Incubo Enamorado (𝔠𝔥𝔞𝔫𝔟𝔞𝔢𝑘)

I

No debería estar espiando a los humanos.

Pero no podía evitarlo. Aquel chico era caliente.

Tenía un cuerpo perfecto,  una cara con facciones finas que lo hacían ver tierno, y eso calentaba más al incubo, que el pobre chico estuviera masturbándose sin contemplaciones, gimiendo sin control, completamente enojado por que su pareja lo abandono.

Chanyeol no tenía por que espiarlo, pero no podía evitarlo.

Todo comenzó hace dos semanas, cuando se metió en una riña en un bar. Sus superiores estaban cansados de lidiar con su rebeldía, por lo que lo asignaron a trabajo voluntario. Chanyeol se había negado millones de veces, pero de no hacerlo se convertiría en esclavo de los infiernos y él, amaba demasiado su libertad.

Por lo que termino ahí, sirviendo como secretario de Kim SooHyun.  Atendía casos de invocaciones. Su trabajo era sencillo, solo tenía que estar sentado frente a un escritorio, recibiendo y leyendo fax's, asignando un caso a cada demonio.

Era un trabajo terriblemente aburrido, solo habían pasado dos días cuando ya no pudo soportarlo más. Ese día, Chanyeol buscó a SooHyun para gritarle en la cara "prefiero mil veces ser un esclavo antes de seguir trabajando para ti" pero se detuvo al ver a una mujer en su lugar.

—¿Qué quieres?—hablo la mujer arreglándose las mangas. — ¿No deberías estar haciendo tu trabajo?

—¿Dónde esta SooHyun?

La mujer rio y su físico comenzó a cambiar hasta convertirse en su jefe, quién aún se burlaba de él.

—Sigues siendo un niño Chanyeol, ¿Acaso no sabías que soy un súcubo?

—Creí que los súcubos estaban extintos.

—Nosotros no necesitamos invocación.  Los íncubos y los súcubos son los seres más libres que existen, así que podemos estar en donde se nos plazca.

SooHyun cambio su apariencia a la de una mujer, después camino hacia un pequeño cuarto seguido por el alto.

—Veo que tienes curiosidad, Chanyeol.

—¿Qué este lugar? —preguntó.

Aquella habitación tenía dos archiveros grandes, del otro lado había varías pantallas de plasma, una grande en el centro y las otras, pequeñas. El súcubo de SooHyun buscó entre las pantallas una específica; donde se podía ver a un hombre del mundo mortal secando su sudor después de una ardua rutina de gimnasio.

—Ahí es a donde voy—se lamió los labios. —Es tan sexy.

—¿Vas a ir al mundo mortal? ¿Estás loco?

—No seas un bebé Chanyeol—rodó los ojos. —Eres un incubo, tu naturaleza es buscar a tu presa en el mundo mortal y divertirte, que seas un niño que nunca lo ha hecho no es mi problema.