1. Flores de cerezo.

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Sentado en el borde de su cama con una computadora portátil sobre sus piernas, su espalda encorvada y unos pequeños lentes para no cansar su vista, Tooru revisaba sus redes sociales, esperando ponerse al día con algunas reseñas sobre mangas que tenía pendientes. Podrían considerarlo un otaku, pero para ser sinceros, a él nunca le gustó esa etiqueta, pues quería ser libre de disfrutar lo que le guste sin necesidad de ser ese alguien para la sociedad, aunque era algo irónico, pues a veces le gustaba ser el centro de atención, especialmente en f-book e instagram.

Una suave brisa entró por la ventana que estaba frente a él, era pequeña, pero le ofrecía la hermosa vista de la calle, que en ese momento, adornaba las banquetas y carreteras con pétalos de flores de cerezo, o mejor conocidos como sakura. Tooru se enderezó y justo antes de levantarse, guardó el trabajo que estaba realizando y seguido de esto apagó la computadora, colocándola en el escritorio que estaba a unos cuantos pasos de su cama. Una notificación le llegó a su celular, el cual le sacó una sonrisa al abrirlo. Era él.

En junio de 2015 conoció a un chico gracias a f-book, era carismático, hacía chistes malísimos, pero siempre estuvo ahí para apoyarlo. Tooru pensaba que ambos se sentían bien con la compañía del otro, con esa complicidad y confianza, el único inconveniente era que Tooru vivía en Japón, y Atsumu se encontraba en Brasil, por lo que la diferencia de horario era un verdadero problema, aunque eso no les impedía hablar por horas cuando tocaba fin de semana. Algunas veces solían ver películas o series por videollamada, así era como ambos se sentían cerca.

Atsumu Miya, al igual que Tooru, era un jugador de volleyball y le gustaba mucho practicar ese deporte, aunque uno de sus sueños siempre fue convertirse en gamer profesional y streamer. Por esas mismas razones, se encontraba casi al otro lado del mundo, practicando para ser mejor, en ambos aspectos: el deporte que más le gustaba, y su sueño.
Tooru Oikawa desde pequeño entrenaba día y noche, para así convertirse después en el mejor armador de la prefectura, pero ese no era más que un hobby para él después de que se adentró en el mundo del anime y el manga, abriendo cuentas dedicadas únicamente a ese tema, al igual que un canal en youtube. Leía mucho, le gustaba recrear los escenarios en su mente para después ver la animación, era divertido. Así entró a una carrera similar en la universidad.
¿Les iba bien? Por supuesto, y ambos se apoyaban en cada proyecto.

Atsumu le envió un mensaje de texto, pidiéndole que estuviera disponible a las 21:00 horas, pues tenía algo importante por decirle. Tooru se sorprendió bastante, y tal vez un poco de miedo se hizo presente en él, ya que nunca le gustó eso de "tenemos que hablar", le daba mal presentimiento, pero, iba a confiar en él, como siempre había hecho. El joven castaño le respondió el mensaje con un emoji de un pulgar arriba para después escribir "para ti siempre estoy disponible". Rió al releerlo y guardó el teléfono en su bolsillo trasero.

Bajó a la cocina, tenía hambre así que fue a prepararse un poco de arroz y unas salchichas fritas, como la comida que solía prepararle su madre cuando era un niño. Colocó música y se dejó llevar por la melodía. "Universe" de EXO sonaba algo melancólica, pero aún así logró disfrutar esos 4 minutos con 24 segundos. Lo relajó bastante e hizo que recordara la primer película que vio con Atsumu en 2016.

"Your  name" fue una película famosa en ese año, y se rumoreaba que la primer persona con quien vieras esa película, se casaría contigo en el futuro. A Oikawa le hacía gracia, pero creía en el destino y el poder que tiene el universo sobre ciertas cosas, así que tampoco lo veía como algo tan irreal.

Al momento que la película dio fin, Atsumu quedó viendo fijamente a Tooru a través de la pantalla. Sus ojos color miel reflejaron un hermoso brillo, y sonrió ligeramente.

— Desde que escuché hablar sobre esta obra de Makoto Shinkai, las ganas de verla incrementaban, y cuando me preguntaste sobre verla juntos, fue... Hermoso, ¿sabes?

Atsumu contuvo la respiración unos segundos, tratando de tomar valor para lo que estaba a punto de decir.

— Creo que, mi corazón y yo siempre estuvimos esperando por ti. Digo, ya sabes lo que siento hacia ti, ¿cierto? Te quiero tanto que a veces me es imposible explicarlo. Y bueno, ver Your Name contigo fue sumamente especial y mágico. Tú lo eres. Todo lo que tenga que ver contigo lo es, así que gracias.

Tragó las lágrimas que estuvo a punto de liberar, y aclaró su garganta. Tooru estaba completamente sonrojado y atónito. Si bien antes ya se habían confesado sus sentimientos, el hecho de que el rubio le dijera algo tan bonito como eso, hacía que le gustara aun más.

— Bueno, entonces supongo que serás mi Taki, ¿no es así?

Preguntó Oikawa mientras se acercaba un poco más a la cámara y le dedicaba una sonrisa cálida, como de un niño enamorado.

— Lo seré. Y tú mi Mitsuha, ¿cierto?

Atsumu estaba que no podía más con la situación y suspiró. Sí, él igual estaba sonriendo como un niño enamorado, y le gustaba. Le gustaba el hecho de que Tooru fuera la razón de esas bonitas emociones.

— Así que eres mi hilo rojo, Tsumu. Y "te lo prometo. No importa dónde estemos en este mundo… Te prometo que nos encontraremos otra vez".

Citó Oikawa. Era todo un romántico.

Después de una comida rápida, el castaño se apresuró a realizar los deberes del hogar para poder estar disponible a la hora que el rubio había acordado y una vez que terminó, fue a darse una ducha para estar presentable. Aunque no supiera la razón de aquella cita, quería verse bien ante él.

( . . . )

El reloj marcó las 21:00 horas en Japón y sólo esperaba a que Atsumu no se hubiese quedado dormido, pero eso fue descartado cuando el rey de Roma le hizo una llamada telefónica a Tooru.

— ¿Qué pasó, Tsumu?

Preguntó con un poco de nerviosismo.

Bueno, como juegas Minecraft conmigo, te voy a pedir que entres a este mundo conmigo, ¿aceptas?

La voz del rubio sonaba borrosa, quizás era por la mala señal de entonces.

— Claro que sí, Tsumu. Dame un momento.

Dejó la llamada en altavoz y en su portátil abrió el juego, y entró al mundo con Atsumu. Sus personajes se movían a través de un pasillo de piedra, y dando vuelta a la izquierda pudo ver que el rubio había construido algunos libreros y más adelante, unas escaleras que los llevaron a la azotea de la casa que había construido.

Sígueme, por favor.

Pidió Atsumu, y el castaño le hizo caso. La noche ahí era preciosa. Pudo notar que habían algunos asientos ahí y adelante parecía brillar algo. El personaje de Atsumu se adelantó y éste le dio la indicación de que fuera a donde se encontraba, nuevamente hizo caso a la petición y justo cuando llegó al borde, vio ese precioso letrero en el patio de la casa. ¿Quieres ser mi novio?

you, clouds, rain ; [ AtsuOi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora