas en la clase. — Hablo Darwin antes que su hermano. —

El Director se mantuvo callado unos segundos.

— A detención. —

Darwin sonrio en sus adentros y miro a su hermano.

Se levantaron y salieron de la oficina no sin antes Gumball sacarle la lengua al de cabellera café.

Caminaron tranquilamente hacia la detención, escuchando como por dentro de las aulas en clase se escuchaba el parloteo de los alumnos.

La verdad si no hubieran cámaras en las aulas ni pasillos, se habrían escapado de la escuela definitivamente.

Finalmente llegaron, abriendo la puerta de detención.

A Darwin se le iluminaron los ojos al ver a su fiel "amigo" Julius el bravucón, sentado en una mesa con cara de no querer vivir.

Laughing on the outside. BOMBWIN.Where stories live. Discover now