Locura imperio de cuchillas

Capítulo 9: Epílogo: amantes destinados

¡Nos vemos de nuevo, gente! Esta vez sí, este es el final de Madness Empire of Blades, el único fanfic sobre la segunda singularidad que me atrevería a decir. Ah, y si viniste aquí antes de leer el capítulo anterior porque actualicé ambos al mismo tiempo, retrocede un capítulo antes de que te echen a perder.

Realmente no tengo mucho que decir aparte de eso, como sugiere el título, este epílogo es la culminación del romance entre Nero y Finn. Prepara un OST que toque tus sentimientos como lo hace "New dawn 2" y disfruta del capítulo.

Y aquí no hay limones. Esta es una relación pura. ¡Que comience este epílogo!

Fue un día como cualquier otro en la luminosa ciudad de Roma. La gente estaba ocupada con sus quehaceres y la Emperatriz de Roses no fue la excepción.

Nero estaba en su oficina privada en este momento haciendo trámites. Los últimos meses habían sido bastante caóticos, al menos para ella. De repente, Roma había perdido más de la mitad de sus recursos y un gran número de personas habían desaparecido misteriosamente en todo el continente.

Casi parecía que habían peleado una guerra, pero eso era imposible. Después de los acontecimientos de Britannia, el Imperio Romano prosperó sin que ningún enemigo lo amenazara.

Pero lo más extraño de todo fue que ella parecía ser la única que notó estos extraños eventos. No importa a quién le preguntara, nadie parecía notar nada inusual. Incluso los familiares de las personas desaparecidas parecían haber asumido el hecho como algo que debería haber sucedido hace mucho tiempo y no lo recordaban muy bien.

Eso hizo que la gestión de la economía del imperio se convirtiera en un infierno durante estos meses.

Aumentar los impuestos no era una opción dada la cantidad de familias que habían perdido a un miembro de la familia o sus propiedades habían desaparecido de la noche a la mañana.

Por eso tuvo que brindarles ayuda financiera para que pudieran recuperarse y comenzar a pagar impuestos pronto. Y para financiar esa ayuda, Nerón no se lo pensó dos veces y utilizó el dinero que los miembros del Senado acumulaban en sus arcas, proveniente de los impuestos que les dirigían.

Eso hizo que esas serpientes fueran aún más hostiles hacia ella, pero mientras pudiera devolver su Roma a su antiguo esplendor, no le importaba en absoluto.

Y, por supuesto, sus proyectos personales como la construcción del teatro Domus Aurea y los preparativos para el NeroFest tuvieron que pararse hasta que la situación mejore.

"Haaah ..." Nero suspiró. Incluso siendo un genio cuando se trataba de administrar las finanzas, tanto papeleo hacía que sus migrañas empeoraran aún más.

"En momentos como este, me gustaría un poco de ayuda, Finn". Habló mientras se volvía para mirar la silla junto a su escritorio.

Pero, como era de esperar, no había nadie sentado en esa silla. La emperatriz estaba completamente sola en la habitación.

"¿Eh?" Parpadeó un par de veces y luego procedió a acariciar su frente con la mano.

Lo estaba haciendo de nuevo. Últimamente, por alguna razón, esperaba que alguien estuviera siempre a su lado, a pesar de que no había tal persona en Roma.

El mago de la corte había sido una de las personas que desaparecieron sin dejar rastro. Ella no interactuaba con él muy a menudo, y él casi no hacía nada relacionado con su supuesto papel de consejero y mano derecha.

Sin embargo, en los últimos meses se había sentido extraña ante la ausencia de alguien en esa misma posición. Y eso no significaba que extrañara al ex mago de la corte, pero en cambio, extrañaba a alguien mucho más calificado para el trabajo.