2. "Tenemos mucho tiempo para ello"

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Los meses comenzaron a transcurrir rápido después de que Tooru aceptó ser novio de Atsumu, ambos estaban sumamente felices y ese 31 de agosto se encontraban celebrando su séptimo mes juntos.

En todo el tiempo que pasó, Tooru aumentó su colección de mangas, y se vio (casi) obligado a comprar otro librero para que pudieran caber todos los mangas que había adquirido, así como figuras de anime. Atsumu había aumentado de suscriptores en su canal de stream y en una partida con muchos espectadores, hizo pública su relación de Oikawa.

- Tsumu, ¿qué haremos hoy por el séptimo mes?

Preguntó Tooru mientras hablaba con él por llamada, se encontraba acomodando algunos libros que le regaló su madre cuando fue a visitarlo, podría hacerlo después pero, no le gustaba ver nada fuera de su lugar.

- ¿Qué te parece si... Vas al aeropuerto dentro de dos horas?

Preguntó el rubio de la nada, ocasionando que Oikawa volteara rápidamente y soltara algunos libros. Corrió hacia su teléfono y lo levantó, pegándolo a su oído.

- Espera, ¿qué quieres decir, Atsumu?

- Eso mismo, Kawa. Ve al aeropuerto dentro de dos horas. Tu regalo por nuestro séptimo mes está por llegar. Y antes de que digas lo que sé que preguntarás... Sí. Estoy yendo a verte, mi Mitsuha.

Atsumu no le dio oportunidad de responder, pues había colgado la llamada, y eso sólo significaba que ya se encontraba en Japón, pero había hecho una parada. Oikawa no lo pensó más y tomó sus cosas para ir al aeropuerto a recibirlo. Bajó rápidamente los escalones y tomó las llaves que estaban colgadas en la entrada, cerrando la puerta y corriendo al tren más cercano para llegar un poco antes que él. No podía creerlo. Vería a Atsumu después de... Tres años. Estaba emocionado, y sentía que lloraría en algún momento, pero ese momento sería cuando estuviera frente a él.

El calor en la calle era sofocante, el castaño sentía que se derretía, pero tenía que resistir, aun le faltaba mucho para llegar a su destino, así que no se puso impaciente por ello. Se puso los audífonos y reprodujo "Don't Leave" de Block B para hacer más ameno el viaje. Le gustaban mucho ese tipo de canciones, con letras y melodías tristes, pero que aún así le relajaban y lo hacían disfrutar más del paisaje que Japón le ofrecía. Las hojas de los árboles seguían verdes como en primavera pero pudo notar que algunas estaban tornándose en un tono naranja con café, cosa que le sorprendió, pues aún faltaban unas semanas para que llegara el otoño.

Como era costumbre de Tooru, siempre le gustaba recordar cada momento que había pasado con Atsumu en los meses anteriores, y más si estaba viajando a algún lado. Se acomodó y giró un poco el cuerpo para poder reposar su brazo sobre el borde del asiento, fijando su mirada en las bellas nubes que le ofrecía el día.

Mayo de 2018, su cuarto mes juntos. Ambos estaban viendo por Netflix una película que le gustaba a Atsumu, y esta era Deadpool. Oikawa comía palomitas con un poco de salsa, mientras que su acompañante únicamente estaba bebiendo un batido. Era sábado, día perfecto para estar hasta que el sueño lograra vencerlos. En la película, una de las escenas hizo enojar a Tooru, ocasionando que tirara el bowl con las palomitas al suelo y gritó:

- Joder, mátalo ahí mismo. Ese idiota no merece vivir después de todo lo que te hizo pasar. ¡¡Mátalo!!

Atsumu comenzó a reír al verlo así de molesto, era la primera vez que el castaño le mostraba esa faceta suya, por lo que se dio cuenta de la situación y sus mejillas junto con orejas, tomaron un color rojo por la vergüenza que había pasado frente a su novio. Se percató que no tenía más el bowl consigo y se agachó para juntarlas y después dejarlas sobre la mesita que estaba frente a él.

- Lo siento, es que, me molestó bastante.

