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Había dormido en aquel sofá, sin cobertor ni almohada, solo con los pensamientos de aflicción de sus errores cometidos el día anterior, miro la hora mientras trataba de despertarse por completo.

6:37 am

Siendo aún temprano quiso recostarse nuevamente y volver a dormir, más sin embargo un golpeteo llamo su atención.

- Ahora quien es?...

Trato de repetirlo nuevamente con la voz alta para quien sea que fuese respondiera el llamado. La puerta se abrió sorprendiendo al dueño que en teoría, vivía solo.

- que mier!

- tranquilo viejo! No te levantes no es necesario tengo mi copia, eso sí, si quieres puedes cubrirte eso. Señalando así la prominente erección del recién levantado.

Avergonzado busco un cogin para crujir su virilidad luego de abuchear al intruso.

- viejo yo sé que vives solo, pero piensa en mí, debes comprar víveres, nunca encuentro nada de comer aquí, estas peor que en mi departamento.

- ¿Por qué tienes una copia de mis llaves?

- solo piénsalo, si algún día te atoras en el baño, o te suicidas quien vendría a recoger lo que quedó, ¡nadie! Yo pienso en tu futuro Diego, soy un buen amigo. Dijo Marcos, con orgullo.

El mayor subió las escaleras tomo una ducha y se arregló mientras su amigo arrasaba con la poca comida que le quedaba en el refrigerador. Vestimenta normal, unos jordan blancos, un jean azul claro y una camiza de color negro, bajó las escaleras nuevamente y se sentó en el sofá donde se había quedado dormido. Afligido miraba el techo de su casa pensando en como componer las cosas.

-¿ Que tienes? Preguntó su amigo con la boca llena de jamón.

- ¿Recuerdas al chico del que te hablé?

- Ajam.

- Anoche estuvo aqui, tomamos y la pasamos bien por un rato, el ya me había comentado que se encontraba reacio a conocer a alguien más, no quería sexo o una relación que se basará solo en ello, pero no pude controlarme, besa tan bien y es extremadamente atractivo, no sé si solo es enamoramiento o atracción, no logro dejar de pensar en él, me pase de la raya y el solo se fue sin decirme nada, siempre arruinó estas cosas.

- Diego, Dieguin, Dieguito, tantos chicos lindos que hay en esta ciudad y tu atormentado con un don nadie que conociste en un bar, quizás sea el mundo tratando de decirte que eres un loser y que debes conseguirte una novia. Respondió su fallido intento de amigo acercándose a la puerta para retirarse sin despedirse y con una bolsa llena de comida.

"Idiota" pensó en sus adentros.



- Jefe... Jefe...¡Jefe! Grito el azabache mirando al rostro de May mientras lo movía un poco para despertarlo.

- ¡Déjame en paz! ¡Quiero dormir!

- Bien. Escuchó un quejido, un susurro y comenzó a sentir que todo  su alrededor daba vueltas, se sintió como flotando y al abrir sus ojos vio borroso, trato de aclarar su visión y pudo ver el rostro de Tret que lo cargaba con firmeza.

- ¡Sueltame! Adormilado comenzó a patalear con el fin de soltarse de sus brazos.

- Tiene que dejar de gritar tanto jefe, se va a enfermar... Usted dijo que quería que lo dejarán dormir. Pues lo llevaré a uno de los cuartos. Pese a que May seguía poniendo resistencia no es algo que pudiese hacer con un mastodonte como Tret, quien lo dejo en la cama lo arropó cual bebé y se sentó a su lado.

- No soy un niño Tret.

- lose Jefe.

- Deja de decirme a si, ya lo hemos hablado.

- Si yo lo hago, poco a poco sus empleados le perderán respeto.

- Pero tú no eres un empleado.






Como Canta Un Corazon Roto? (BL + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora