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Una Solar con top negro y unos shorts del mismo color se encontraban paseándose por toda la sala mientras gritaba con desesperación.

—¿Dónde carajos esta mi falda?

—Joder Solar, ¿Puedes dejar de gritar por lo menos un minuto? —dije tratando de concentrarme en el libro que reposaba en mi regazo. —Trato de estudiar.

—¿Adivina qué?, Me vale una hectárea de...

—Mierda, ¿Por qué estás tan insoportable?

—Hoy tengo dos citas. —hizo una pausa dramática para que esperara que preguntará pero eso no paso. —¿Recuerdas que te dije que estaba conociendo a un chico?

Trate de hacer memoria pero nada se me vino a la mente, por ende negué con la cabeza.

—No esperaba menos de tí, Dory. Aquel chico que dije que no conocerías hasta que estuviera seguro de ello. -aquello hizo que recordará una conversación con ese tema, abrí mi boca formando una "O" y asentí. —Bueno me invitó a salir, pero Namjoon tuvo la misma idea que él, así que él también me invitó.

—¿Y por qué no le dijiste que no a Namjoon?, Estoy segura que sabes cuántos días tiene una semana.

—No lo pensé muy bien y a ambos les dije que sí, ahora estoy sufriendo las consecuencias. Cállate.

—No creo que esas sean las consecuencias. -canté mientras subrayaba algo de mi libro.

Solar me chistó y cuando tuvo mi atención me levanto el dedo del medio, le hice una mueca y ella se fue victoriosa por el pasillo. Seguí repasando los apuntes de mi cuaderno y libro, como si la vida estuviera en contra mía, la puerta de abrió en un estruendoso sonido provocado por una persona no tan alta, de proporción atlética con una mata de cabello color azabache. Jimin.

—Genial, más ruido.

—Pero mira a quien tenemos aquí, dichosos mis ojos que te ven.

—Vivo aquí, Jimin.

—Noto un cierto desprecio hacía mí, ¿A qué debe?

—Es contra todo el mundo. Necesito silencio, debo estudiar.

Él se acercó hacia mí y se sentó quitándome el libro para darle un vistazo.

—Estas de suerte, dí este examen el año pasado, te puedo ayudar.

—¿En serio?

—Claro, bueno, saque un treinta y tres pero el punto aquí es que lo dí.

—Mejor vete.

—Uy. —soltó en reproche mientras se paraba e iba al refrigerador.

—A todo esto, ¿Qué haces aquí?

—Me alegra que preguntes. —Jimin me señaló con un dedo. —Solar me tomo de Uber para llevarla a sus citas.

—¿Te prestaste para eso?

—Bueno, es jueves, no tengo nada que hacer y esto es lo más divertido que me propuso la vida. Déjame en paz.

Solar salió por el pasillo vistiendo una falda negra con un suéter violeta, he de admitir que se veía hermosa. En realidad siempre lo hacía pero hoy más.

—Bueno Jimin, nuestra primera parada será un bar en Itaewon. —Jimin asintió mientras se llevaba el envase del jugo a la boca.

—Veo que encontraste tu falda.

—Sí, estaba debajo de la cama. —dijo Solar sonriente mientras daba un vueltecita. Sonreí por el acto.

—Andando.