𝑵𝒐 𝒑𝒆𝒏𝒔𝒆́ 𝒒𝒖𝒆 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒂𝒔 𝒕𝒖́... [𝐃𝐫𝐚𝐫𝐫𝐲/𝐇𝐚𝐫𝐜𝐨]

𝐗𝐈𝐗

Todo había avanzado sobre ruedas. Los deberes habían disminuido considerablemente, el número de afectados por la pandemia era casi nulo y la cuarentena se basaba en un sistema, de una semana donde podían salir y otra semana, cuarentena radical y toque de queda, dónde no se podía salir a menos de que fuera estrictamente necesario. Con los medios de protección, obviamente.

Ya era febrero, justamente era San Valentín, era el día que habían escogido Sirius y Remus para casarse.

Era en el patio de La Madriguera, el lugar era hermoso, amplio y soleado. Molly estaba emocionada, ayudó con la decoración la cual consistía en muchas sillas de madera ordenadas en columnas, un camino de rosas blancas y rojas, y un altar donde caían unas telas blancas delgadas atadas a unos postes, colgaban serpentinas doradas y flores.

La noche anterior, habían intentado separar a los novios por la tradición y hacer una despedida de soltero. Sin embargo, Sirius se negó rotundamente, por lo que aceptaron y no volvieron a ver a la pareja en la noche.

Remus y Sirius, habían ido al cementerio donde estaban enterrados James y Lily. Les contaron de como se iban a casar, derramaron algunas lágrimas al recordar cómo Potter al descubrir su relación en Hogwarts, había exigido ser el padrino y la pelirroja, por su lado, solo agradeció a Merlín por no tener que continuar observando la tensión que existía.

Ahora, en la mañana, Remus estaba en una habitación junto a Molly, Ginny, Luna y Hermione.

"Gracias por permitirme ser dama de honor profesor"

"Es un placer que lo sean"

"¡Que emoción!" Molly alisó su saco y le sonrió dulcemente "Hacen linda pareja"

"Gracias" el castaño le besó la mejilla y se observó en el espejo. Vestía un pantalón blanco, una camisa blanca manga larga y un saco marrón chocolate encima. Su cabello castaño estaba desordenado y sus cicatrices le daban un aspecto tenebroso, pero sus ojos y sonrisa dulce eran todo lo contrario.

Hermione, Luna y Ginny le sonreían desde el espejo, vestían un vestido sencillo color crema, zapatillas plateadas, sus cabellos rebeldes peinados en un recogido elegantes con unos mechones sueltos y un brillo en sus labios, sin maquillaje en el rostro.

"¿Cuándo me toca salir?"

"Fred nos avisará cuando"

✩

A algunos metros de distancia, en una habitación se encontraba Sirius caminando por toda la estancia nervioso. Harry, Draco y Ron estaban observándolo desde la cama.

Terminó de peinar su cabello nervioso y se observó en el espejo. Vestía un pantalón negro, una camisa blanca manga larga y un saco negro, característico del hombre.

"Entonces diré, Moony, eres lo vida de mi mejor- no. Uhg- mierda- maldición, no le digan a Molly que dije eso"

"Tranquilo tío" Draco se levantó y lo tomó de los hombros "No pienses que le dirás, se te ocurrirá en el momento"

"Exacto, tu corazón hablará" Ron le enseñó los pulgares.

"Pero-"

"Pero nada" Harry le sonrió y lo abrazó "Estoy muy feliz por ustedes. Gracias por dejarme ser tu padrino"

"No es nada Harry" le revolvió el cabello negro "Gracias a ti"

Un toque en la puerta hizo que voltearan la mirada, reveló el cabello rojo fuego de George "Está todo listo, ya pueden salir"