Buscando un guia espiritual.

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Perdón por tardar :/ esta semana estuve ocupada y recién me acuerdo que les debía un capítulo xd

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-¿Segura qué esta es una buena idea nya? -trague saliva, viendo aquel cartel con el nombre "club de fisiología" plasmado en él. No me traía mucha confianza el nombre y menos la puerta que estaba grabada con flores. Estaba segura de que aquello no se permitia, ya que ningun club lo tenia.

-Por supuesto, confía en mi. -pidió permiso para pasar antes de deslizar la puerta. Arrastrándome con ella a dentro de la habitación.

Al mirar a mi alrededor pude apreciar a cuatro chicas sentadas, cada una en un sillón diferente, tomando el té y comiendo galletitas. Mientras Honoka hablaba con ellas, aproveché para apreciar un poco el lugar.

Aquel sitio no era como un club normal, cuando entras a la habitación te encuentras de cara con una mesa baja, rodeada de sillones. En estos asientos podía entrar una persona acostada, menos los sillones adelante suyo y el del frente que solo entraba una persona sentada. Unos metros después había una ventana, también con cortinas blancas, y en el techo habían una luces redondas. Pero aquí iba lo raro, a la izquierda había unas enormes cortinas que tapaban un costado de la habitación. Si miraba por la ranura que había entre cortina y cortina podia apreciar una cama con frazada rojas. ¿Quién necesitaba una cama dentro de un club?

De repente sentí una mano en mi hombro y al girar a mi lado, hallé a una sonriente chica de ojos celestes que antes estaba en unos de los sillones. -¿Te da curiosidad las cortinas? -Preguntó. La chica parecia tener rasgos europea o nordicos, tenía el pelo atado en una cola de caballo, y una camisa blanca y la falda azul . Asentí varias veces verdaderamente curiosa, viendo su sonrisa ensancharse. -Esa cama la usamos cuando alguna consigue una captura. También tenemos las luces del techo que cambian de color para darle un toque romántico. -guiño el ojo. Sin saber a que se refería, incline la cabeza.

-Oye, no le digas esas cosas indecentes a la niña. -espetó otra de las chicas, la cual estaba por beber su taza de té hasta que la rubia hablo, dando una mirada asesina a su compañera. Aquella chica tenía un pelo negro azulado, con unos ojos marrones tirando a amarillo. Su uniforme a diferencia de la rubia tenía su corbata y chaleco, toda su ropa estaba bien puesta. -Por cierto, mucho gusto. Mi nombre es Sonoda Umi. -bajo la cabeza en señal de saludo, a diferencia de la otra perecia tímida. De repente su expresión se transformó a una de enojo, sorprendida por la velocidad que cambiaban sus emociones pero aliviada de que fuera para la rubia.

Mire a lado de mi hombro donde la rubia estaba. Esta trago en seco y se alejó con las manos arriba, tosiendo para luego prosiguió. -Y-yo soy Eli. Encantada de conocerte al fin. -A este punto ya no entendía nada solo que aquellas chica eran muy extrañas pero no parecían malas personas.

-Deja que lo haga, en algún momento tiene que crecer. -habló otra de las integrantes, bebiendo su taza que parecía de café en vez de té. Esa chica tenía el pelo rojo que le llegaba hasta los hombros, su rostro tenía facciones elegantes y sus ojos eran un violeta atractivo. Esta llevaba el uniforme parecido a la rubia pero su camisa estaba un poco abierta, dejando ver su clavícula y cuello a la perfección.

-estoy a favor de Umi-chan. Recuerden como quedó Honoka cuando se lo contamos. -habló la última integrante, que tenia un aire un poco misterioso. Una chica de pelo lacio de color violeta tirando a vino y ojos celestes. Su uniforme a diferencia de todas era de la escuela de al lado. Una institución que originalmente pertenecía al mismo dueño pero fue entregado a sus hijos. -Yo también me presento, soy Toudou Erena y la gruñona esa se llama Nishikino Maki. -me saludo con un apretón de manos, mientras que la otra chica arrugada el entrecejo hacia su dirección.

-Honoka nos contó que tienes problemas con una chica. -Mencionó Umi. Asentí, avergonzada y un poco nerviosa ante la honestidad de sus palabras.

-No te preocupes, nosotras te ayudaremos. -completo Eli, levantando el pulgar en confianza.

-¡¿En serio nya?! -abracé a Eli, feliz por la noticia. Esta acepto el gesto, apretando más el abrazo. -¡Muchas gracias nya!

-Ejem. -tosió Umi luego de un tiempo, dando una mirada asesina a nuestra dirección. Eli me soltó, nerviosa, volviendo a sentarse en el sillón.

-Primero lo primero, hay que contarle quienes somos. -Propuso Erena, levantando el dedo índice.

Un silencio incómodo se formó en el lugar hasta que Umi lo rompió. -Creo que tienes razón. -suspiro, tomando un sorbo de su té para luego devolver la taza en su lugar. -Nosotros formamos el club de fisiología. En realidad somos solo nosotras tres porque Erena es de la otra escuela. Usamos este club p-para... -se detuvo notando como sus mejillas encenderse de la vergüenza.

-Coger, follar, hacer el amor; como prefieras decirle. -Terminó Maki, provocando un sonrojo en mi y en Honoka, ganando miradas asesinas de sus compañeras. -¿qué? Hay que ser honestas si quiere nuestra ayuda. -desvió la mirada, jugando con uno de sus mechones.

Umi carraspeó para volver hablar. -Maki tiene razón hay que ser sinceras. Nosotras nos conocimos gracias a las reuniones de nuestros padres, pero solo nos hicimos amigas cuando nos dimos cuenta que tenemos gustos en común. Y así iniciamos este club con ese propósito.

-Queríamos un paraíso para jugar sin preocuparnos, así que usamos nuestra influencia en el consejo estudiantil para lograrlo. -terminó Eli. Ahora que me daba cuenta, aquella era parte del consejo estudiantil, y Maki era una de mis compañeras de clase -un poco sorprendente porque con la altura que tenia le daba unos años más-.

-Quedaba raro poner "club del paraíso" así que lo cambiamos a "club de fisiología" -Argumento Erena, riendo sin motivo, quizás por recordar sus discusiones por el nombre del club.

-¿pero como se conocieron ustedes y Honoka nya? -Pregunté, ahora interesada en la historia, agarrando una galletita de la mesa.

-Originalmente era uno de mis objetivos pero... -murmuró Maki, bajando la cabeza en incomodidad.

-Digamos qué hay un demonio acechando cerca que nos impide tocar un pelo de Honoka. -continuó Eli, tocando su cuello y bajando sus cejas en incomodidad.

-¿En serio? ¿Quién? -preguntó Honoka, sin entender a que se referían. Yo también tenia curiosidad pero recordaba a Honoka hablando muy animadamente con una tal amiga llamada Tsubasa.

-No es nadie, no te preocupes. -Calmo Erena, revolviendo la cabeza de Honoka.

-¿Entonces alguna vez se han enamorado nya?

Entrenando con densasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora