~El ruiseñor y la rosa~

Narrador omnisciente

Un joven que le gustaba mucho la filosofía, la había dejado a un lado ya que se enamoró de la hija de su profesor, esta le gustaba mucho, así que tomó el valor y le preguntó:

-Buenos días señorita
-Buenos dias *dijo alegre*
-Le tengo una propuesta ¿quisiera ser usted mi acompañante al baile?
-*se quedo pensando un momento* claro, pero solo si me traes una rosa roja
-Ok, muchas gracias

El joven en cuanto terminó la clase decidió ir a buscar la rosa en los jardines, pero por más que buscaba no encontraba ni una.

-¿¡Es en serio!? ¿¡Ni una sola rosa roja!?

Ya frustrado y cansado de buscar decidió descansar en la sombra de un árbol

-Ahora Claudia no irá conmigo al baile, yo la veré en su hermoso vestido bailar, pero no conmigo, pasará a mi lado y me ignorará, eh estudiado mucha filosofía, pero eso no me sirve ahora *dijo con algunas lágrimas en sus ojos*

Cierto ruiseñor lo escucho y penso

-Este es un verdadero enamorado

El joven ya estaba llorando

-Tocaran la música y ella bailará, pero a mi me ignorará

El ruiseñor pensó lo mismo nuevamente

Una lagartija se acercó y preguntó al lago cerca

-¿porque llora?

Y el lago tampoco lo sabía, así que el ruiseñor les contestó

-Por una rosa

El lago y la lagartija se rieron a más no poder, pero el ruiseñor lo miró con tristeza pues entendía su dolor

Así que se propuso en buscar la rosa roja para aquel joven

Paso por el primer arbusto y le pidió la rosa, pero el le contestó

-Mis rosas no son Rojas, son amarillas, ve con mi hermana que está cerca del reloj, ella te puede ayudar

El pájaro agradeció y fue a donde se le envió, nuevamente pidió la rosa, pero esta contestó

-Mis rosas no son Rojas, son blancas, tan blancas como la espuma de már, ve con mi amigo, que está en la entrada del colegio, el te puede ayudar

El ruiseñor volvió a agradecer y se dirigió a donde se le mandó.

Una vez en el segundo rosal volvío a pedir la rosa roja, pero le contestaron

-Efectivamente mis rosas son Rojas, pero este año no se verá ni una, puesto que una lluvia feroz hizo a mis capullos marchitarse y morir, lo siento no puedo darte ninguna

El ruiseñor contestó

- ¿No hay alguna forma de conseguirla?

-si la hay, pero es muy arriesgada, así que no te la diré

-Porfavor, dijamela

- Ok... debes de cantar toda la noche y que la luna te oiga, esto mientras traspasas una de mis espinas en tu corazón, mientras que tu sangre es puesta sobre mis raíces, e hací crecerá una rosa más hermosa que cualquiera