Abrí la puerta con mis llaves y levemente fui cerrándola con el pie mientras cargaba las bolsas que traían un poco de despensa. El departamento nuevo era muy grande y espacioso, lo mejor es que salió demasiado barato para tener todos los muebles incluidos.
Recorrí el pequeño pasillo y fui directo a la cocina a dejar lo que había comprado, lo deje en la barra y comencé a sacar todo de las bolsas. Mi celular vibro en mi bolsillo del pantalón y rápidamente lo tome para ver quien era. El nombre de mi hermana apareció en la pantalla.
-¿Vio?- pregunté llamándola por el apodo que usaba con ella.
-¡Matthew! Hermano precioso, ¿como estas?-
-¿Qué es lo que quieres Violet Anne Lee?- solté exhausto, siempre era lo mismo.
-Bueno... digamos que saque una mala calificación en la boleta y no quiero que la vea mamá. ¿Podría quedarme en tu casa la próxima semana cuando las entreguen?- su tono era demasiado suplicante y por un momento le iba a cumplir su capricho.
-Vio no puedes quedarte en mi casa a penas me estoy mudando y tu ya quieres que te haga asilo- la regañe, amo a mi hermana pero me he dado cuenta de que ella me utiliza mucho.
-¡Oh, vamos Matt! Sabes como se pone mamá cuando saco malas calificaciones- pidió y escuche como su voz se volvía aguda, ella lo hace para parecer más adorable.
-Yo no puedo ser tu excusa cada que saques malas calificaciones, es hora de que pongas tu trasero en una silla y mantengas el teléfono apagado para que así puedas estudiar sin que nadie te moleste y saques buenas calificaciones- le dije y ella sólo bufó.
-Es que trato pero simplemente no puedo concentrarme, hermano realmente hay cosas más importantes que estar sentada estudiando sobre viejos y lo que hicieron en el pasado. ¿Qué acaso los maestros no han escuchado eso de "pasado pisado"?- se quejó y yo sólo ríe un poco porque seamos honestos, yo sentía lo mismo a su edad.
-Violet, lo se, créeme que he tenido tu edad y se lo que se siente así que- algo cayéndose sonó en mi recamará.
-¿Matt?- preguntó mi hermana al otro lado de la línea.
-Violet te llamo más al rato- le dije un poco torpe mientras tomaba un de los sartenes de metal que tenía en el lavaplatos.
-Oye no, te tengo que- y colgué antes de que continuará quejándose.
Camine lentamente y fui saliendo de la cocina, empece a caminar por el pasillo que llevaba a mi habitación.
Sonó algo más, creo que estaba revisando mis cosas. Camine más rápido, tome la perilla y la gire lentamente, fui abriendo poco a poco la puerta hasta que algo la traspaso.
-¡AHHH!- gritamos los dos.
¡Oh por dios esto simplemente no puede estar pasando! Me separe de la puerta hasta pegarme con el pequeño buró que estaba cerca de mi cama. Esta chica acaba de traspasar mi jodida puerta.
Respira.
Es lo que me decía una y otra vez pero simplemente no funcionaba, estaba tan asustado que creo que me desmayare.
-¿Quién eres tú?- me pregunto igual de espantada que yo. Pero demonios ella era un jodido fantasma, no puede estar espantada de mi.
-¡Maldición, acabas de traspasar mi puerta! ¿Eres un fantasma?- mi respiración se volvió irregular y empece a marearme. La chica me vio extrañada.
-Yo no soy ningún fantasma. ¿Qué demonios sucede contigo y que carajos haces en mi casa?- inhale más hondo para tratar de calmarme. ¿Pero cómo podía calmarme? Esto fue una de las cosas que jamás pensé que sucederían en mi vida.
-¿Qué haces tú en MI casa?- pregunte yo enfatizando el "mi".
-Esta es MI casa, ¿quien eres y por qué estás en mi habitación?- esto se esta volviendo un poco confuso.
-Me llamo Matthew y yo vivo aquí- le dije mientras ella solo se estaba revolviendo más, también creo que se esta comenzando a enojar.
Vi mejor a la chica y ahora que lo veo es hermosa. Su cabello era pelirrojo y caía con pequeñas ondas en las puntas, tenía una tez blanca con pequeñas pecas en las mejillas, estaba demasiado pálida, sus labios eran un color carmesí y su nariz era respingada. Era demasiado bonita, no se cuanto tiempo me la pase observándola pero ella se estaba acercando más y fue cuando volví a enfocarme en lo que hacia.
-Tu no puedes vivir aquí, esta es mi casa y yo soy la que vivo aquí- me demandó mientras me señalaba y caminaba hacia mi.
Poco a poco empece a sentir más frío de lo normal. Ella cambió su cara y ahora estaba enfurecida.
-Quiero que salgas en este instante de mi casa- camino unos pasos y iba a tocarme con su dedo pero simplemente me traspaso y me quede en shock.
Ella abrió los ojos y comenzó a mover su mano como si no comprendiera lo que estaba sucediendo.
Mi vista comenzó a verse borrosa y yo malditamente me desmaye como una niñita.
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Can you wake up?®
Roman d'amour[Él creía que ella estaba muerta. No sabía lo equivocado que estaba.] Portada por: @hesocean