nineteen

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Decepción.

Esa era la palabra, decepcionada, nayla estaba decepcionada, no estaba enojada con niall, ni queria golpearlo, como lo querría normalmente.

"Just give me a reason" sonaba en el reproductor y rápidamente lo apagó, no quería escuchar sobre amor, ni nada parecido.

"No estamos rotos, simplemente algo torcidos"

Mentiras, mentiras baratas de las canciones, estaba en su sillón,  en el que alguna vez había estado con aquél chico que creyó querer.

Y lloró, y soltó toda la mierda que tenía que soltar, las imagenes de niall besándose con aquella chica, realmente queria borrarlo, así que se vistió toda de negro, tomó su IPhone, su querido celular, su chaqueta de cuero y caminó por las calles, su cabello azulón resaltaba en aquella fría noche, que parecía nunca querer terminar, y su teléfono sonó por millonésima vez en el día.

"Jarreh"

-¿Que hay, hazz?

-Hola, nay-estaba evidentemente ebrio.

-¿Donde estas?-preguntó frunciendo el ceño.

-Oh, a la vuelta de la vuelta de tu cada, creo- rió estúpidamente.

-Bien, ya sé donde estas, quédate allí,  ¿vale?

-Va..le-dijo entrecortadamente.

Nayla caminó y se abrazó más a la chaqueta, hacía un frio de la jodida hostia, y se enfermaría de no haber llevado la chaqueta.

Llega a la puerta del bar, y la dejan pasar ya que se confunde entre la muchedumbre de adolecentes, capta la cabellera rizada al segundo y se acerca a ella cuidadosamente.

-hazz, vámonos.

-Oh, hola amor-intento besarla, nayla sacó la cara.

-estas intensamente borracho, harry.

-no soy harry, preciosa, soy harold.

-bien, harold- rodó los ojos, divertida.

-¿quieres un trago?-preguntó estirando el vaso hacia ella.

-no estoy en condiciones.

-vaaaamos-la reta.

-Vale-roda los ojos ante el reto y se lo toma todo de un trago.

Y todo comenzó por ese pequeño trago, de los cuales llegaron muchísimos más, unos ¿14 más?.

-llamaré a niall para que vea que bien lo estoy pasando- rió ebriamente, apoyando su cabeza en el hombro de harry.

Y lo hizo

-hola, rompecorazones.

-¿nay? Maldita sea, ¿donde estás? -preguntó preocupado.

-pasándomelo genial con harold- rió.

-dime donde estas, nayla-dijo serio.

-mmh, a la vuelta, de la vuelta de mi casa, o eso acaba de decir haroldo- rió nuevamente, totalmente ebria.

-bien, estaré allí en 5 minutos.

Y como lo dijo, niall estuvo allí en 5 minutos, con su coche, y un castaño (también con auto) de ojos atractivente azules.

Niall entró, buscando esa cabellera azulada que tanto queria acariciar, y la encontró, pero arriba de la barra, bailando "uptown funk" completamente ebria.

-tú- señaló a nayla- vienes conmigo- bufo molesto- y tú- señaló a harry-con él- señaló al castaño.

-Lou-eh - dijo abriendo los brazos como para abrazarlo.

El castaño rió,  y se deshizo rapidamente del excesivamente ebrio ruloso.

Niall miró a nayla, y ella seguía bailando, como si nada. La agarró de las piernas, y la llevó como si fuera una bolsa de papas.

-¡Déjame, rompecorazones horan!

-No te dejaré, almenos no sola, no para que bailes arriba de la barra para otros hombres- gruñó cabreado.

-¿por qué? ¿celoso?-rió.

-completamente-la bajó.

Ambos quedaron cara a cara, y nayla sonrió apenada.

-Pero, soy un desastre.

-Eres mi desastre, nay.

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sON UNOS BEBÉS HERMOSOS Y LOS AMO BYE

Sammie, xoxo.

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