Pidió disculpas pasando la mano izquierda detrás de su nuca en señal de pena. Atsumu sonrió.

- Toto, sabes que no hay problema. Me gustó verte así. Me gusta ver cada faceta tuya, y lo sabes.

Cuando terminó la película, ambos rieron al recordar la escena que había armado el castaño, habían disfrutado nuevamente de otro día juntos, como siempre. Su relación parecía ser de color rosa, pues nunca antes habían discutido y eso era algo que agradecían intensamente, pues no les gustaría molestarse con el otro.

- Quiero ver más de tus películas favoritas contigo, Tsumu.

- Y lo haremos, Toto. Tenemos mucho tiempo para ello. Te mostraré todas las películas de Marvel por orden, así que alista tus golosinas.

"Tenemos mucho tiempo para ello", fue de las oraciones que más recordaba de ese día. Sintió algo de tristeza cuando lo recordó, como si eso nunca llegara a hacerse realidad, ya que tenía miedo, mucho miedo de que aquello que habían construido en todos esos años, terminara en algún momento. Tooru negó rápidamente con la cabeza, cerrando fuertemente sus ojos para evitar llorar, quería librarse de ese pensamiento, pues no le gustaba echarse la sal. Disfrutaría aún más de cada momento con Atsumu, le entregaría aún más de sí para demostrarle lo mucho que le gustaba estar con él y lo afortunado que se sentía de tenerlo cerca, y especialmente, como su novio.

Llegó al aeropuerto después de tomar otro tren, y corrió por la calle para llegar al lugar, aunque era algo difícil, pues traía con él una pequeña bolsa con un regalo que le entregaría a su hilo rojo, estaba nervioso y quería verlo ya.

Al pisar dentro de la sala de espera, se agachó y respiró profundo, se había cansado de correr por una inclinada subida, tanto que pensó que moriría ahí mismo. Como había visto en algunas películas, llevó un pequeño cartel que decía "Miya Atsumu" para que fuera más fácil reconocerlo entre la multitud. Vio como muchas personas corrían al ver a quienes las estaban esperando, dejando ver esa felicidad de estar con ellos nuevamente y se sintió contento. A lo lejos observó una cabellera rubia con los bordes negros, tal cual era el estilo de su novio. Sintió que eso era irreal, pero, ahí estaba él, esperándolo. Tooru soltó el cartel y corrió a dónde Atsumu se quedó parado, mientras extendía sus brazos para recibirlo en un gran y cálido abrazo. El castaño no resistió más y lo apretó contra su cuerpo, soltando pequeñas lágrimas y cargando a su pareja para dar una vuelta con él.

- Por... Por fin. - Dijo entre lágrimas. - Por fin estás aquí, Tsumu.

Fue inevitable para ambos no llorar, pues era la primera vez que ambos tenían tacto con el otro, después de una larga y preciosa relación a distancia.
Tooru tomó las maletas del rubio y cuando salieron del aeropuerto, pidió un taxi para que los llevara a la casa de Atsumu.

- ¿Estás feliz de estar en Japón nuevamente?

Preguntó Tooru mientras tomaba la mano del otro, entrelazando sus dedos.

- Lo estoy. Pero lo estoy aún más porque, por fin puedo pasar tiempo contigo sin necesidad de vernos a través de una pantalla.

Atsumu colocó su cabeza sobre el hombro de Oikawa, estaba cansado, así que cerró los ojos y decidió dormir en el transcurso a su casa. Sus pestañas eran más largas de lo que había imaginado, y su cabello era suave, tanto que no dejaba de acariciarlo. Tenía pequeños y tenues lunares debajo de sus labios, haciéndolo ver aun más atractivo de lo que ya era. Tooru se dedicó a apreciar cada detalle de su novio mientras este dormía, le daba cierta tranquilidad verlo así. Acarició su mejilla, tan ligeramente para no despertarlo, pero fue en vano, porque Atsumu abrió poco en poco los ojos y levantó la vista hacia el castaño, sonriendo.

- ¿Por qué no me besas?

you, clouds, rain ; [ AtsuOi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora