Un pequeño Déjà Vu.

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"Me parece que no será vencido enviando una simple unidad militar."

Los otros marines asienten. El comodoro que lidera la reunión, Brannew, suspira.

"Exacto. Desde su formación, y desde la derrota del capitán Mano de Hacha Morgan, han estado muy activos y se desconoce su paradero actual", informa Brannew. "Buggy el Payaso, 15 millones. Líder de una flota pirata, Don Krieg, 17 millones. Y por último, el líder de los tritones, Nariz de Sierra Arlong, 20 millones. Teniendo en cuenta que el promedio de las recompensas en el East Blue es de 3 millones, estos son piratas de los grandes que tienen un valor superior a 10 millones. Y él ha acabado con todos ellos", planta el cartel de recompensa en el tablón, se muestra a un niño sonriente. "El precio inicial de su cabeza será de 30 millones, lo cual es un récord pero es razonable. Lo más inteligente sería encargarnos de ellos rápido, acabar con esta semilla de maldad antes de que le crezcan raíces."

Cruzado de brazos mientras se apoya en el marco de la puerta, el Almirante de Flota Sengoku entrecierra los ojos.

"¿Qué sucede?", le pregunta Tsuru pasando junto a él.

"Ese niño, ¿no es el nieto de Garp?"

La mujer mira al chico del sombrero de paja y asiente. "¿Crees que es una recompensa alta para un niño?"

Sengoku sacude la cabeza. "Creo que es baja. Siento como que... Vamos a tener muchos problemas a partir de ahora."

"Siendo un D no esperaría menos", murmura ella.

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"Doctorine."

La mujer se levanta las gafas de sol para ver el papel que le tiende el pequeño reno. Arquea una ceja interrogante cuando ve el cartel de recompensa de un pirata novato.

"¿Qué sucede con esto, Chopper?"

Por el rostro de su joven asistente, es obvio que ni siquiera él sabe exactamente cuál es el problema. Mira del papel a la doctora con el ceño fruncido y vuelve a mirar al cartel. Un sentimiento de cariño florece en el pecho del reno cuando ve la sonrisa de un tal Monkey D. Luffy. Por un momento, se pregunta si alguna vez conocerá a ese chico.

"Nada, ¿puedo coger un libro nuevo de tu habitación? ¡Quiero aprender más!"

Kureha resopla y le hace un gesto al reno con desdén para que salga de su vista. No comenta nada cuando Chopper se guarda disimuladamente el cartel de recompensa de ese novato desconocido.

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Crocodile mira a la mujer con el ceño fruncido. La mala sensación que tiene desde hace un año no ha hecho más que aumentar desde que salió el periódico. Nico Robin se mantiene en calma frente a él, incluso en el tenso ambiente. Un bananawani se pasea por el gran despacho pero no la intimida en lo más mínimo.

"¿Conoces a este hombre?", pregunta colgando el cartel de recompensa en su garfio.

"No sé si podría llamarlo 'hombre', Mr. 0, yo diría que es más bien un niño", ella sonríe con sus dientes perfectos. "Lamento decir que no lo he conocido, parece bastante interesante."

El Shichibukai entrecierra los ojos. Sabe que ella no está mintiendo, pero ve una pequeña vacilación en sus ojos. Crocodile probablemente no se equivoca al asumir que Miss All Sunday se siente exactamente como él cuando ve al niño: curioso, desconcertado, irritado, expectante.

"Puedes retirarte", le dice al fin.

Ella asiente con su habitual frialdad. No pasa desapercibido para su jefe que, en uno de los muebles, hay un ojo incorpóreo mirando fijamente el cartel que aún cuelga de su garfio.

Jamais Vu | 𝖶𝖺𝗍𝖼𝗁𝗂𝗇𝗀 𝖮𝗇𝖾 𝖯𝗂𝖾𝖼𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora