❈Aᴘᴏᴄᴀʟʏᴘsᴇ

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❝Hᴀʀíᴀ ᴄᴜᴀʟǫᴜɪᴇʀ ᴄᴏsᴀ sᴏʟᴏ ᴘᴀʀᴀ sᴏsᴛᴇɴᴇʀ ᴛᴜ ᴍᴀɴᴏ.❞

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San Francisco, California
Año 1904

Algo en él se sentía inconforme, el ver el rostro de la pequeña con una expresión seria le hacía proponerse sacarle una sonrisa ya que todos los niños ríen ¿no es así?

El reloj de pared marcaba las 4:15 de la tarde dejando el ambiente de la pequeña sala impregnado de tonos amarillentos que combinaban con los muebles de madera a la perfección. Sentadas en el sofá de cuerina conversaban a gusto la señora Snyder con una de sus amigas más cercanas contandose uno que otro chisme y riendo en la amena plática mientras al lado de la mujer castaña su hija se aferraba a su lado tomando su falda como si su vida dependiera de ello tratando de evitar la mirada que el pequeño rubio le brindaba desde lejos.

--Mi amor, ¿no quieres ir a jugar?-- preguntó en tono dulce a su hija animandola a acercarse al niño.

La señora de orbes celestes miró tras de ella al escuchar la pregunta de su contraria para hallarse con su hijo desde la puerta de la sala observando a la niña desde lejos, tal vez pensó que eso es lo que la mantenía algo incómoda y era lo que menos quería.

--Stanley, deja de espiar a las personas.

--No hay problema.-- le mencionó la mujer --que ambos jueguen, deben estar aburridos.

La rubia se volteó hacia la niña sonriendole en señal de que podía levantarse si lo quería dándole más confianza.

La pequeña soltó a su madre con algo de dificultad pues no había momento en que se alejase de ella, a pasos lentos caminó por la sala para dirigirse al patio que era donde el hijo de la amiga de su madre se fue para esperarla. No conocía de nada al varón, sus únicos encuentros eran cuando ambas féminas se reunían y su nombre ni siquiera lo sabía porque él se hubiese presentado.

Era una casa hermosa, con acabados pulcros y formales hallandose en uno de los mejores barrios de San Francisco donde la gente era de otro nivel social, tenían la oportunidad de ciertos lujos gracias al empleo del padre de la familia y su buen sueldo como capitán en una de las ramas del ejército nacional pero en vano era pues en pocas ocasiones pasaba tiempo con su familia.

El patio era amplio con un césped en tonos verdes podado a la perfección, arbustos con todo tipo de flores y un árbol en el centro de este con hojas y algunos de sus frutos espracidos al rededor donde en la sombra brindada por la copa tomaba asiento el niño. En cuanto vió a la pequeña llegar le sonrió invitandola a acompañarlo con una palmada a su lado.

Tímidamente se acercó, tenía la sensación de que si hacía un movimiento brusco esta se alejaría de inmediato como un conejito.

--¿Cómo estás?-- preguntó el niño sonriendo, ella se limitó a responder un "bien" casi inaudible. --¿A qué quieres jugar? Puedo traer los juguetes de mi habitación.

--Está bien...

La voz de la pequeña era demasiado tierna al escuchar. Pequeña igual que ella y tenía la costumbre de hablar algo bajo quizá debido a la falta de confianza con su acompañante.

--Esperame aquí.

Stan se puso de pie y trotando entró de nuevo a la casa hasta su cuarto donde tomó lo que más le divertía a él pensando en alegrar a la niña.
Algunos carros y camiones miniatura, un bate y una pelota de beisbol entre otros objetos bajando las escaleras lo más rápido que pudo.

"Cigarettes After Sex"【Stanley Snyder x Lectora】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora