Tuvo que pensarse dos veces antes de tomar las galletas después de aquel recuerdo lejano que sentía tan vivo como si acabase de ver una película de terror. Ignoró el paquete y decidió no comer nada, tomó su móvil con su mano libre y se dispuso ver si tenía mensajes nuevos, efectivamente, tenía dos.
Lamento lo ocurrido, podemos hablar?
R.Borro la pequeña notificación esperando a que apareciera la siguiente.
Jefe, el señor Jorge Stoker jefe del departamento de investigacion de la policia esta aqui otra vez, ebrio y molestando al personal, que debo hacer?
Tecleo rápidamente en su celular y contestó a su empleado más allegado.
Llegó en diez minutos, distraelo, otra cosa Daniel, has sabido algo de Tret?
No señor, por aquí no ha pasado, y los demás quedaron de informarme cualquier cosa.
No contestó más, termino de vestirse algo tosco, quizás cualquiera que no lo conociese diría que acaba de salir de algún concierto de rock, alborotó su cabello negro se miró en el espejo rápidamente, no se vio ni mal ni bien, cogió sus llaves, decidió ir en su moto en vez del auto considerando que así llegaría más rápido ya que podría zigzaguear en el tráfico.
Minutos después llego al SweetHome, freno en la entrada principal, con su casco puesto y llaves en mano camino rápidamente hacia uno de los guardas de seguridad.
- ¿Puedo ayudarle en algo?. Preguntó uno de los más jóvenes y nuevos del personal.
- Si, parquea mi moto en el estacionamiento por favor, y guarda las llaves hasta que regrese.
El joven frunció el seño, no le hacía gracia que alguien vestido así entrara a un club tan prestigioso, pero antes de que pudiera replicar algo el pelinegro se quito el casco y se lo dió en las manos al otro guarda para luego dejarlos solos al entrar.
Risas se escucharon detrás de él por parte de los otros dos guardas que burlescos le hablaban al chico nuevo.
- Por poco y te corren en tu primer día, chico.
Hizo caso omiso al comentario a sus espaldas y se limitó a cruzar entre el montón de gente bailando y bebiendo se acercó a la barra central y mando a llamar a su empleado de confianza.
-Me necesitaba jefe? Pregunto el más alto con algo de preocupación mientras con sus manos agitaba una especie de bebida alcohólica para luego servirla y entregarla a otro BarMan.
- Si, ¿Dónde está Stoker?. Preguntó con seriedad, cosa que le causó algo de incomodidad a Daniel, no solía ver a su jefe así de enojado, siempre había sido muy amable antes de lo que sucedió en aquel concierto de dos años atrás, le solía dar nostalgia.
- Hace cinco minutos lo deje en el lobby VIP para que bebiera de forma más controlada.
- Gracias. Respondió seco para darse la vuelta.
-Pero May... Creo que Jhon le hace compañía.
May no respondió, a nuestro pelinegro le daba cólera el solo escuchar ese nombre.
Camino firme por los pasillos hasta llegar al lobby VIP, donde otro guarda de seguridad al verlo retiró el cordón sin decir nada, cosa que este agradeció, no tenía ganas de lidiar con nadie en ese momento. Siguió más hacía el fondo pasando entre la gente más prestigiosa de la ciudad que ni cuenta se dió de su presencia hasta finalmente llegar a la otra barra donde se encontraba Stoker coqueteando con una de las camareras.May carraspeó su garganta para llamar la atención del uniformado que ni había tenido la delicadeza de ocultar su placa.
- Ajá, miren nada más, no creí haber pedido un show o si linda? Dijo refiriéndose a la camarera que al verlo sólo giro su mirada y se dispuso a seguir trabajando.
- ¿Por qué mierda te vas maldita prostituta?Escupió sus palabras antes de llevarse otro vaso de vodka a la boca y acabarlo al momento.- Señor Stoker, amablemente le pediré que se largue del Club. Le recuerdo que su entrada aquí está vetada, este es un sitio de cultura, de comida, shows y de música primordialmente. No es su prostíbulo de barrio.
- A mi no me vas a venir a correr gerentucho de Quinta, no sabes quién soy? Sabes cuánto dinero tengo? Déjame hablar con tu jefe y yo arreglo esto de hombre a hombre. No con un niñato como tú. Antes de su puño impactara torpemente pero con fuerza en el rostro de May un brazo un poco más fornido que el de Stoker lo detuvo en el aire.
- Investigador Stoker, si yo fuera usted no me metería con este pequeñín, suele ser una fiera. En lo que Jhon le hablaba al investigador ebrio, May ya había llamado a seguridad y dos guardas bastante grandes y musculosos se acercaban para luego sostener a Stoker de ambos brazos frente a May.
- Cómo le dije la semana pasada, última vez que usted vendría a formar escándalo en el SweetHome, y por cierto. Si quiere hablar con el dueño, envie un correo electrónico, cuando me sobre tiempo decidiré si lo leo o no. Le guiñó un ojo y dió señal para que lo sacarán, Cosa que lo dejó confundido y aún más enojado.
- Como siempre, tu con tu actitud aplastante.
- Lárgate. Exigió escupiendo sus palabras como veneno.
El mayor lo miro como un scaner, de arriba a bajo, ese jean negro apretado con correas y cadenas, adornando sus caderas subió su mirada a su pelvis y abdomen hasta llegar a su cuello, como un impulso involuntario no pudo evitar morderse el labio al imaginar, hasta quizás... Recordar.
- Largo! Grito May con asco al notar su pervertida mirada quemando su cuerpo.
- Está bien, me iré, solo quiero decirte que me debes una, y un día vendré a cobrarte el favorcito, quizá lo que apriete en mis manos no sean los brazos de Stoker, sino el culo de cierta perra dándome Brincones.
- Pudrete. Hizo señas y los dos guardas volvieron pero antes de que estos agarran a Jhon este se limpio la chaqueta afirmando que conocía la salida.
Se sentó en uno de los sofás centrales pidió una botella de vino rojo y se dispuso a beberla solo.
Sirviendo copa tras copa, cada sorbo amargo del líquido similar a la sangre le brindaba una pequeña demostración de los que era la vida, o eso creía, pensar que al inicio sabría diferente, sabía dulce, pero su verdadero sabor venía después de adentrarse más allá y bajar por su garganta. Una canción muy conocida empezó a sonar en el ambiente, los diferentes equipos de sonido daban esa sensación envolvente que te hace sentirla de verdad. Las luces parpadean al ritmo de la música cambiando de color y viajando en formas geométricas por todo el salón. Sintió que su pie se movía solo siguiendo los latidos de la canción, se sintió joven, se sintió más vivo, se sintió más tranquilo, como si realmente tuviera veinte años, quizá los pesos que tuvo que cargar cuando era niño no lo dejaron disfrutar su infancia.
Recuerdos volvieron a su mente y miro su reflejo en lo que era ya su tercera botella, para luego preguntarse.
¿Cuál infancia May?
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Como Canta Un Corazon Roto? (BL + 18)
RomanceEste libro es un sentimiento continuo que deriva de un Vaivén de emociones y experiencias. Es un mundo completo plasmado a letras que formarán palabras y estás mismas formarán párrafos de dolor y emoción, de exitacion y amor. Complicado para mí tene...