4. Tú.

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Diciembre de 2018, vísperas navideñas y la ausencia de Atsumu cada vez dolía más. Hace un mes había regresado a Brasil por cuestiones de estudio y su empresa de entretenimiento, así que no pudo pedir más días de vacaciones. Tooru se encontraba en el comedor arreglando la gran mesa, que por cierto, estaba cubierta por un mantel blanco con detalles rojos y dorados. Su familia estaba por llegar y eso le emocionaba, hacía mucho que no los veía y alegrarían un poco el ambiente.

— ¿Necesitas ayuda, Tooru?

Preguntó su hermana mayor desde el borde de la puerta, cruzada de brazos esperando a que su hermanito diera respuesta positiva, cuando éste asintió, ella tomó su cabello e hizo una coleta, lista para la acción. Los hermanos Oikawa se dedicaron a terminar de arreglar la mesa y preparar algunos aperitivos, como galletas y pay de manzana, perfectos para la ocasión. La mayor notó el rostro triste de Tooru y aunque sabía a qué se debía, no pudo evitar preguntar, más que nada por preocupación.

— Hace semanas no nos vemos, y casi no hemos hablado. Ambos estamos ocupados, y lo entiendo, es sólo que... Lo extraño, ¿sabes? Lo extraño mucho.

( . . . )

La familia se encontraba sentada alrededor de la mesa, comiendo del pavo que habían preparado los papás y también unas ricas ensaladas. Las risas se hicieron presentes al contar anécdotas graciosas sobre sus hijos cuando estaban pequeños y eso hizo que Tooru se olvidara un poco de la ausencia de su novio.

— ¿Qué tal le va a Atsumu?

Preguntó la mamá antes de darle un gran bocado al trozo de pay que se había servido. Tooru tragó saliva, pero aún así sentía un nudo en la garganta, pero decidió darle respuesta para que no pensara erróneamente.

— Le va bien, ya sabes, estudios y trabajo, está ocupado, así como yo.

Clavó el tenedor en su postre, demostrando tristeza y frustración por no haber dado una respuesta tan sincera después de todo. Su familia entendió y evitó hacer más preguntas sobre el rubio, no querían incomodar al joven castaño.

( . . . )

31 de diciembre, el reloj marcaba 23:59 horas y Tooru marcó el número de Atsumu. Dieron las 00:00 y como no hubo respuesta por parte del otro, decidió colgar y enviar un corto mensaje.

"Feliz año nuevo. Me hace ilusión compartir otro inicio contigo. Espero que la estés pasando muy bien. Te amo."

Luego de mandarlo, echó su teléfono al bolsillo de su saco y apreció los fuegos artificiales que iluminaban el cielo. Eran preciosos, y aunque quisiera verlos a su lado, no podía dejar de disfrutarlos.

Iwaizumi se acercó a su amigo y le dio una palmada en la espalda, cosa que ocasionó que Tooru saltara por sorpresa, Iwaizumi comenzó a reír a carcajadas y Oikawa se molestó un poco.

— Dios, Iwaizumi, ¿por qué tuviste que asustarme de esta forma?

Preguntó Tooru mientras rodaba los ojos.

— Dis... Disculpa, es que... — Tomó un poco de aire después de reír mucho. — Te veías tan vulnerable ahí, y tenía que hacerlo, tontokawa.

A veces, sólo a veces, le gustaba que su mejor amigo fuera así con él. Apreciaba la amistad que tenían desde que eran pequeños, y se sentía menos solo con su presencia. Una notificación los sacó de su burbuja y Tooru atendió la llamada que Atsumu estaba haciendo.

— Tú...

El castaño fue interrumpido por su novio.

Lamento llamar apenas, ya sabes que la diferencia de hora es un asco, pero no creas que no quería desearte un feliz año, mi alma gemela. ¿Qué tal la estás pasando? Espero que bien. Acá aún faltan unas horas, así que apenas vamos a comprar cosas para la cena. Y, te amo, mucho. Espero que no se te olvide eso, aunque casi no hablemos, sabes que te pienso siempre, ¿cierto? Y bueno Toto, tengo que irme. Te amo más.

Antes de que pudiera decir algo, la llamada terminó. Iwaizumi podría pensar que su mejor amigo estaba sonriendo por esa inesperada charla, pero era todo lo contrario. Tooru estaba llorando, y no sabía la razón, aunque muchas interrogantes aparecieron en sus pensamientos. "¿No le emocionó o realmente no esperaba respuesta de él?", "¿Será que lo extraña y por eso está llorando?" así y muchas más, pero esta vez evitó hacer comentarios groseros y en lugar de eso, le sugirió entrar para disfrutar de la madrugada con los chicos de Aoba Johsai.

you, clouds, rain ; [ AtsuOi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora