Capítulo Tres: Sé tú misma, a pesar de todo

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"Cuando tenía nueve años pedí dos deseos,

Encontrar a mi príncipe azul y

Ser primera ministra de Inglaterra

Está claro que lo segundo no se cumplió,

Pero lo primero sí que lo hizo"

Martes 13 de marzo de 2016

Jugueteó con el borde de la taza con mis dedos, la cual tiene un café moka, mientras leo la información en la computadora y asegurarme de que lo ponga en el cuaderno sea lo correcto,

La campana de la entrada suena, estoy esperando a Noel, quedamos de vernos aquí para una cita pero lleva una hora y media de retraso

Y me quedé a esperarle, más porque quería concentrarme en unos deberes de la universidad, lo cual ya no creo que sea posible en mi departamento, gracias a mi compañera y su novia siendo unas fornicadoras compulsivas, además no es la primera vez que me hace esto, los últimos meses lleva haciéndome esto, tal vez unas tres o cuatro veces cuando mucho

– Margaret – me saluda alguien, alzo mi vista, es Jeremy – Hola - sonríe

– Hola – le devuelvo el saludo

– ¿Puedo sentarme? –pregunta amablemente, muerdo mi labio y lo pienso para finalmente asentir

– ¿Qué tal estás? – preguntó para comenzar a mover mis cosas de la mesa para que pueda acomodarse mejor

– Bien, que hay de ti – me da una pequeña sonrisa – no he escuchado de ti en estos años

– Ni yo de ti para ser sincera

Eres una vil mentirosa ¿ME OYES? Una vil mentirosa, cuantas veces no lo stalkeamos en Instagram

Pero él no tiene por qué saber, ¿o sí?, sabrá cuando lo vemos en su perfil en las madrugadas

– ¿Dejaste eso de las ciencias políticas? – pregunta

– Sí, me decidí por derecho – le digo, mientras veo los movimientos que hace su boca al tomar de su taza – y tu ¿sigues con tu sueño de ser astronauta? – preguntó, recordando cómo me lo había dicho en una de nuestras charlas de ventana a ventana

– No, ahora sueño con la psicología – dice con una gran sonrisa en su rostro, parece que le gusta lo que hace

Y a mí bien me gustaría tener un psicólogo como él, hablaría mucho y no precisamente de mis sentimientos

No creo que sea una buena idea

>>Sabes, se me hizo muy curioso encontrarnos en esa fiesta, pensé que no volvería verte

– Sí, yo tampoco – bebiendo un sorbo de mi bebida

– Siempre creí que te quedarías en mi memoria como la linda vecina que me gustaba – dice sacudiendo su cabeza, la bebida se me atora en la garganta gracias a lo que dijo, y él me comienza a dar unos suaves golpes en la espalda

¡Como dices que dijiste!

– Y-yo ¿co-como dices? – tartamudeo ante su declaración, ¿Espera esto cuenta como una declaración?, creo que sí, será que le digo yo también

Recuerda Margaret, tienes un novio, NOVIO

– Escuchaste bien, me gustaste de adolescente – habla con sinceridad – Todo en ti era tan interesante y divertido

– ¿Era? – cuestiono un poco recuperada después de casi llevar café moka a mis pulmones y casi morir

– Eres – se corrige divertido – Aunque de hecho no te imaginaba que te volverías tan.... – se corta antes de decir algo

Un Vínculo Invisible     (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora