⠀ 𔓕⠀ ⠀⠀ ⠀ taekook.
jungkook despierta de un coma teniendo amnesia postraumática.
está solo con su alfa: min yoongi.
los rastros de lo que fue una felicidad pasada lo atacan, causando estragos en su vida actual plena. un tierno chico comienza a viv...
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« Mayo 28, 2019 — 12:09 hrs »
— Seokjin Hyung, por favor... No, no me pasa nada. Es solo que... No puedo seguir en el club, vendrán algunas situaciones que me lo impedirán y- ¡No! Nadie se ha sobrepasado conmigo, los chicos son geniales... Claro que sí, hyung. Yo-... Los amo, chicos. No olviden eso, no importa lo que pase. Quisiera decírselos en persona pero- no es fácil. No me olviden, ¿Sí? Ustedes son mi familia. Hasta pronto...
Era un día difícil.
Esa mañana le dieron aquella noticia que ha desplomado su vida. Guarda su celular en el bolsillo de su chaqueta y camina sin ganas, saliendo de la tienda de convivencia con bolsas de ramen instantáneo y agua embotellada en sus manos.
— Hey, Kook.
Rueda los ojos ante el llamado tras él, sabiendo de antemano de quién se trataba. No gira, solo sigue caminando.
— Jungkook, Jeon Jungkook, te estoy hablando.
— Creí que dejé en claro que: quiero que te vayas a la mierda, Yoongi.
El aroma del alfa se intensifica y acelera el paso hasta llegar al menor. Toma su muñeca y le mira con enojo. — No. Tú eres mi omega, Jungkook.
La indignación se pinta en su rostro, con su mano desocupada tira un poco del cuello de su camiseta y le enseña el blanco y terso cuello, libre de la tradicional mordida de alfa. — ¿Ves algo aquí? Nada. Nada de mí es tuyo, desaparece.
Sigue su camino aún sintiendo la molesta presencia de su ex pareja a sus espaldas. Yoongi no le ama para nada, solo es otro tóxico universitario adicto a las fiestas y el sexo, Jungkook nada más era otro de sus juguetes. Y lo sabía bien.
No puede evitar pensar en lo que este diría cuando su propio cuerpo deje de funcionar y él ya no se encuentre más en este mundo. ¿Le extrañaría, tal vez, un poquito? ¿Siquiera le quiso en algún momento tanto como Jungkook le amó en un pasado? Qué situación tan deprimente.
Llega al portón de su propiedad e inesperadamente, el mayor le da un empujón hasta dejarlo con la espalda pegada al muro de ladrillos. La bolsa resbala de su mano cayendo al suelo, pero no puede pensar en eso cuando la mano del alfa llega a su cuello y le apreta, impidiendo el paso del aire a sus pulmones.
— Escucha bien, imbécil con complejo de alfa. Eres mío. ¿Si?No me vuelvas a faltar el respeto si no quieres terminar como la otra vez.
