Cosas que hacemos por amor

Cap 9 Heredero de mentalista

"Quiero que sufran. Soy egoísta, quiero que sufran como yo sufro. Incluso si eso significa que tendré que destruirme a mí mismo. Enfrentaré las consecuencias por las que estoy dispuesto a pagar".

Ryuusui escuchó atentamente a Gen y aunque no sonaba como él, no podía culparlo. Su monólogo había sido claro, doloroso y no dejaba lugar a dudas.

Amaba a Senkuu, vendría a lastimarse a sí mismo para vengarlo. Ignoraría todo lo que había aprendido de Senkuu en los últimos años para volver al hombre superficial que dijo que era antes de la petrificación.

Sin embargo, su discurso había parecido demasiado claro , especialmente para alguien como Gen que prefería nunca revelar más de lo necesario.

El capitán chasqueó los dedos en silencio, absteniéndose de explicar su razonamiento.

Era la forma de Gen de mostrarse vulnerable, pero sobre todo de mostrar lo fuerte que era Tsukasa. El mentalista apareció como un niño que lloró por su amor perdido y Tsukasa como alguien que usó su enorme fuerza para defenderse del dolor. Gen también mencionó a Hyoga, a quien Stanley había visto, pero no dijo otros nombres. Como era de esperar, prefirió no incluir información sobre otras personas.

'No está mal', pensó Ryuusui. 'Él había dicho la verdad sin hacerla pesar. Casi parecía que había sido un arrebato, y también lo había sido, pero le había servido para decirle que debería haber estado prestando atención a los demás incluso antes que él.

Ryuusui estuvo de acuerdo en que Gen era realmente peligroso para los enemigos. También fue traicionado en varias ocasiones por su dialéctica. Después de todo, Gen era el compañero de Senkuu, compensando lo que le faltaba y equilibrándose entre sí. Estaba conmocionado por su muerte y ...

Ryuusui nuevamente consideró que era hora de decirle la verdad. Había demasiada gente en el barco ahora y la posibilidad de que se enteraran de Senkuu era mayor. Gen de todos era el que no hablaba y lo ayudaría a esconderlo, así como también podría deshacerse de esa extraña idea de venganza.

"Ge-"

"¿Ellos lo saben?" Preguntó el mentalista, aludiendo a los tres que estaban cargando las radios en la nave. Los miró rápidamente antes de secarse las últimas lágrimas.

"No. Si tuviéramos-"

"Habrían reaccionado impulsivamente. Estoy de acuerdo", coincidió Gen, interrumpiéndolo. Sus ojos hinchados y rojos eran la única prueba de que había estado llorando.

Volvía a ser el mentalista sin emociones.

"Tenemos que decirles ahora. No conocen el significado de las velas y como les dije que se unieran a nosotros después de unos minutos, en total silencio, no pudieron preguntarle a nadie mientras se acercaban al barco. Pero hay demasiada gente aquí ".

Ambos habían pensado lo mismo.

"¡Chrome! ¡Kohaku! ¡Suika!" Ryuusui los llamó apresuradamente y los tres se quedaron paralizados, revisando lo que tenían en sus manos porque creían que él los había regañado. "Por favor, espere allí".

Gen y el capitán se unieron a ellos en la plataforma, ayudándolos a tomar sus maletas y Ryuusui ordenó a los presentes que trasladaran las radios a la cabina de comunicaciones ya quienes estaban retorciendo sus ropas mojadas para alejarse de esa arma.

Ryuusui entrecerró los ojos. Los estadounidenses no bromearon al respecto. Siempre era más peligroso enojarlos, pero cualquier nuevo desafío era bienvenido.

Homura trajo con indiferencia las sábanas para los tres que se habían zambullido y se pararon frente a Kirisame (quien le dio las gracias avergonzada) para que pudiera tapar lo que enfatizaba su vestido transparente.