Prologo

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Podrían haber sido de otra forma las cosas, tal vez de una forma menos brusca, aquel niño solo pensaba en quien podría ser su nueva mamá, o tal vez un papá, nunca había tenido uno y quería saber como sería sentir ese amor, tal vez le aliviará, quizá ese amor sería menos doloroso que el amor que le solía demostrar su madre, quizás no sea de gritos y menosprecios, pero el único afecto paterno que había recibido a su corta edad fue una pequeña golosina seguida de un manoseo brusco que poco supo interpretar el infante...No podría decir que odiaba a su madre, al contrario, la adoraba por los pocos pero lindos momentos que le dio su creativa, joven y pequeña mente como autodefensa y autoconvencimiento de que amaba lo único que tenía en la vida.

Pobre mente ingenua, pobre mente inocente, que guardo, que con una cantidad admirable de horas de música y vídeos de esas cantantes famosas que observaba bailar en la tele, tapaba una corta vida de maltratos y abusos que su madre y sus incontables parejas de noche y alcohol, le proporcionaban. es amor y alcohol decía su mente que distorsiona y olvida.

- El dolor es normal. Decía su madre.

-El amor duele mucho. Respondía su conciencia.

Ese dia su madre había tomado la decisión de deshacerse de él, sentía asco por lo ocurrido, no lo quería ver, ya no más, el sentimiento de odio, repugnancia y celos depravados se habían convertido en una carga demasiado grande para su maldita cabeza llena de pensamientos que no iban a ninguna parte, poco tiempo de razonamiento fue necesario para darse cuenta de que la única solución lógica, era la mas evidente.

Espero el caer de la noche por debajo de las las diez, hora dónde hasta los guardas de seguridad se encontraban en los brazos de Morfeo para pasar desapercibida entre las calles oscuras y silenciosas de aquella ciudad.

Tanto era su repudio al pequeño que con un trapo amarrado en la boca para que no hablara lo llevaba a rastras jalandolo de su delicado brazo para que se apresurara al caminar y poder acabar con aquel tormento.

Supuestamente para ella.

Tomó al niño con mas fuerza y cruzo la última calle, dirigiéndose a aquel lugar al que todo niño de 4 años tendría miedo.

-De ahora en adelante vivirás aqui.

El infante negó con la cabeza comenzando a llorar desconsoladamente aferrándose con fuerza a las ropas de su madre que con fastidio y dificultad termino por apartarlo y amarrarlo a el pomo de la puerta, no se molesto en timbrar, no quería dramas, esa misma noche se fue de la ciudad con uno de sus amantes de paso y sin una gota de remordimiento encima.

Como Canta Un Corazon Roto? (BL + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora