There's a fine line drawing my senses together and I think it's about to break

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Muy bien, antes de comenzar, este capítulo contiene escenas +18 y fue escrito antes del estreno del episodio número 21 de Hanyo no Yashahime, así que puede contener alguna inexactitud. La mayor parte de las cosas que leerán a continuación son headcanons creados por mí o por el fandom.
Sin más que decir, disfruten. 


🍎🍎🍎

Esa noche era luna nueva y Towa temblaba como una hoja al viento.

Era el primer novilunio que le tocaba desde que se había casado y se había marchado a vivir al barco junto a Riku. Y si algo había aprendido Towa en el transcurso de esas escasas tres semanas, era que su joven marido se volvía bastante difícil de saciar.

Ninguna noche era suficiente para él; siempre deseaba más de todo lo que pudiese obtener, más sexo, más conversaciones después del sexo, más juegos, más batallas en la cubierta, más entrenamiento con las espadas, más mar para explorar y más excusas astutas para mantener las manos sobre Towa.

Ella no se quejaba, sería muy hipócrita de su parte decir que no disfrutaba de todas y cada una de esas atenciones. Pero aquella noche, la noche en la que se volvería humana por primera vez desde que se habían casado, lucía más amenazadora que la batalla que se había suscitado con Kirinmaru y Zero años atrás.

La noche de luna nueva era la única noche donde quedar embarazada se convertía en una peligrosa posibilidad, y estaba de más admitir que ellos no se cuidaban en lo más mínimo. No tenían la necesidad, después de todo estaban casados, no sufrían de ninguna enfermedad contagiosa y Towa era infértil durante casi treinta días al mes.

Pero había uno, solo uno de esos días dónde su fertilidad podía repuntar y meterlos en un gran problema, mucho más desde que Riku le había confesado que sentía una enorme debilidad por su apariencia humana.

Towa trató de no pensar en ello cuando llegó el día, simplemente se dedicó a hacer su rutina diaria, la cual incluía cocinar, aprender sobre navegación, jugar a los dados y acabar en un entrenamiento de espadas con Riku por la tarde.

Sus entrenamientos solían ser bastante intensivos, tal como juegos de resistencia en los que el que bajaba la guardia primero podía ser arrojado al mar. Towa gozaba de una mayor cantidad de victorias en ese sentido, era muy común tirar a Riku por la borda y normalmente que ella fuese la que caía podía tomarle mucho trabajo a su marido. Aun así, ese día, al joven pirata le tomó cerca de veinte minutos derrotarla.

Solo precisó del movimiento correcto en su muñeca y un ligero empujoncito que la dejaron tambaleándose al borde, aunque esta vez, antes de caer, fue atrapada por aquel par de brazos —tan peligrosos como gentiles— y devuelta a bordo.

—Uff, otra vez, estaba distraída —exclamó, colocando las manos en las rodillas para recuperar el aire perdido. Se sentía exhausta, como si hubiese estado corriendo todo el día, pero no quería acabar ya, apenas habían comenzado.

—Towa —susurró Riku tocándole el rostro para correrle un par de mechones plateados que se le habían adherido a la piel—. Estás sudando.

Oh, sí, eso ya lo sabía bien, estaba toda sudada, pero un poquito de agua no la había detenido antes.

—No es nada —comentó alzando el puño para demostrar que tenía energía de sobra, como si el mero hecho de hacer aquel gesto le proporcionara algún tipo de energía extra. Pero eso ni siquiera podía creérselo ella misma.

—Está a punto a anochecer —sonrió él, señalando la puesta de sol que se podía ver en el horizonte—. Tus poderes están disminuyendo, princesa, no te sobre exijas. No quiero jugar contigo si eso significa lastimarte.

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⏰ Última actualización: Feb 26, 2021 ⏰

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