|Millions Dreams| < Bridgerton >

-Prólogo-

20 de Marzo 1806

Grosvesnor square.

Era un día gris, con altas probabilidades de tormenta pero eso parecía no importar para los jovenes hermanos Beckham.

Kenner con sus recién cumplidos 19 años andaba a caballo mientras Juno su hermana practicaba Arqueria, algo sumamente extraño para aquella época pero un simbolo indiscutible del empoderamiento y la elegancia femenina.

-Estoy cansada mamá- dijo la joven destensando la cuerda.

-Se que lo estas Cariño, pero es importante que practiques sino nunca podrias lograrlo- dijo acomodando sus rizos en un nuevo medio recojido.

-Mamá ¿Donde esta papá? dijo que llegaría para dar una vuelta- dijo con voz solemne el mayor aún que preocupado por la tardanza de su padre.

-Fue con la Reina Charlotte a entregarle unas joyas del último pedido que hizo Kenner, sabes lo importante que es mantenernos como joyeros reales- dijo Yvonne Beckham, mientras se sentaba a observar a sus hermosos hijos practicar lo que más les gustaba.

-Ya llegue mis niños- dijo Phineas Beckham, se quito su sombrero mientras se acercaba a su familia - y traigo maravillosas noticias.

-¿Cuales si se podrian saber Lord Beckham?- dijo burlón su hijo mayor.

-La reina Charlotte consiguió una plaza en el nombre de Juno para el Colegio Basilweather de muchachitas- dijo cuando todos estuvieron en la mesa.

(Colegio en multimedia)

Un silencio algo tenso se instauro en la mesa, ninguno decia nada pero todos miraban a la niña de todavia 12 años que miraba fijamente su taza.

-¿Es enserio?- dijo algo esperanzada.

-Claro que lo es mi pequeña- dijo acariciando sus rizos morenos, la mirada azulada de la niña destilaba un brillo incomparable.

-Me encantaria ir, es la única escuela real para Mujeres, y podre estar hasta mi mayoria de edad ya no necesitaria una tutora, sin ofender mamá- dijo levantandose abruptamente.

Una semana había pasado y la niña estaba en un carruaje marchando al colegio, despedirse de su hermano y su madre habia sido difícil. Aún más hacerlo de los Bridgerton.

Y si bien su despedida habia sido un trago amargo era lo mejor para su futuro, no habia mejor lugar para prepararse en modales, bailes y hasta podia conocer a más chicas de su edad.

Por que con solo 12 años solo quería un amor, uno bonito y verdadero. Ese mismo que veía en los ojos de su madre al bailar con su padre en el gran salón.
O el que solían mostrar los Señores Bridgerton cuando iba a su casa a tomar el té hacia unos años, antes de la desafornutada muerte del vizconde, con Daphne o a leer con Colin y ni hablar de ver los bocetos de Benedict.

Queria un amor, pero se lamentaba tener que esperar años para encontrarlo.

Sin saber que había dejado a un muchacho con el corazón roto a raíz de su partida.

Pero que en algunos años podría volver a latir con su llegada a la ciudad.